UNICA PARTE
Harry sentía que tenía el trabajo más aburrido del mundo, pero al mismo tiempo el más precioso. Era aburrido esperar a que alguien decida entrar por la puerta y a veces solo era para mirar las joyas, pero al mismo tiempo era emocionante ver como una persona encontraba una joya indicada para su persona especial.
Era un jueves en la noche, la oscuridad se había hecho presente hace varias horas y Harry estaba estaba leyendo una revista esperando que alguien se haga presente en la joyería. Era estúpido dejar abierto hasta tan tarde, la gran mayoría de personas se presentaba en la mañana dónde la luz se reflejaba en las joyas y brillaban al igual que los jóvenes que observaban el anillo indicado. Habían mucho tipo de joyas, estaban los largos aretes, los collares llenos de perlas, pero sus joyas favoritas eran los anillos, pero no cualquier anillo, los anillos de compromiso. Era hermoso ver como su mirada cambiaba al imaginarse a su pareja con el anillo que iba a portar y definir sus vidas para toda la vida.
Que pena que el no puede hacerlo aún.
El rizado aún no encuentra a la persona adecuada, solo espera algún día hacerlo, pues tenía 25 años y sentía que cada segundo que pasaba, menos tiempo tenía para encontrar a su otra mitad. Era un poco triste ver como las personas admiraban el anillo con admiración por su persona especial. Harry esperaba llegar a estar así por alguien algún día.
Harry sacude su cabeza y pasa a la siguiente hoja de su revista, le resta importancia a la persona que pasa por la puerta, pues su mejor amiga Selena se encarga de la joven rubia que entraba por la puerta.
-Buenos días. Mi nombre es Taylor y quería buscar un anillo para mi pareja. A ella le gusta el color azul y plateado, había visto un anillo muy bonito en su revista, no estoy segura si aún lo tienen.- dice la joven rubia con nerviosismo, mientras señala el anillo azul en la revista.
-Claro que lo tenemos- dice Selena acercándose hasta una vitrina de al fondo, mientras Harry terminaba su revista y observa como la puerta es abierta de nuevo.
-Hola, Styles. Necesito un anillo para Zayn- dice su mejor amigo Liam.
-¿No habías elegido uno ya?- dice Harry confundido mientras Liam asiente.
-Sí, pero lo escuché decir que ama el color plateado. El color turquesa ya no es una opción.- dice Liam con nerviosismo, mientras Harry asiente y se agacha para buscar los anillos turquesa. El rizado comienza a explicarle el significado de cada joya, mientras Liam sonríe a uno en específico y lo señala con entusiasmo. -Al parecer, el recién llegado ya se tiene que ir- dice Harry mirando al anillo que recién fue encargado
-No me entusiasmes tanto, seguro Zayn cambia de opinión de su color favorito mañana- dice Liam soltando un gran suspiro, mientras Harry soltaba una risa mientras ponía el anillo en su pequeña caja blanca de la tienda y le colocaba un lazo turquesa.
-Que te parece si mejor te lo guardo, en vez de comprarlo- dice Harry viendo a Liam asentir con prisa.
-¿Me puedes traer el que guardaste ayer?- dice Liam mientras Harry asiente soltando una risa comenzando a buscar por los cajones de al fondo. Harry rueda los ojos al ver a su amigo pasearse por las vitrinas para buscar otro anillo.
-Bien, voy a buscar un lazo para la decoración de la caja. Un segundo- dice Selena mientras pasaba la tarjeta de compra y después de entregársela a la rubia que estaba en una llamada, busca con prisa el lazo azul en los cajones de al fondo de la tienda.
A unas cuadras se encontraba una hermosa iglesia, estaba decorada de pies a cabeza, cada invitado portaba una sonrisa llena de emoción y admiración por la pareja que se iba a casar próximamente, bueno, no todos estaban entusiasmados. Un joven de ojos azules se veía en el espejo y no le gustaba lo que observaba. Digamos que amaba como el vestido se acomodaba a su cuerpo, amaba el velo que caía hasta el suelo, pero no le gustaba pensar que al salir de ahí, sería parte de una vida junto a alguien que no creía que era la persona indicada.
La duda lo mataba y lo hacía darse cuenta del gran error que había cometido. El de ojos azules siempre se sintió con esa duda existencial de que las almas gemelas existen, no totalmente de un amor a primera vista, pero si que había alguien para cada uno. Sus padres le decían que eso eran tonterías, pero Louis era un omega que conocía personas que le decían que encontrar a tu pareja destinada, era real. Podía observar las miradas que las personas se daban si eran almas gemelas o no. Esa mirada era especial. Tal vez no era amor a primera vista, pero podías sentirlo y ahora él se estaba a punto de casar y no sentía emoción alguna. Sentía desesperación y mucho miedo.
Así no debía sentirse.
Mientras todas las personas estaban esperando sentadas en sus respectivos asientos a que la música de boda se haga presente, mientras sus padres estaban afuera de su puerta, listos para entregarlo al hombre de su vida, no sabían que Louis había puesto la puerta con llave y abrió la ventana con dificultad, porque necesitaba encontrar a su verdadero destino.
Selena estaba algo desesperada al intentar buscar el lazo azul que decoraba la caja, se iba a dar por vencida hasta que encuentra varios envueltos en una manta blanca. Por otro lado, Taylor ya comenzaba a gritarle al teléfono y Liam la miraba algo confuso. -Mierda, mierda. Me tengo que ir. ¡Muchas gracias por su amabilidad!- dice la joven rubia mientras agarraba la caja del mostrador y comenzaba a caminar con prisa.
Liam mira algo confuso a la joven que se alejaba con prisa y luego de unos minutos se coloca en el mostrados para ver una caja blanca sin un lazo turquesa.
-Em...¿disculpen?- dice Liam mientras Selena y el rizado volteaban a verlo. -¿Qué sucedió con el listón turquesa?- dice el castaño confuso mientras Selena se acerca confusa.
-¿Estás seguro que tenía un lazo?- dice Selena mirando la caja por todos lados.
-Sí, yo le puse- dice Harry acercándose.
-Entonces...- dice Selena mientras abre sus ojos como platos. -La joven se llevó el anillo equivocado- dice asustada mientras Harry la observa con los ojos como platos. -Tengo que alcanzarla- dice la joven comenzando a correr, pero antes de llegar a la puerta se tropieza un poco por los altos tacones que debía usar.
-Yo lo hago- dice Harry mientras agarra la caja del anillo y comienza a correr por donde Liam le indicó que la joven rubia de había ido.
-¿Cuál se llevo?- dice Liam nervioso, mientras Selena lo observaba apenada.
-El turquesa- dice viendo como Liam soltaba un suspiro.
-Ese era el más caro. Puedo pagar por el plateado ahora- dice Liam sonriendo, mientras Selena suelta una risa.
Lo iban a matar, Louis sabía que lo iban a matar, sus padres le iban a gritar, su familia lo iba a despreciar por el gran cariño que le tenían a la familia de su prometido, o bueno, ex prometido o como se le diga a la persona que abandonas en el altar. El de ojos azules no entiende porque su ex prometido pensaba que eran el uno para el otro, no sabía si era para complacer a sus padres o por otra razón, pero Louis sabía que él no sentía lo mismo.
Diablos, Louis acaba de abandonar a un buen alfa en el altar.
Aunque a este punto, mientras corría por las calles de Nueva York, sin salida, sin algún conocido para llorarle sus penas. Solo se dedicaba a correr, hasta que se termine tropezando por los pequeños tacones que estaba utilizando, porque sabía que a pesar de todo...
Era lo correcto.
Por otro lado, no muy lejos, Harry estaba perdido, no había visto una cabellera rubia por varios minutos y ya no sabía ni por donde correr, se iba a dar por vencido, hasta que a lo lejos observa a una joven rubia salir de una cafetería, y corre, porque sabía que era la compradora y debía darle el anillo correcto.
Louis detiene sus pasos y suelta un gran suspiro, mientras se toca su cadera y siente su celular vibrar, no quiere contestar, porque sabe quiénes son y de solo pensar que ya se dieron cuenta que no estaba, corre con mayor velocidad y dobla en una esquina.
Harry no siente sus piernas por lo rápido que estaba corriendo, tal vez demasiado rápido que no se da cuenta que las piedras que arrojaban los niños en la mañana se encontraban tiradas en la vereda dónde corría. Suelta una mano de la caja para que no se abra con el movimiento, pues tiene que detener su caída y se agarra de una pared cercana, cae en una rodilla y suelta un gran suspiro, aleja su mano de la pared y esta a punto de cerrar la caja del anillo cuando observa a un castaño de ojos azules con un bonito vestido de compromiso muy agitado.
El joven era muy bonito y lucía adorable con sus mejillas sonrojadas, pero...esperen un segundo....
Harry observa como todo el mundo los observaba y mira al sonrojado joven que no hace más que mirarlo confundido.
-Hey- susurra el joven de cabello castaño asombrado y...wow.
-Hey- dice con la misma impresión el de ojos verdes sin levantarse. -¿Te quieres casar conmigo?- dice el rizado intentando que el pequeño joven le siga el juego para que ambos no se humillen frente a la gran cantidad de personas que los miraban con ternura y asombro, o al menos eso es lo que piensa el de ojos azules, sin saber que el de ojos verdes al ver al omega fue lo primero que se le pudo ocurrir.
-Claro- dice el joven de ojos azules con una adorable sonrisa, mientras el de ojos verdes se levantaba y colocaba el anillo en su dedo.
-¡Beso! ¡Beso!- dice la multidud, mientras ambos jóvenes se sonrojan y se miran con timidez.
-¿Uno rápido?- susurra el rizado viendo al más pequeño asentír. Ambos se besan con prisa mientras la multitud suelta sonidos de ternura y emoción por los recién comprometidos.
Las personas comenzaban a dispersarse hasta que nadie los observaba a detalle. Ambos sueltan varias carcajadas y el de ojos azules se saca el anillo sonrojado. -Creo que esto no me pertenece- dice entregandole el anillo al rizado.
-Pero si ya hasta tienes el vestido puesto- dice Harry mientras el más pequeño suelta una risa.
-Creo que primero deberías saber mi nombre para eso. Soy Louis y es un placer conocer...bueno...a mi prometido, al parecer-dice Louis mientras Harry soltaba una risa.
-Soy Harry y el gusto es mío- dice Harry mientras comienza a caminar junto al menor. Se había olvidado de la joven rubia que tenía el anillo equivocado y solo comenzó a contarle como llego hasta ahí, restandole importancia al no saber el paradero de la rubia, mientras que Louis le cuenta que diablos hacía corriendo por las calles con un vestido de novia.
Ambos le restaron importancia a todo lo que sucedía a su alrededor y solos se dedicaron a hablar sin algún paradero alguno, sin saber que habían encontrado a su destinado, gracias a un anillo equivocado.
Se hizo lo mejor que se pudo prdon
Espero que les haya gustado
Que la vida te sonría,
Dani :3