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Mr. Alpha

Summary

Jeon Jungkook tenía una cosa en mente cuando vio a la hermana menor de su mejor amigo por primera vez en cinco años: MÍA. Él era posesivo, arrogante, y el contorno en sus pantalones de su... tú sabes, es lo que me dijo que tenía un buen paquete. Verlo otra vez trajo de vuelta todos los sentimientos que en realidad no había perdido por él. Él era un alfa en una misión: Encontrar su felices por siempre, y yo estaba más que dispuesta a ser eso por él. ¿Lo único que se interponía en nuestro camino era mi hermano? ¿Él aprobaría que su hermana menor saliera con su mejor amigo? Vamos a averiguarlo...

Genre:
Erotica / Romance
Author:
Jeonmyhero
Status:
Complete
Chapters:
8
Rating:
2.0 1 review
Age Rating:
18+

Capítulo 1

Jungkook.

—Ella conoce el trato, ¿verdad? —hablé más fuerte de lo necesario en el altavoz de mi iPhone. Ayudaría a la hermana pequeña de mi mejor amigo Mason, Blair a mudarse a su nuevo apartamento en la ciudad.

Habían pasado cinco años desde la última vez que la vi, pero si era como el día que me fui al ejército, algo me decía que no me interesaba mucho otra cosa que una actitud.

—Sí, lo sabe. —La voz de Mason bajó a medida que respondía—. Si te da algo de mierda, recuérdale que esto fue parte del acuerdo porque no puedo estar allí. —Rodé la lengua pasándola contra mis dientes. El pensamiento de una mansa Blair haciendo un escándalo no hizo nada salvo hacer que me riera.

—Jesús hombre, ¿por qué eres tan sobreprotector...? —La pregunta se detuvo en el teléfono mientras entraba en el alto complejo de apartamentos al que ella se había mudado. No era mera coincidencia que Mason hubiera hecho a Blair mudarse al mismo complejo de apartamentos que yo.

—Lo entenderás cuando la veas. Han pasado cinco años, Gguk, mucho puede cambiar. —Sonaba como si supiera algún secreto que yo no.

—Mase, soy más que consciente de eso. Pasé de ser un chico punk a un idiota oficial de reclutamiento para el ejército de Estados Unidos. Debería obtener un premio por tantos malditos cambios. —De acuerdo, estaba siendo jactancioso. Todavía era muy parecido al cabrón que era antes de irme.

—Lo que sea… —Mase se rió en el teléfono. Fue una risa breve, pero lo suficientemente larga que casi pude ver su sonrisa a través del teléfono—. Avísame cómo va todo, y por favor, por favor no me decepciones, hombre. —Puse los ojos en blanco, negándome a ser un cobarde. Extrañaba a Mason todos los días. Era mi mejor amigo.

—Yo también te extraño… —comenté como el tarado que era antes de colgar.

—Estoy seguro que sí. Adiós. —Clic. Saqué el teléfono de mi oreja y lo miré por un momento.

¿Por qué diablos estaba haciendo esto de nuevo? Oh sí, porque Mason era mi mejor amigo, y me había suplicado velar por Blair, la mocosa que se negaba a dejarnos en paz cuando estábamos en la secundaria.

Pasé los dedos por mi rebelde cabello castaño, dándome cuenta de que necesitaba mucho un corte de cabello y probablemente diez horas de sueño ya que parecía que no había dormido en días.

—No es un concurso de belleza… —murmuré en voz baja mientras salía de la camioneta y pasaba una mano por mi camiseta Henley. El aire era húmedo, y el calor del sol ni siquiera lo podía disfrutar cuando el clima era así.

—Ve por la parte de atrás, Cindy. —Escuché una voz que reconocí en la distancia.

Mi latido se aceleró cuando cerré la camioneta y me dirigí hacia la voz.

Mason había dicho que Blair había cambiado, y tan extraño como era, tenía curiosidad por ver cuánto lo había hecho.

Mis ojos se dilataron y el oxígeno de mis pulmones salió cuando vi a las dos mujeres moviendo una pieza de un sofá seccional marrón.

—Explícame por qué elegiste el desmontable más grande del planeta cuando vas a vivir sola... —gruñó la mujer rubia que supuse era Cindy. Ahora que sabía que la rubia era Cindy eso significaba que la otra, de la cual no podía quitar mis ojos, era Blair.

Su cabello era oscuro, casi negro, y su trasero... negué. No debería estar mirando su trasero sin importar cuán perfectas se veían sus nalgas en esos pantalones cortos.

—¿Puedo ayudarte? —La voz de Blair sonó en mis oídos, mientras me quedaba allí mirándolas a las dos por un momento. Era hermosa. Los frenillos que una vez tuvo se habían ido, dejando atrás perfectos dientes rectos y blancos. Sus labios eran gruesos y listos para ser besados, y sus senos, sus malditos pechos eran enormes.

—En realidad, la pregunta que deberías hacerte es: ¿Puedo ayudarte yo...? ―Moví las cejas provocándola desde el principio como hacía cuando éramos niños. Era evidente que no me había reconocido todavía.

Blair puso los ojos verdes en blanco como si mostrara lo enojada que estaba por mi presencia.

—Gracias, idiota, pero lo tenemos... —Mis dientes se juntaron ante su comentario bocón.

—¿En serio, pequeña fritura? ¿Así es cómo le hablas a tu mejor amigo en todo el mundo? —Mis puños se apretaron a mi lado. Aunque odiaba admitirlo, me molestaba muchísimo que no me notara de la misma manera que yo la había notado.

¿Había cambiado tanto?

—¿Jungkook? —Su voz cayó cuando sus ojos se agrandaron. Me estaba revisando de arriba a abajo de la misma manera que solía hacer cuando éramos niños.

—A tu servicio, pequeña fritura... —Sonreí, guiñándole un ojo a su amiga.

El rostro de Blair cayó entonces, y una máscara fue puesta en su lugar cuando me miró de nuevo.

—No me llames así. Mason dijo que podrías venir, aunque le dije que no necesitaba ninguna ayuda. Puedo ver que pensó lo contrario. —La confianza parecía supurar de ella. ¿No sabía que no me importaba el frente que pusiera?

La había conocido desde que éramos niños pequeños, y nada que dijera podría hacerme ir.

—Correcto. Mason pensó que sería mejor si tuvieras mi ayuda y parece que tenía razón por lo que estoy viendo aquí... —Hice un gesto hacia la pieza desmontable que había en el piso del estacionamiento.

Pude ver que Blair estaba enojándose, e incluso si no era mi intención disfrutaba del hecho de que todavía podía meterme debajo de su piel.

—Mason no sabe nada, y no debería haberte enviado en su lugar porque nosotras... —Blair hizo un gesto hacia Cindy antes de caminar hacia mí, su cabeza llegó a mi pecho—. No te necesitamos... —Su pequeña uña rosada se empujó contra mi pecho y casi estallé en carcajadas.

—No me intimidas, pequeña fritura... —Incliné mi cabeza hacia su rostro.

Su olor era embriagador, una cruza entre pastel de manzana recién horneado, y vainilla.

Mierda, quería darle un mordisco.

Sus ojos verdes se estrecharon.

—No. Me. Llames. Así —rechinó cada palabra. Maldita ella y su estúpida pequeña actitud.

—Hola, ¿qué demonios estamos haciendo aquí? —interrumpió, Cindy, su amiga rubia.

Vamos, las cosas acababan de ponerse buenas.

—Nada —respondió Blair por nosotros. No pude evitar sonreír por el enojo que brilló en sus ojos. ¿Por qué parecía tan enojada conmigo?

—Lo que sea. Si no quieres mi ayuda, entonces solo me iré feliz... —Empujé a Blair con mi hombro chocando contra el de ella. Una corriente eléctrica zigzagueó a través de mí deteniéndome en mis pasos.

—Espera, ¿a dónde vas, tu auto no está en esa dirección? —Claramente, no sentía la misma sensación de necesidad que yo tenía.

Me lamí los labios, queriendo más que nunca ver la expresión en su rostro cuando descubriera que ambos vivíamos aquí ahora.

—Oh, Mason no te lo dijo… —Incliné la cabeza hacia un lado desconcertado por la expresión que marcó sus perfectas facciones.

—¿Decirme qué? —gruñó.

Su amiga puso los ojos en blanco ante nuestro ir y venir.

—También vivo aquí. En realidad, vivimos en el mismo piso. —Toma eso Srta. Actitud, pensé asimilando su expresión. Sí, estaba enojada.

—¿Estás bromeando? —Apretó los dientes.

Una extraña sensación llenó mi estómago. Una que me suplicaba ser el hombre que la pusiera en su lugar, que la llevara arriba a mi apartamento y azotara su trasero hasta que me suplicara que parara.

—Nop, pequeña fritura. No estoy bromeando. Estaré arriba si me necesitas. Apartamento número sesenta y nueve. —Presioné el botón para el ascensor y un segundo después las puertas se abrieron. Cuando pisé dentro me di vuelta, mis ojos colisionaron con Blair antes de que las puertas se cerraran.

La ira se reflejó hacia mí y sonreí.

Así es, pequeña fritura, enójate.

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lildeb1960: I cannot give a good review until I have readers of the book

1970wildchild: The storyline and the plot are wonderful, a lot of grammar errors. Also found some sentences seemed like they had words omitted.

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