01
Los rumores sobre la sexualidad del rey nuevamente fueron un gran tema de conversación para los habitantes del pueblo.
Seungmin un poco frustrado mandó a llamar a sus guardias, ordenando acabar con todos aquellos que esparcieran esas falsedades.
¿Falsedades? Ja.
—Guardia Hwang, necesito tu ayuda—el mencionado asintió—. Los demás pueden irse.
Cuando la habitación solo tuvo la presencia de ambos, el ambiente cambió. La tensión que ahora invadía cada esquina del lugar se podía sentir a kilómetros.
—Para que esos rumores comenzaran, alguien tuvo que habernos visto. Debemos de tener más cuidado—suspiró cansado.
—No. Debemos de acabar con esto—anunció el guardia.
—¡¿Qué?! ¡Claro que no!
—Puede ser peligroso—habló nervioso—.Tiene que casarse, si no lo hace los rumores aumentarán—finalizó con tristeza en su voz.
—Pero...
—Es lo mejor para los dos—interrumpió.
Antes de que el rey hablase, se retiró.
Seungmin no quería acabar con eso. Quería mantenerse cerca a él. Renunciar a su lugar como rey se había convertido en una idea demasiada tentadora.
Huir lejos del reino junto a su guardia, vivir felices el resto de su vida. Era un gran anhelo que terminó antes de comenzar.
Conseguir una esposa. No, no quería eso. Lo único que quería era tenerlo a él como esposo, ¿pero cómo lo haría? Nunca aceptarían que la pareja del rey sea un hombre.
Entonces...