Capítulo 1.
Cómo soñaba con hablarle a Kim Seung Min y admitir de una vez por todas lo que sentía cada vez que lo veía sonreír. Para él, no existía persona más maravillosa y bella que su compañero de clases con piel clara, cabello castaño oscuro levemente alborotado, ojos negros y personalidad brillante que lograba alegrar sus días. No obstante, éste ni siquiera sabía de su existencia.
De acuerdo, eso último era una exageración. Claro que Seung Min sí sabía quién era, incluso habían hablado unas cuantas veces gracias a las clases en las que la buena suerte se ponía de su lado y los profesores le indicaban hacer un trabajo en equipo con él... Pero no había nada más entre ellos. No podía siquiera decir que eran amigos, lamentablemente.
Hwang Hyun Jin era demasiado tímido como para hablar acerca de cosas que no tuvieran relación alguna con la clase o para pedirle al contrario que intercambiaran sus números de teléfono. Por supuesto, no se perdía ni una sola publicación en las redes sociales de Seung Min, pero jamás se atrevía a dejar un comentario o un simple “Me gusta” para hacerle saber que estaba atento.
Por más que le gustaba la idea de que una oportunidad se presentara ante él por arte de magia, sabía bien que eso no iba a pasar. Fue entonces que empezó a buscar una buena manera para confesar sus sentimientos.
A tan sólo tres calles hacia la derecha de aquella preparatoria que había visto nacer al primer amor de un adolescente, se encontraba la popular cafetería de nombre Sweet Fantasy*. Muchas personas, sobretodo estudiantes, la visitaban a diario por no poder resistirse a sus únicos y deliciosos postres, pero se sabía bien que nada le ganaba a su pastel con fresas, relleno de más de esas frutas y crema batida; éste era su especialidad.
¡Esos pasteles eran un verdadero deleite! Sin embargo, para conseguir uno era necesario levantarse muy temprano y estar dispuesto a esperar en el exterior del establecimiento, pues los pocos pasteles así que preparaban por día se vendían a menos de diez minutos de haber abierto el lugar. Nunca duraban más de eso en el mostrador, estaba comprobado.
Una tarde, después de clases, el joven alto de piel pálida y lacio cabello negro llamado Hyun Jin salió de la escuela en compañía de su mejor amigo. Había estado distraído casi todo el día, armando un plan “a prueba de fallas” para conquistar al chico que lo hacía suspirar diariamente.
—Entonces, sólo debo comprar un famoso pastel con crema batida y fresas, de los que venden en Sweet Fantasy... ¿Estás seguro de que el corazón de Seung Min será mío con eso? —Cuestionó el pelinegro.
—Ah... Tal vez estás exagerando, Hyun Jin —respondió su acompañante, un simpático chico un poco más bajito que él, soltando una risa nerviosa y permitiendo así que se notaran sus brackets—. Le pedí a Bang Chan que le pidiera a Chang Bin que le pidiera a Felix que le pidiera a Ji Sung que le preguntara a Seung Min cuál es su postre favorito, pero no creo que un pastel sea suficiente para enamorar a una persona. Sabes que es más complicado que eso.
—Bueno, pero Bang Chan dijo que Chang Bin dijo que Felix dijo que Ji Sung dijo que Seung Min dijo que ama ese pastel con toda su alma, ¿no?
—¡Ah! ¡Basta! ¡Entre más repetimos los nombres de todos los involucrados, más confuso es esto! —Infló sus mejillas por unos momentos—. Todo sería más sencillo si tuvieras el valor de hablarle a Seung Min directamente.
—¡Oye! ¡Lo haré! —El más alto intentó defenderse—. Le hablaré cuando consiga un pastel que pueda regalarle.
—¿No crees que se preguntará por qué quieres obsequiarle un pastel? —Se llevó su dedo índice a la barbilla, imaginando una posible reacción por parte del castaño que tenía al corazón de su amigo Hyun Jin latiendo como loco—. Además, ¿qué le dirás si quiere saber cómo supiste que ese pastel es su preferido? ¡Pensará que eres un acosador!
—¡Detente, Yang Jeong In! —Ordenó, dejando que el pánico se apoderara un poco de él.
El más bajo no pudo evitar reír con fuerza al ver el rostro sonrojado de su mejor amigo. Estaba claro que sin importar qué sucediera, él iba a apoyarlo en todo momento. Después de todo, el pelinegro había hecho lo mismo por él cuando no podía dejar de pensar en su ahora novio Bang Chan.
—Tranquilo, estaba bromeando. En verdad dudo mucho que Seung Min pueda llegar a pensar mal de alguien.
—¿Te molestaría llegar a la escuela sin mí mañana? —Preguntó por fin.
—Oh, ¿pasarás por Sweet Fantasy antes de venir?
—Sí, debo hacerlo —Hyun Jin asintió un par de veces—. Es la única manera de conseguir el pastel que le gusta a Seung Min.
—Está bien —sonrió de lado—. No te preocupes, hablaré con Bang Chan y le pediré que pase por mí.
—Muchas gracias, Innie. Eres el mejor.
Continuará.
*Sweet Fantasy significa “Fantasía dulce” en inglés.
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¡Hola! Abrí una cuenta en Inkitt más que nada para tener un respaldo de mis fanfics y creo que no hay mejor opción que empezar con EL PRIMER FANFIC DE STRAY KIDS QUE ESCRIBÍ EN TODA MI VIDA, leerlo es un golpe de nostalgia para mí. Espero que sea de su agrado.