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Kyungsoo
— ¿Por qué estás tan arreglado?— pregunta Sangjoo, apoyándose en el lateral de su camión y observándome.
—No estoy arreglado. — Tomó otra caja y la meto en la parte trasera de mi camión de correo.
Cuando vuelvo a salir, Sangjoo sigue de pie mirándome.
—Lo estás. Tienes los labios brillantes.
—Es brillo de labios. Llevo brillo de labios todo el tiempo. — Quizá no el rímel, pero no lo menciono.
—Hmmm. — No parece convencido mientras me mira de arriba abajo. —Algo es diferente.
Sangjoo me triplica la edad y está felizmente casado. Si no lo estuviera, le diría que se perdiera. Su esposo hace las mejores galletas espolvoreadas que he comido nunca, y Sangjoo
me trae algunas al menos una vez a la semana.
— ¿Te cortaste el cabello?
—No. — Me paso el cabello trenzado por encima del hombro.
Siempre lo mantengo trenzado cuando estoy en el trabajo para que no me estorbe. Además, siempre llevo un lazo atado al final. Puede que sea un cartero, pero puedo hacerlo bonito. Tengo que hacer algo para animar este mono azul marino.
—Muy bien. Solo te lo pregunto porque estás muy hermoso esta mañana. — dice, renunciando a lo que he hecho diferente hoy.
Sin embargo, tiene razón, aunque no lo admitiré. Si lo hago, empezará a sacarme información. ¿La gente cree que los salones de belleza están llenos de chismes? La oficina de correos lo ve todo de
primera mano.
Hoy me he maquillado un poco más, pero eso no es decir mucho.
Normalmente me pongo un poco de brillo en los labios y lo doy por terminado, pero esta mañana he tenido algo de tiempo extra. No tiene nada que ver con un solitario sexy que está en mi ruta.
Tal vez comprobé si el misterioso solitario recibía algún paquete hoy, pero no es gran cosa. Le entregan algo todos los días.
¿Qué diablos está pidiendo todo el tiempo? Como siempre está en casa, supongo que todo el día. Y no solo digo que siempre está en casa porque está ahí durante el día. No me lo he encontrado ni una vez en el pueblo de UN Village.
Aquí todo el mundo se conoce. Es casi imposible no cruzarse con la gente en algún momento, por eso no salgo con nadie del pueblo.
Aunque por él, haría una excepción y no solo porque no tendría que arriesgarme a encontrarme con él si las cosas no funcionaran. Así de grande es mi enamoramiento.
—Te necesitamos en el frente, Kyungsoo. — La voz de Joeonwa llega a través de mi radio y lo tomó de la cadera.
—Voy para allá. — respondo antes de saludar a Sangjoo y cerrar la puerta trasera de mi camión.
Me meto el portapapeles bajo el brazo mientras me dirijo a la parte delantera del edificio. La mayoría de los camiones ya se están retirando y tengo que ponerme en marcha pronto.
Llamo a la puerta abierta de Joeonwa y me hace un gesto para que entre.
—Tengo una queja de tu ruta.
— ¿De verdad?— Arrugo la nariz en señal de sorpresa.
Soy el único conductor que sabe dónde vive casi todo el mundo en el pueblo. No es frecuente que reciba una queja.
Si lo hago, es porque algo se ha roto dentro de su caja, lo que sé que tiene que haber ocurrido antes de que llegara a mi almacén. Trato todas mis cajas con mucho cuidado. No hay nada peor que estar emocionado por la llegada de algo y que no sea lo que esperabas.
—Es de ayer.
—Oh, Gayoon hizo mi ruta ayer. Recuerda que me tomé el día libre.
Gayoon sustituye a cualquiera que se tome el día libre o echa una mano si tienes más entregas de lo normal. Por lo general, puedo manejar UN Village fácilmente por mi cuenta.
—Sí, lo sé. Solo quería ponerte al corriente de lo que ha pasado. Supongo que este tipo pensó que Gayoon llegaba tarde y era maleducada. Dijo que nadie más que tú debe entregar sus paquetes. Si estás fuera, entonces sus paquetes deben esperar hasta que vuelvas.
— ¿Qué?— digo riendo. — ¿Puede hacer ese tipo de petición?
—No es típico, pero debe conocer a algunas personas en algunos lugares altos porque vamos a asegurarnos de que solo tú dejes su basura.
— ¿Quién es este incluso?— Antes de que las palabras salgan por completo de mi boca, ya tengo una idea de a quién se refiere Joeonwa.
Mi solitario sexy. No creí que le importara mucho, ya que solo gruñe. Pero eso no me ha impedido intentar hablar con él. O el mega enamoramiento que ha cobrado vida propia.
—Jongin Kim.
Asiento. —Tengo un paquete para él hoy.
—No te da problemas, ¿verdad?
—No. — En todo caso, creo que él pensaría que soy un problema.
Puedo ser un poco entrometido cuando se trata de él, pero es difícil no serlo. Es nuevo en UN Village, y lo único que sé de él es que construyó
su hermosa casa. Una casa de la que nunca sale.
—Muy bien entonces. Ten cuidado ahí afuera. —
Le doy a Joeonwa un saludo antes de salir por la puerta y ponerme en camino.
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Mi mañana se alarga hoy. Normalmente el día pasa en un santiamén, pero lo único que hago es contar las paradas hasta llegar a casa de Jongin.
Entonces se me ocurre una idea terrible. ¿Qué haría Jongin si llegara tarde? Normalmente lo veo asomarse a través de las cortinas cuando bajo por su largo camino de entrada. Me lo imagino dentro de su casa paseando de un lado a otro. ¿Qué hay en estas cajas?
— ¡Kyungsoo! — me llama mi mejor amigo Junmyeon cuando llego al restaurante. Voy a dejar un paquete en Sew Be It, que está al lado.
Los deliciosos olores que salen de la cafetería me hacen rugir el estómago. —Ven a comer con nosotros.
Me giro para verlo a él y a su prometido Yixing saliendo de su coche. Él fue la razón por la que me tomé el día libre ayer. Él y Yixing por fin se van a dar el —sí, acepto— y ayer nos probamos
trajes y vestidos. Esto se ha estado gestando desde la secundaria, y estoy tan feliz de que finalmente suceda.
—Ven con nosotros. Yo invito. — añade Yixing.
Sé que solo trata de engatusarme con la esperanza de que le cuente algunos detalles sobre la despedida de soltero de esta noche. Sabe que me doblaré como una silla barata, pero es una pena que sea Min quien la organice y se haya quedado callado.
—De acuerdo. — acepto, consultando mi reloj. Esto me hará llegar tarde. Además, el restaurante es mejor que el sándwich de pavo que tengo metido bajo el asiento del camión. —Deja que deje esta caja y voy para allá. Pídeme un licuado de fresa.
Sonrío mientras me pregunto cómo reaccionará Jongin al verme llegar tan tarde. Le pido un trozo de pastel de la panadería para compensar. Quizá hoy consiga algo más que unos cuantos gruñidos.
