01
Cuando sus ojos lograron encontrarse con los de la morena, Hyunjin sonrió mostrando su perfecta y blanquecina hilera de dientes. Ella enrolló un mechón de su cabello a lo largo de su dedo mientras cruzaba sus largas y bronceadas piernas. Sus amigas rieron al notar el intercambio de miradas coquetas y empezaron a hacerle señas para que se acercara.
Estuvo dispuesto a hacerlo -joder que a eso había venido-, pero la mano de su amigo lo detuvo, sosteniendo su muñeca con insistencia pasiva.
—¿Es en serio, Hyunjin?
El rubio alzó una ceja mientras lo miraba. Seungmin lo había convencido de ir a ese pub para pasar el rato, y Hyunjin había aceptado de buena gana porque, aparte de querer pasar tiempo con su mejor amigo, hace tiempo -dos días- que no echaba un buen polvo y estaba indispuesto a continuar así. Sus objetivos dejaron de ser objetivos cuando se dio cuenta de que Seungmin también había invitado a su grupito. Renjun, Jeno y Minho, para conversar cosas que a Hyunjin no le interesaban. Así que dejó de ser la noche de amistad y ligues para ser sólo de ligues.
Y no fue difícil. Nunca lo era. Tan pronto como echó un vistazo al pub encontró a la chica clavándole el ojo. Su oportunidad de bajar el lívido con una buena fallada estaba a unos cuantos metros y no podía ir a reclamarla porque Seungmin lo tenía retenido como un perro con una correa.
—¿En serio qué? —Respondió confundido.
Seungmin frunció el ceño y apuntó con los ojos a la morena que seguía con los ojos puestos en Hyunjin.
—Si, voy a follar ¿y qué? — Alzó la barbilla desvergonzado. Seungmin rodó los ojos y lo soltó, mas Hyunjin siguió parado en su lugar exigiendo el por qué de sus señas.
—No creo que debas seguir en esto, Hyunjin. Tienes 24 años y estás en tu mejor forma. ¿Por qué sigues desperdiciando el tiempo en vez de sentar cabeza?
La lógica de Seungmin no le causó ni la más mínima impresión a Hyunjin. Su amigo estaba últimamente en la onda de la familia y el matrimonio, incluso de Seungmin era gay parecía particularmente interesado en que Hyunjin madurara y dejara de tontear con cada fémina que se le atravesara. Y esto para el mayor era completamente estúpido porque él no se veía aún en condición emocional ni mental para buscar formalizarse con alguien.
—¿Por qué sigues con eso? No te veo a ti con novio o esposo. —Se cruzó de brazos. Seungmin bufó y apoyó un codo en la barra.
—Sabes que no es igual. Mis posibilidades de formalizarme con alguien son mucho menores que las tuyas, que te la pasas de cama en cama. —Mira, ¿por qué no le pides una cita a esa chica? Y-espera, déjame terminar. Hablo de una cita formal, un café, ir a caminar. Algo que no incluya follar apenas abras la boca para saludarla.
Hyunjin soltó una risilla incomoda, sí claro.
—Eso es absurdo. Ella no me gusta, ninguna de las chicas con las que me acuesto me han gustado más allá de lo físico.
El castaño rodó los ojos.
—Porque nunca te has permitido conocerlas bien. Esa chica puede ser una fan de dramas, cocinera con experiencia y tener una risa ridículamente contagiosa y tú nunca lo sabrás porque solo buscaste follártela. —Hyunjin le dio un codazo junto a una sonrisa. Seungmin también sonrío— Vamos, amigo. Inténtalo.
—Joder, Seungmin. No lo sé. Nunca tuve una cita... —Dijo inseguro, mirando como la morena comenzaba a aburrirse de esperarlo.
Seungmin dio un suspiro.
— Cierto. Pero yo puedo ayudarte con eso, una de nuestras lecciones rápidas. Busca preguntarle sus intereses. Escúchale hablar lo más que a ella le dé la lengua y-¡Oh, no pongas esa cara que no lo decía en el sentido morboso!
—Perdón, mi cerebro ya asocia lenguas con sexo.
—Tenemos mucho que trabajar. —Se decidió Seungmin mientras negaba con la cabeza. Miró a la chica un momento antes de mirar a Hyunjin— Anda y recuerda; centra tu atención en su persona. Nada de insinuaciones y su ella te ofrece follar dile que no para que sepa que vas enserio.
—¿QUÉ? —Dijo un poco demasiado alto, mirando al menor incrédulo— ¿Quieres que rechace una invitación a tirar? Ni de broma, Seungmin. Llevo dos días sin meter la polla en caliente y empieza a dolerme. Si esa morenita me dice para coger, yo-
—Ya, ya. Tampoco es para tanto. —Le frenó. Hizo movimientos sueltos y vagos con la mano, su mirada desinteresada mientras exponía— No es cómo si fueras capaz, sólo lo dije bromeando.
Cuando Hyunjin frunció el señor por lo que Seungmin había declarado, el pelo castaño supo que había ganado la discusión y ahora tenía a Hyunjin en la palma de su mano.
—¿Qué no soy capaz? —Cuestionó.
Seungmin se encogió de hombros.
—Si, ya sabes. Como que nunca podrías tomar algo enserio algo si ese algo no involucra sexo. Eres débil ante esas cosas.
Hyunjin apretó la mandíbula y le dio otra fugaz mirada a la chica.
—Soy completamente capaz de aguantarme el tiempo que sea sin follar, Seungmin.
—Si es así, ¿por qué no lo haces?
—Porque no quiero y no hay necesidad de tal cosa.
—Jaja... eso me suena a una excusa barata, Hyunjin. —Se puso de pie y rodeó el cuello con un brazo, dejando la boca en su oído— No es nada de que avergonzarse. Simplemente admite que no estas dispuesto a dejar de tener sexo por unos cuantos días.
—No soy un ninfómano*, ¿bien? Soy perfectamente consciente de lo que quiero y puedo detenerme en cualquier momento. —Decreto sin inmutarse por los susurros en su oreja.
Aún así Hyunjin sabía que Seungmin era gay, él nunca se permitió incomodarse por esto, él no era homofóbico en lo absoluto. Después de todo él siempre -desde que conoció a Seungmin a los 15 años- imaginó que la orientación de Seungmin apuntaba hacia los hombres, pero de igual forma decidió volverse su amigo más cercano.
No se arrepentía. Nunca podría arrepentirse de ser el mejor amigo de Seungmin y que Seungmin fuera el suyo. De igual manera el menor nunca dio indicio de alguna atracción hacia él, ni la más efímera. De hecho, hasta podría decirse que Hyunjin parecía el gay en su amistad. En términos de contacto, claro. Él siempre se encontraba abrazando, acariciando o incluso besando a Seungmin. No en la boca, por supuesto, pero si en su frente, mejilla o cuello. El menor tampoco se molestaba, aún si sus muestras de afecto eran más simples y poco usuales. Hyunjin sabía que Seungmin adoraba sus abrazos.
Por eso siguió hablando con él de esa forma tan fácil de malinterpretar.
—Um, entonces puedes detenerte... —Murmuro Seungmin pensativo, justo antes de que una sonrisa traviesa-maligna, intencionada- se formaba en sus labios— Vale, demuéstramelo entonces.— Dijo volteándose para quedar de frente a la chica— Ve y pídele una cita formal, sal con ella por unos días. Enséñame que tu cabeza de arriba controla a la de abajo y no al revés.
Hyunjin trago grueso, inseguro y con su pene gritando “¡Objeción!” dentro de sus pantalones. Ni su amiguito ni él estaban contentos con la idea de aplazar más tiempo su descarga sexual.
Pero qué mierda. Él no dejaría que Seungmin se regodeara a costa de su libido. Él era un hombre consciente de sí mismo, no se dejaba influenciar por nada. Él fácilmente podría ir, sentarse en frente de la chica y entablar una conversación con ella sin necesidad de alguna insinuación.
Él jodidamente podía hacerlo. Haría a Seungmin tragarse sus palabras.
—Esta bien, acepto. —Contestó finalmente.
Seungmin alzó una ceja y, sin agregar nada, empujó a Hyunjin por las espaldas para impulsarlo a caminar directo a la morena, que ahora revisaba su celular distraída.
Hyunjin se forzó por no mostrar su expresión lasciva, sino que sonrió amablemente mientras terminaba de llegar a ella y tomaba asiento sin pedir permiso.
—Hola, soy Hyunjin. —Se consiguió decir. Ella levantó la mirada del celular y sonrió también, dejando el aparato de lado para prestarle atención.
—Oh, soy Ryujin. Mucho gusto. —Hyunjin sonrió, pensando en algo más que decir. Pero ella se adelantó con una mirada preocupada— Lamento si el que te mirara te ocasionó algún problema con tu novio... Al principio pensé que venias solo.
Hyunjin parpadeó perplejo ante eso. Miró a Seungmin por encima de su hombro, que había retomado su conversación con Minho y luego volvió a ella. Negó con la cabeza lentamente.
—Oh, no, no. Seungmin no es mi novio. Yo no soy gay —aseguró.
Ryujin lució extrañada, probablemente se había fijado en la forma en que ambos hablaron -Hyunjin debía admitir que era algo sospechoso- pero no dijo nada más al respecto.
—Está bien —acepto—. Y dime... ¿quieres ir a algún lugar o …?
Hyunjin se relamió los labios con la punta de su lengua y volvió a negar. Carajo.
—Yo... generalmente me encantaría, pero estoy buscando algo serio. Ya sabes... sentar cabeza. —Usó la frase que Seungmin le había dicho minutos atrás.
—Oh, entiendo, entonces, ¿soy candidata para eso? —Bromeó riendo entre dientes.
Hyunjin también soltó una pequeña risa, sintiéndose bastante cómodo para su sorpresa.
—Por ahora eres la única para el puesto.
—Eso es halagador. En ese caso, ten mi número de celular. Me llamas y cuadramos para vernos y ayudarte con eso de sentar cabeza ¿si? —Indicó anotando su número telefónico en una servilleta y entregándoselo a Hyunjin. Luego se puso de pie, agarro su bolso y le guiño un ojo— Debo irme, mis amigas me están esperando. Espero tu llamada, Hyunjin.
Puede que el tono lleno de lujuria que uso debió encender alguna alarma en Hyunjin, pero este estaba tan desubicado -había obtenido el número de una chica sin tener que follarsela- que no lo notó y sólo la vio marcharse.
Se quedó mirando la servilleta unos instantes, todavía sin poder creer lo sencillo que había resultado. Pero por supuesto que lo fue, él era Hwang Hyunjin, él tenía muchos atractivos aparte de su pene.
Sonrió victorioso y volvió con Seungmin, que había vuelto a mirarlo esta vez con una copa de vino tinto en las manos. Posó sus ojos en la servilleta antes de conectar con los ojos emocionados de Hyunjin.
—¿En serio aceptó salir contigo?
—¡Para que chupes, cabrón! Te dije que era completamente capaz de domar mi polla. ¿Ahora quién es el tonto? —Le sacó la lengua, irradiando felicidad. Seungmin rodó los ojos y volvió a tomar de la copa de vino. —Ah, no, no. No me ignores, Seungmin. Dilo, quiero oírte decir: ¡Ohh, Hyunjin eres tan inteligente incluso cuando tú polla está agonizando por la abstinencia!“.
—Vale, yo no quería escuchar eso.-Admitió Renjun con una sonrisa incómoda.
—Yo sí me siento orgulloso de ti, Hyunjin —acota Jeno, más que borracho—, controlar el libido no es fácil ¡Venga esa mano! —Exclamó el mayor chocando los cinco a duras penas con el contrario.
Seungmin volvió a poner los ojos en blanco y no opinó mientras Hyunjin presumía el número de la chica.
Sentía que su amigo se arrepentiría luego, pero Seungmin no podía decir a qué venía ese sentimiento, y por el momento, con la satisfacción de haber conseguido que hyunjin tomara iniciativa, no pudo obligarse a pensarlo demasiado.
*ninfómano: persona que posee una adicción incontrolada al sexo.
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