Propuesta tentadora

Jeon Jungkook un arquitecto muy reconocido en su país.

Desde pequeño tenía esa afición en construir cosas, amaba cuando le regalaban objetos como libros, piezas con el que podía formar figuras, tenía una gran imaginación y creatividad.

Él supo al momento de ir a la universidad lo que quería estudiar, ya estaba completamente seguro que quería ser un gran arquitecto.

Y es que su familia también está conformada por grandes profesionales. Su padre también era arquitecto, Jungkook había seguido sus pasos. Su madre una gran ingeniera y su hermano aún estaba pequeño pero estaban seguros que también sería un gran profesional con la carrera que escogiera.

Al momento de graduarse con muy buenos honores, su familia estuvo muy feliz, fue un día muy especial para ellos y también para Jungkook.

Ese día lo tendría siempre en su memoria como un muy buen recuerdo.

Jungkook ha tenido una vida muy feliz, sus padres lo apoyaban en todo, ha tenido todo lo que quería.

Pero eso no quitaba que siempre sus padres le preguntaran por alguna persona con que esté saliendo.

Sabía que ya era hora de encontrar a alguien con quien pasar su vida y él la encontraría, pero no quería apresurar nada.

Aunque sus padres no lo tomaron bien.

Un día domingo donde fue a casa de sus padres como era costumbre, le habían presentado a una bonita mujer. Era hija de inversionistas muy reconocidos.

Jungkook pensaba que solo sería para conocerlo pero no contó con que sus padres le dijeran que se casaría con ella.

Sus padres estaban en banca rota, le debían fuertes cantidades a varios inversionistas. Querían casarlo con aquella chica para salvar la empresa y librarse de sus deudas.

Al principio el pelirubio no estaba de de acuerdo pero tampoco podía dejar así a sus padres, al final tuvo que aceptar y dejar de lado su felicidad y el que no le gustaban las mujeres.

Se había dado cuenta ya hace mucho sobre su preferencia, a él le gustaban los hombres.

Es por eso que ahora se encontraba ahí vestido con su terno en aquella habitación.

Estaba a unas horas de casarse con la chica.

No podía decir que su relación con ella fuera horrible, al contrario se llevaban muy bien, era una gran mujer, pero a él no le gustaba, no estaba enamorado de la chica, ni después de unos meses conviviendo.

Termino de arreglar su corbata en el gran espejo que había en el cuarto, se miró de pies a cabeza para ver si faltaba algo mas pero no, ya se encontraba listo para salir.

De repente alguien abrió la puerta, era su madre quien entró a la habitación.

Su madre iba muy bien vestida, tenía un vestido color rosa suave algo suelto, su cabello recogido junto a sus pendientes.

-Que guapo té vez hijo -dice la señora acercándose a él.

-Gracias mamá, tú te ves preciosa -sonríe Jungkook a su progenitora.

-Venia a ver si estaba listo, ya saldremos rumbo a la iglesia -habla la mujer mientras le acomodaba la corbata a su hijo.

-Ya estoy listo, así que no perdamos más tiempo

-Gracias por lo qué haces por nosotros hijo, lo apreciamos tanto -dijo su mamá mientras tenía sus ojos brillosos, sabía que se estaba conteniendo de llorar frente a él pelirubio.

—Vamos mamá, papá nos estará esperando -dice evitando el tema, estaba feliz de haber ayudado a sus padres pero eso le había quitado parte de su felicidad, él no casarse como la persona que quería.

Madre e hijo salieron de la habitación juntos cambiando por el pasillo hasta afuera del lugar.

Su padre se encontraba parado junto a un vehículo.

-Nos vamos ya? -pregunta el señor a ambos.

-Si, ya es hora -dice su madre subiendo al auto con ayuda de su hijo, para después subir el nombrado.

Su padre se subió luego y arrancó en dirección a la iglesia donde sería la boda.

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Habían decidido hacerlo en una iglesia no tan grande, solo estarían las personas cercanas, la familia sabía que lo hacían solo por saldar sus deudas.

Algunas personas ya que encontraban ahí, unas estaban afuera conversando en grupos y otras personas estaban dentro mirando el interior de la iglesia.

A pesar de que era una boda común, tenía una hermosa decoración.

Habían adornado los asientos con flores combinadas de color blanco, celeste claro y azul suave.

El techo tenía lluvia de flores colgantes color blanco.

En el altar también estaba decorado igual.

La nave central tenía flores regadas por donde pasarían los novios.

Dos candelabros colgaban dándole un toque elegante.

En la afueras un auto se estacionado en la puerta.

Al abrirse la puerta salió de el, Jungkook junto a sus padres.

La familia camino saludando a los demás que estaban ahí.

Sus padres se habían separado de él para irse junto a un grupo de personas que seguro eran socios.

Él se quedó parado en la puerta de la iglesia, mirando el interior, como estaba decorado.

Entro caminando lentamente observando todo a su alrededor.

Pasaba tocando con sus dedos las flores puesta en los asientos.

Al llegar al altar pudo ver a una persona salir de una puerta. Pudo reconocerlo rápidamente.

-Buenos días -dice amablemente el sacerdote.

Jungkook solo se quedó mirando a la persona frente a él.

Le parecía alguien un poco joven, tenía una piel blanca, unos cachetes rellenetinos y grandes ojos.

-Parece que estás nervioso, no debes preocuparte, pronto te unirse a la persona que amas -habla alegremente el castaño.

-Si supongo -dudando de que sea por esa razón que se esté casando.

-Que pasa? Acaso, no estás seguro de casarte?

-Es que es un tema complicado, supongo que estará bien -dice sin más el pelirubio.

-Acompáñame un momento -habla el sacerdote caminando hacia una puerta.

Jungkook no dijo nada y solo lo siguio. Ambos entraron a una habitación algo oscura por no tener muchas ventanas.

-Está es una sacristía por si no lo sabías -dijo el sacerdote mirando al rubio que estaba observado el lugar.

Jungkook volteó a mirarlo topándose con los ojos del contrario.

Al parecer ninguno quería romper el contacto visual.

Y es que cada uno se sentía cálido al ver los ojos del otro.

El sacerdote se fue acercando lentamente al novio que estaba parado sin moverse.

Sin esperar más puso sus brazos alrededor del cuello.

Se acercó despacio pensando que lo alejara de él pero no fue así, en cambio recibió un brazo alrededor de su cintura y una mano a su cuello acercándolo para estampar sus labios con los suyos.

Él castaño jadeó, sorprendió por su acción pero al sentir esos labios delgados en los suyos cerró sus ojos y se dejó llevar.

Ambos moviendo sus labios al compás del otro.

Algo dentro de ellos se comenzaba a sentir, un extraño hormigueo inundaba el pecho de ambos.

Sabía que significaba, que era aquel sentimiento que recorría su cuerpo.

Jungkook se separó del beso para mirarlo, teniendo así una increíble imagen. Aquel sacerdote se encontraba jadeando, con los labios rosados y sus pupilas dilatadas.

Comenzó a besar su cuello, dejando un camino de marcas rosadas debido a la succión que hacía Jungkook en su piel blanca.

Poco a poco iban caminando hacia una mesa que se encontraba ahí.

El castaño empezó a desabotonarse su alba para dejarla tirada en el suelo.

Jungkook pudo apreciar el maravilloso cuerpo que tenía, no podía creer que todo eso escondía la alba.

El rubio agarro de la cintura al sacerdote y lo subió encima de la mesa.

Se alejó un poco para quitarse su saco junto a su corbata y camisa.

Nuevamente se acercó al sacerdote para chocar sus labios con los de el, comenzando a besarse más intensamente.

Jungkook llevó sus manos a la ropa interior del castaño y se lo quitó.

Luego desabotonó su pantalón bajándolo junto a su bóxer dejando a la vista su enorme miembro.

-Creo que eso no entrará por completo en mi -dije dudando el sacerdote mientras seguía mirando el pene del novio.

-Bueno lo averiguaremos ahora mismo -dice tomando su pene para estimularlo más y acercarlo a la entrada del sacerdote.

No espero más y se empezó a introducir en el agujero del castaño lentamente, podía sentir de inmediato su estrechez.

-Estás tan apretado -dijo sin moverse aún.

Quería dejar que el sacerdote se acostumbrara a su tamaño para no lastimarlo.

-Puedes moverte -hablo el sacerdote unos minutos después, moviendo sus caderas para hacerle saber que ya podía.

Jungkook sin decir más inicio las leves estocadas.

Chocando sus pelvis en el trasero del sacerdote.

-Mmg~más rápido -decía el sacerdote entre gemidos.

El nombrado hizo caso a la peticiones del castaño y aumentó las embestiadas, dándole más duro y rápido.

-Tú interior se siente tan bien, estás tan caliente -gimió alto el novio.

Ambos gimiendo fuerte, sin importarles que los escucharan haya afuera.

Los dos sumergidos en el placer que sentían, Jungkook dándole duro y Jimin gozando al momento de darle en su punto dulce.

Poco tiempo después Jungkook alcanzó su orgasmo terminando dentro del interior del castaño, el sacerdote lo siguió expulsando su semen manchando el abdomen de ambos.

-Eso fue fantástico -dijo Jungkook hacia el castaño.

-Lo fue, por cierto me llamo Jimin -comenzó a recoger su Alba para colocárselo luego de haberse limpiado con unos pañitos que saco del cajón de la mesa.

-Yo Jungkook aunque supongo que ya lo sabías -terminando de ponerse su saco.

-Bueno si, ahora debemos ir afuera, te casarás -dice el sacerdote mirándolo.

Jungkook al escuchar aquello solo pudo hacer un gesto de incomodidad.

-Que pasa? No te quieres casar? -acercándose al rubio.

-No, no me gusta esa persona, lo hago por salvar a mis padres de sus deudas -poniendo su rostro triste. En verdad no quería casarme y más luego de tener este momento con el sacerdote.

-Entonces no lo hagas -dice sin más el sacerdote.

-Que? -pregunta confundido el novio.

-No te casarás

-Pero sino lo hago mis padre se decepcionarán, además ya están todos afuera

-Bueno aquí no importa tus padres, importas tú, si no quieres no lo harás y con respecto a los demás no se darán cuenta si salimos por atrás -sonriéndole a Jungkook.

-Como que salimos? Irás conmigo? -dice esperanzado en que le diga que si e irse juntos.

-Claro, acaso piensas que te dejare ir, desde que te vi en la fotos que me mostraron tuyas me gustaste -Jimin fue acercándose hasta quedar frente a Jungkook.

-Tampoco esperaba que me dejaras ir, tú también me gustas, creo que fue a primera vista -sonriendo por lo que decía.

-Entonces no esperemos más, vámonos antes que se den cuenta -agarrando de la mano a Jungkook para juntos salir de la iglesia por la parte de atrás y seguir con sus vidas lejos de allí.

Mientras que en la iglesia todos estaban buscando al novio pero no lo encontraban.

Uno de los empleados junto a los padres fueron hasta la sacristía entrando ya que no habrían.

Pero no había nadie solo una nota diciendo:

"Me di cuenta de que esto no es lo que quiero, me iré lejos a ser feliz, porque eso debí hacerlo desde un principio, pensar en mi primero".