Uno
— No has parado de llorar desde que llegué, te vas a secar.
Las lágrimas corrían por las rosadas mejillas de TaeHyung, su cabello desordenado siendo acariciado por su peliblanco mejor amigo en busca de reconfortarlo un poco.
— JungKook es un idiota por hacerte esto, ni siquiera deberías llorar por él.
— No digas eso, Gigi — su voz salía amortiguada debido a su rostro aplastado contra el pecho de YoonGi. — JungKook es tu hermano, lo adoras.
— Ah... Bueno, sí lo es — los ojos de YoonGi viajaban de un lado a otro mientras pensaba. — Pero te juro que ahora mismo le rompería la cara — exclamaba levantando una mano en puño. — ¿Qué se supone que es esa tontería de "nuevas experiencias", "parecemos un matrimonio"? — bufaba. — No lo entiendo.
El corazón de TaeHyung se volvía a apretar al recordar aquellas palabras saliendo de la boca de su... exnovio.
— Supongo que lo que no quiere es tener una relación seria — susurraba, sus ojos llenándose de lágrimas listas para correr por sus mejillas. — Además, él... él ya no me quiere, ya no me ama — lograba decir entre hipeos.
YoonGi callaba un momento, sus manos dedicándose a dejar caricias en la cabellera de su mejor amigo, justo como sabe que le gusta. Sin embargo, sus propios pensamientos salían a relucir una vez TaeHyung se encontraba más tranquilo.
— Eso es muy extraño, han estado juntos por unos tres años donde él parecía derramar baba cada vez que te veía — exclamaba con el entrecejo apretado. — Definitivamente mamá lo va a bombardear de preguntas cuando pasen los días y no te vea por la casa.
— Ay no, ahora ni siquiera podré ir a tu casa — TaeHyung se lamentaba pasando las manos bruscamente por su hinchado rostro.
— ¿De que hablas? — el peliblanco le propinaba un pequeño golpe. — Irías a verme a mí, tu mejor amigo, no a él.
— Mhm — el castaño continuaba soltando quejidos. — Aún así creo que no iré por un tiempo... — decía recibiendo los ojos revirados de Yoongi como una respuesta.
El resto del sábado de TaeHyung transcurría entre más lágrimas, helado, conversaciones entre el llanto y palabras bonitas que trataban de animarlo.
Definitivamente no era nada de lo que se había imaginado.
[...]
El domingo por la tarde, YoonGi regresaba a su propia casa. Esa mañana, justo regresando de un viaje familiar de fin de semana, JeongIn también se les había unido para tratar de animar a su mejor amigo. Incluso había optado por quedarse con TaeHyung y así ayudarlo con su tarea. En definitiva no existía nada peor que resolver ejercicios de matemáticas mientras te ahogas en tu tristeza.
YoonGi estaba seguro de que JeongIn terminaría haciéndolos por TaeHyung y llorando todo el resto del día junto a él.
— Hola, ya estoy aquí — el peliblanco avisaba entrando a la sala de estar, donde encontraba a sus padres y hermana menor viendo la televisión.
Los tres giraban para verlo.
— Que bien cariño — su padre decía manteniéndole la mirada. — Vamos a preparar la cena en un rato ¿Te unes?
— Oh, lo siento papá, aún tengo tarea para mañana — respondía haciendo un puchero. — Pero bajaré a cenar con ustedes.
Su padre se limitaba a asentir comprendiendo, mientras que su madre preguntaba:
— ¿Por qué no vino Tae contigo?
Por lo general, después de una pijamada en casa del castaño, este regresaba a su casa junto a YoonGi sólo para poder consentir a JungKook, quien por ser su novio, en definitiva no tenía permitido quedarse a dormir. Regla de los padres de TaeHyung.
— Mhm... — YoonGi vacilaba un poco en su respuesta cuando caía en cuenta de que, muy seguramente, su hermano aún no les contaba acerca de su reciente rompimiento. — No lo sé, Innie lo está ayudando con Modelación Matemática. Yo... debo trabajar en eso igual, adiós — respondía con la misma rapidez con la que después corría a su habitación.
Al pasar por la puerta de su hermano, el peliblanco podía alcanzar a escuchar el sonido de la guitarra.
— Niivis ixpiriinciis — murmuraba en tono burlón. — Sigues siendo el mismo tonto con su guitarra de siempre. Mejor tírate de paracaídas o algo divertido.
A decir verdad, YoonGi estaba tentado a mirar como se encontraba JungKook. Por azares del destino, no lo había visto después de que terminara con TaeHyung, pero suponía que no se encontraba del todo bien ¿Cómo podría? Aún si había sido él quien finalizó todo, no era un secreto para nadie que su castaño mejor amigo era la adoración de JungKook desde siempre, incluso antes de ser novios. Era imposible que su hermano estuviera como si nada, incluso tal vez necesitaba tiempo a solas. Por eso, YoonGi decidía mejor seguir de largo a su propia habitación.
Sin embargo, después de un largo rato luchando con matemáticas, YoonGi se encontraba recostado en su cama mientras intercambiaba mensajes con su novio, incluso estaba por quedarse dormido cuando el sonido de la puerta de su habitación siendo abierta lo sacaba de su ensoñación.
— ¡Jungkook, quítate de encima tarado! Me asfixias — el peliblanco gruñía mientras forcejeaba para quitarse a su hermano de encima.
Para su sorpresa, su hermano reía al tiempo que se levantaba.
— Ya está la cena Gigi, papá me mandó a buscarte — el pelinegro decía extendiéndole una mano como ayuda.
YoonGi lo miraba extrañado al tiempo que aceptaba la ayuda para levantarse. JungKook se veía bien. Pero ya eran dos días desde que había terminado con TaeHyung y no parecía haber señal alguna que le indicara que había estado llorando o durmiendo mal, lo cual sabía que a su mejor amigo sí le estaba sucediendo.
— ¿Estás bien? — se atrevía a preguntar.
— Claro — JungKook ladeaba la cabeza confundido. — ¿Por qué no habría de estarlo?
— Oh, no lo sé... ¡¿Quizás por qué terminaste con tu novio de toda la vida?! — YoonGi soltaba alzando un poco la voz.
— Ah, por eso... — JungKook desviaba la mirada mientras respondía. — Pues es extraño no hablar con él — llevaba la mano a su nuca. — Pero supongo que es por la costumbre, igual Tae y yo seguiremos siendo amigos, nos veremos en la escuela y todo eso — su mirada regresaba a la de su hermano.
YoonGi entrecerraba los ojos después de escucharlo.
— Ah... mira Kook, yo no creo que tu amistad con Tae se dé así tan fácil — explicaba tratando de tener tacto con su hermano. — Él está muy dolido y con justas razones.
— Bueno, quizás tengas razón — el pelinegro respondía alzándose de hombros. — No había pensado en eso porque nunca antes había terminado con nadie ¿Lo ves? — levantaba un dedo. — Falta de experiencias — decía para luego añadir... — Además, no es como si TaeHyung y yo fuéramos a casarnos, él es mi primer amor, pero en la vida se deben tener muchos.
Después de eso, Jungkook salía de la habitación dejando a su hermano aún más confundido que antes.
— Pues yo creo que a veces nuestro primer amor también puede ser el amor de nuestra vida — YoonGi susurraba mirando la espalda de su hermano desapareciendo por el pasillo.
[...]
Los hermanos Jeon arribaban en el comedor donde ya se encontraban sus padres y su hermana esperándolos para cenar. Ambos se sentaban a disfrutar de la cena que transcurría con tranquilidad, todos contando sobre su día.
El verdadero inicio de su familia se dio cuando JungKook tenía cuatro años, pues su padre contrajo matrimonio con la madre de YoonGi, quien también tenía cuatro años. Desde ese entonces, ambos fueron criados como hermanos. YoonGi adoptó el apellido del señor Jeon JunHyung y no sólo eso, pues su amor y apoyo incondicional le han sido brindados desde entonces. No hay persona en la que el peliblanco más confíe, que en su padre. Así mismo, Jungkook supo lo que era el abrazo de una madre cuando conoció a YeRi. Ser consolado por tu madre al sentirte triste, ser arropado, compartir momentos felices, inclusive ser regañado, JungKook definitivamente no cambiaría eso por nada del mundo. Ama a sus padres, ama a su hermano YoonGi y ama a la traviesa de YeJi.
— Oye cielo — JungKook alzaba la mirada al escuchar el llamado de su madre. — ¿Por qué no vino TaeHyung a cenar hoy? Pensé que estaría aquí ya que no se vieron en todo el fin de semana.
JungKook se tensaba ante la pregunta, pero de inmediato se obligaba a tomar una profunda respiración para así poder contestar. De todas formas, terminar con TaeHyung no era la gran cosa ¿Cierto?
— Ah, lo que sucede es que... Bueno, TaeHyung y yo terminamos ayer — decía con la mirada en sus palillos que jugaban con la carne. — Ustedes no estaban, así que no me vieron ir a su casa y pues... Sólo sucedió — se encogía de hombros. — Ya no somos novios.
Todos en la mesa se quedaban como estatuas, aquella noticia tomándolos por sorpresa.
Su madre pasaba bocado y luego decía:
— Oh... ¿Y tú cómo estás con eso, cielo? — cuestionaba con voz suave. — Podemos hablarlo después, si tú quieres.
— Está bien mamá, TaeHyung nada más es mi primer amor, no es cómo si no fuera a tener más novios o algo así — respondía subiendo la mirada directamente a ella. — Además, yo le terminé, siento que somos muy jóvenes para el tipo de relación que estábamos llevando. Ambos necesitamos más experiencias.
YeRi, extrañada ante las palabras de su hijo, se limitaba a mencionar algo. Sin embargo, JunHyung, su padre, sí que añadía:
— Entiendo lo que dices hijo, pero no hables de su noviazgo como si no hubiera tenido importancia. Él te quería mucho y estoy seguro de que tú también a él.
JungKook escuchaba, más no lo miraba directamente.
Mientras tanto, YoonGi se llenaba la boca de comida para no decir nada fuera de lugar; sólo así la cena continuaba con algo de normalidad.
[...]
Las lágrimas corrían por el rostro de TaeHyung hasta impactar en la funda blanca de su almohada. Ese era el momento en el que peor se sentía. JeongIn recién se había marchado mientras que la realidad llegaba a acompañarlo de un solo golpe. Aquello no era un juego, una pequeña pelea, es más, ni si quiera hubo una pelea. JungKook fue directo respecto a lo que en verdad quería.
Y él no estaba incluido.
Al menos no como lo deseaba.
Suaves golpes en la puerta interrumpían el llanto del castaño, quien se reincorporaba sobre la cama quitando rápidamente el resto de lágrimas en su rostro.
— Adelante — decía alto. Casi de inmediato la cabeza de su madre se asomaba por la puerta, más ella terminaba de entrar al percatarse de su carita hinchada y sus ojos rojos.
— ¿Ya me vas a contar que te tiene tan triste? — su madre cuestionaba sentándose justo a su lado en la cama.
TaeHyung bajaba la mirada, sus manos apretándose una con la otra. La sensación de su garganta cerrándose al pensar de nuevo en los recientes hechos, no se iba.
— JungKook terminó conmigo — confesaba en un susurro.
— ¡¿Qué?! — sorprendida por su propio grito, su madre tapaba su boca por un segundo. — Digo... ¿Por qué? Pensé que todo entre ustedes iba bien, lucían muy contentos los dos, como siempre.
TaeHyung pasaba las manos por su rostro con frustración.
— Yo también pensaba eso, pero no. Al parecer él no estaba conforme con nuestra relación. Dice que es muy hogareña y lo que quiere es experimentar con otras personas — decía levantando levemente el tono de su voz. — En pocas palabras, él ya no me ama — finalizaba soltando las palabras con un poco de enojo combinado con decepción.
— ¿Él dijo todo eso? ¿Dijo que ya no te ama?
— Dijo todo menos que ya no me ama, pero es obvio — pataleaba. — Ahora no me queda nada más que hundirme en mi tristeza — decía para después aventarse contra la almohada y continuar lloriqueando sólo un poco más.
Su madre suspiraba.
— Llora todo lo que tengas que llorar, pero recuerda que nos tienes a nosotros para apoyarte siempre — el castaño sacaba la cabeza de entre las almohadas, su madre limpiaba un poco de sus lágrimas. — Es normal que te sientas así por un tiempo, pero eventualmente tendrás que seguir — sus suaves dedos acariciándole las mejillas. — Tal vez; en un futuro una cita o experimentar con otras personas tampoco sea tan malo — decía en un tono cómplice. — Un paso a la vez, mi vida.
Esa noche, TaeHyung recibía un beso en la frente acompañado del arropo de su madre y un lindo 'Te amo'.
El consejo de ella dando un poco de vueltas en su cabeza hasta que finalmente caía rendido.
[...]
Lunes por la mañana. Los pasillos del Instituto rebosaban de estudiantes de grado de preparatoria, algunos conversando, otros aún algo dormidos y unos pocos terminando o copiando la tarea a último minuto.
TaeHyung caminaba por el pasillo principal rumbo a su salón mientras sentía unas cuantas miradas acompañadas de un cuchicheo para nada disimulado, frunciendo el entrecejo, aceleraba el paso hasta llegar a su salón de clases, el segundo "C".
JeongIn ya se encontraba sentado en su mesa, por lo que el castaño rápidamente se sentaba frente a él.
— ¡Oh, hola bu! — el rubio lo saludaba con alegría. — Luces mucho mejor — decía en un tono de voz sólo para ambos.
— Sí, estoy mejor, además, el maquillaje ayuda con las ojeras — respondía dándole una media sonrisa, aunque esta no duraba mucho cuando su gesto de confusión regresaba. — Aunque recibí muchas miradas con cuchicheos en el pasillo principal, odio eso.
JeongIn jugueteaba con sus manos sobre la mesa para después tomar las de su mejor amigo entre las suyas.
— Sobre eso bu... Tengo que decirte que creo que el rumor de que JungKook y tú ya no son novios, se corrió bastante rápido
El castaño mantenía su rostro confundido, hasta que JeongIn volvía a hablar.
— Verás... Él ha borrado todas tus fotos de su perfil de Instagram.
En ese momento, TaeHyung sentía como si le cayera un balde de agua fría. No porque le importara mostrar su relación en redes sociales, sino porque el hecho de que JungKook haya borrado todas sus fotografías juntos, prácticamente era como un aviso al mundo de que ya no estaban juntos.
Oficialmente no era parte de su vida.
Entonces YoonGi también entraba al salón de clases.
— ¿Por qué parece que vió un fantasma? — preguntaba dejando su mochila sobre la mesa.
— JungKook borró sus fotos juntos de Instagram — el rubio respondía.
TaeHyung rápidamente sacaba su celular y entraba directamente al perfil del pelinegro. Efectivamente, no había rastro de él en ninguna publicación. Era como si nunca hubiera estado en su vida, como si su amistad nunca se hubiera dado y mucho menos su relación hubiera existido.
El nudo en su garganta le provocaba ganas de llorar.
De pronto, una risa familiar lo hacía levantar la cabeza, encontrándose a su exnovio caminando frente al gran ventanal de su salón de clases, una bonita rubia colgada de su brazo.
¿Quién era ella?
¿Por qué hacía a JungKook reír de esa manera?
TaeHyung sentía una ola de fuego nacer en su interior.
Cegado por sus propias emociones, también dejaba su perfil de Instagram libre de cualquier rastro de su ahora exnovio.
[...]
Yang Jeong In — Jeon Yoon Gi
[ 18 años ]
© dianaLovesV 🍥