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Tranquilo, cariño.

Summary

La calma de JiMin siempre sería Jungkook. Fluff Os

Genre:
Romance / Fantasy
Author:
Hee♡
Status:
Complete
Chapters:
1
Rating:
n/a
Age Rating:
16+

Única Parte.

Jungkook observaba continuamente el reloj de la sala mientras intentaba distraerse cocinando la cena, seguramente JiMin se enojaría con él por usar su cocina pero sinceramente JungKook se estaba muriendo de ansiedad esperando que en cualquier instante el hermoso pelirubio entrara por aquella puerta principal.

—Diablos —murmuró soltando un suspiro al ver la pequeña cortada en su dedo índice tras haber hecho un mal movimiento al estar observando casi por millonésima vez el reloj colgado.

Dejando el cuchillo de lado, llevó su dedo hacía sus labios succionando suavemente para limpiar la sangre, después decidió enjuagarlo con agua y buscar en los cajones alguna caja de curitas que tuviera JiMin a la mano.

Éste siempre se andaba lastimando los dedos al ser un poco distraído a la hora de cocinar, o de hacer cualquier manualidad. Aunque más que distraído podría considerarse algo torpe, sin embargo, a Jungkook no le gustaba pensar aquello de JiMin. Él simplemente estaba en su mundo cada que dejaba que su mente se llenara de ideas, era alguien muy brillante.

Al encontrar la curita y habérsela puesto en su dedo herido, siguió con la labor de preparar el Tteokbokki rosa que tanto le gustaba a JiMin. La salsa era una especialidad de la familia Jeon, y Jungkook se había tomado la molestia de llamar a su madre para pedirle la receta paso por paso al recordar que había sido el favorito de JiMin cuándo la visitaron el verano pasado en Busan.

Recordar aquel viaje le hacía sonreír con cariño y nostalgia, más que nada porque extrañaba su casa y extrañaba ver a JiMin y a su mamá convivir juntos. Sonrió para sí mismo mientras cortaba de nueva cuenta la cebolla.

Miró una última vez el reloj notando entonces que pronto serían las ocho de la noche, giró su vista buscando su teléfono sobre el comedor y entonces notó aquella luz blanca que estaba predestinada únicamente para los mensajes de JiMin.

Dejando el cuchillo de nueva cuenta sobre el mesón caminó hacía el comedor para poder ver el mensaje que JiMin le envió.

Era corto y realmente fácil de leer.


Mimi: Voy en camino.

Hora de envío: 19:30


Era un mensaje demasiado simple para ser JiMin, normalmente éste solía enviarle algún emoji o comentarle algo más sobre su día lo cuál le hizo soltar otro suspiro.

—No demorará en llegar —se dijo a sí mismo regresando a su labor sin responder el mensaje, de igual forma sabía que JiMin no lo miraría.

Su respuesta escueta le hacía pensar que otra vez había tenido un mal día lo cuál le ponía sumamente triste y sobretodo le hacía sentirse inseguro. Jungkook odiaba esos días.

Veinte minutos después escuchó pasos en el pasillo que luego terminaron en el sonido de unas llaves y finalmente la puerta siendo abierta, Jungkook levantó la mirada de los platos que estaba lavando hacía el pasillo esperando escuchar la voz de JiMin. Voz que no llegó.

Curioso, dejó los platos a medio enjuagar, tomó un trapo para secarse las manos y salió de la cocina en dirección a la sala. Entonces lo vio allí frente a la puerta con la mirada gacha, los puños apretados y el fleco que en aquella mañana había estado bien peinado ahora caía sobre sus ojos impidiéndole ver su expresión completa.

—¿Mimi? —murmuró Jungkook acercándose lentamente al chico quién soltó un suspiro tembloroso.

Ni siquiera había cerrado la puerta, aún tenía los zapatos puestos y el maletín siendo apretado en uno de sus puños.

—Hola Gukkie —murmuró con voz rota dándose media vuelta para cerrar la puerta.

—Cariño, dejaste las llaves pegadas en la cerradura otra vez —le habló con suavidad Jungkook acercándose por completo a él para abrir la puerta, retirar las llaves y nuevamente cerrar.

Dejó las llaves en el mesón de la entrada.

—Cierto, lo siento soy demasiado torpe —contestó con una risa seca que carecía de gracia. Jungkook frunció el ceño mientras le quitaba el maletín de la mano y lo dejaba a un lado del mesón.

—Claro que no Mimi, eres el chico más inteligente que conozco, no entiendo porqué dices eso —JiMin volvió a suspirar retirando por fin sus zapatos y acercándose al cuerpo de Jungkook quién estaba frente a él.

—Sólo tú piensas así de mi Gukkie —levantó la mirada enseñándole a Jungkook sus tristes e hinchados ojos.

Nuevamente JiMin había estado llorando en el auto antes de llegar al apartamento.

—MiMi —susurró con dolor Jungkook notando como lentamente aquellos hermosos ojos avellana que tanto amaba se iban empañando debido a las lágrimas.

JiMin no lo soportó más y terminó tirándose en brazos de quién él sentía era la única persona que podía darle refugio, paz, tranquilidad y sobre todo amor cuándo las cosas no iban bien.

—Me rechazaron de nuevo Gukkie, dijeron que no tengo lo que necesitan, que me falta madera para el trabajo —sus sollozos lastimaban a cualquiera que le escuchara, casi se sentía como escuchar a un ángel llorar de dolor —. Me menospreciaron de la peor forma, no entiendo qué está mal conmigo ¿enserio soy tan malo?

—Claro que no cariño, eres excelente. Ellos no saben de lo que se están perdiendo, no te dan la oportunidad porque temen de lo que puedes ser capaz —Jungkook sintió su corazón estrujarse cuándo JiMin le apretó con más fuerza entre sus brazos.

Jungkook decidió cargar en brazos a JiMin, permitiendo que éste enrollara sus piernas en su cadera y le abrazara con ganas por el cuello mientras escondía su rostro justo allí.

Caminó hacía la cocina recordando que la estufa estaba encendida con el Tteokbokki rosado cocinándose. JiMin seguía sollozando y murmurando palabras inteligibles mientras Jungkook acariciaba con cariño su espalda casi arrullándole para poderlo tranquilizar.

Al revisar que todo estuviera en orden y su comida no corriera peligro, decidió sentar a JiMin en el mesón no sin antes haber revisado que estuviera limpio.

—Mimi, vamos cariño respira un poco —susurró con dulzura cuándo JiMin se negó a soltarlo del cuello y sacar su rostro del hueco.

—No quiero que me veas de nuevo así Jungkook, estoy harto de sentirme insuficiente, sé que no tengo experiencia pero aún así nadie quiere contratarme, nadie quiere darme la oportunidad de demostrarles que puedo ser un excelente trabajador —respiró hondo consciente de que estaba hipando gracias a su desgarrador llanto —. Estoy harto de no poder contribuir en el apartamento y que seas tú quién paga todo, que no pueda ayudarte en nada ni siquiera poder comprarte un regalo.


—Mi JiMinnie —murmuró con una tierna sonrisa Jungkook cuándo consiguió que JiMin lo soltara y le mostrara su precioso rostro.

Sus ojitos irritados y brillantes, las lágrimas aún cayendo por sus mejillas, su nariz rojita y sus labios en un adorable puchero.

—Gukk basta, no quiero ser una carga otro mes más —le miró a los ojos fijamente —. ¿Hay algo mal en mi?

—Por supuesto que no cariño, no hay nada de malo en ti —Jungkook acarició sus mejillas retirando así aquellas lágrimas que seguían derramándose de sus preciosos ojos, suspiró —Mimi, te he dicho que puedo darte empleo en mi empresa.

—Es que eso no sería justo Jungkook, sé que Taehyung estaría de acuerdo pero no quiero un trato especial —Jungkook negó con la cabeza.

—Sabes bien que... —JiMin lo cortó.

—Sé bien que serías incapaz de tratarme como un empleado más. Tienes un bufet importante de abogados Gukkie, ¿qué quieres que haga yo ahí? Esa no es mi profesión —Jungkook miró hacía otro lado soltando un suspiro.

—Si aceptaras estoy seguro que podríamos abrir el área internacional que Taehyung quiere, tú hablas excelente inglés, francés, chino y japonés —enumeró con sus dedos teniendo una corta sonrisa en sus labios —. Te encargarías del área internacional cariño, trabajarías con otras personas, no estarías bajo mi mando si es que te preocupa que no pueda tener mano firme contigo.

Jungkook se alejó sólo unos pasos para bajar la intensidad de la llama al mínimo, le faltaba poco al Tteokbokki para estar listo, al tiempo decidió servirle un vaso con agua a su precioso rubio quién aún hipaba gracias al fuerte llanto que ya había mermado casi en su totalidad.

—Es una inversión muy grande Gukk, no quiero que hagas eso sólo por que soy incapaz de conseguir empleo —susurró aceptando el vaso que le ofrecía JungKook tomando sorbos pequeños.

—Claro que lo hago por ti, pero no porque no confíe en tus capacidades, lo hago porque creo que tienes el potencial para hacer grandes cosas. No eres incapaz de absolutamente nada Minnie, y te he dicho que es un proyecto que ha tenido en mente Taehyung, necesitamos traductores para ello y tú eres el mejor que conozco por eso te harías cargo por completo, serías el jefe cariño —JiMin negó con la cabeza.

—Hay gente más capacitada para ser el jefe que yo, Jungkookie —dejó el vaso a un lado suyo suspirando al ver el ceño fruncido de Jungkook.

—¿Sabes cuál es el problema? —JiMin negó con la cabeza en silencio.

Jungkook lo observó unos segundos antes de mirar nuevamente la estufa, decidió entonces apagarlo dejando que la comida reposara unos minutos y tomó a JiMin nuevamente en brazos quién se dejó hacer.

Caminó hacía la sala dejando a JiMin unos segundos en el sofá mientras caminaba hacía la ventana y abría las cortinas de par en par. Entonces regresó por JiMin esta vez cargándolo en su espalda para que tuviera un buen panorama y poderlo tener cerca aún en sus brazos.

—Gukkie...

—Mimi ¿qué ves frente a ti? —preguntó observando los altos edificios de la ciudad de Seúl.

—¿Uh? ¿Edificios? —preguntó inseguro de que era lo que buscaba conseguir Jungkook con aquello. Se abrazó con más fuerza al pecho del castaño.

—¡Correcto! ¿Crees que un chico recién graduado de ingeniería o de arquitectura pudieron estar involucrados en la creación de alguno de esos edificios? —JiMin lo pensó en silencio.

—No, probablemente no.

—¿Por qué no?

—Bueno, supongo que no dejarías a un inexperto con un millón de wones y materiales costosos para que se equivoque y construya algo mal o haga mal unos planos —Jungkook sonrió.

—Ese es el problema Mimi, es inexperto porque nadie le da la oportunidad de experimentar, de cometer errores y de crecer en cuanto experiencia —miró la ciudad unos segundos en silencio —. Estoy seguro que en más de un edificio tuvo que ser participe de su construcción algún novato, haya sido como ayudante, como pasante, como mero observador, pero debieron haber.

—¿Tú crees? —susurró cerca de su oído al inclinar su rostro más cerca del de Jungkook.

—Por supuesto Mimi, la gente merece oportunidades aún siendo inexpertos, en eso se basa el poder ganar experiencia —regresó hacía el sofá para dejar a JiMin sentado allí, se arrodilló frente a él con cariño observando sus aún muy irritados ojitos y su tierna nariz rojita —. No eres ningún incompetente y no está mal que tomes la ayuda de una mano conocida.

—Pero Gukkie —Jungkook besó la punta de su nariz con cariño haciéndole callar.

—Mimi no te digo que te hagas cargo sólo porque eres tú, lo digo porque sé de lo qué eres capaz y confío en tu conocimiento y tu audacia e inteligencia —Jungkook acarició con dulzura sus mejillas —. Yo también estuve en tu lugar hace muchos años hasta que pude llegar hasta dónde estoy gracias a alguien que confió en mi y en mi título, y ahora soy dueño de un bufet y tengo un gran socio.

—Tú y Taehyung son excelentes abogados —alegó JiMin con un puchero.

—Nos abrimos el camino cariño, no la tuvimos fácil tampoco pero ese es mi punto. No quiero que te desanimes, ni que dudes de tus capacidades —Jungkook se inclinó aún más cerca de JiMin —. Es válido llorar y sentirse triste por el rechazo, pero lo que es inaceptable es sentirse incapaz de lograr tus objetivos.

—Gukkie —los ojos de JiMin se llenaron de lágrimas nuevamente.

—Yo creo en ti Mimi, creo en tu inteligencia y en tus habilidades, te creo capaz de todo por eso sabes bien que mi propuesta seguirá en pie incluso si consigues trabajo —Jungkook sonrió con amor secando aquellas lágrimas traicioneras que se escabullían de los ojos de su amado —. Hago todo esto porque te amo JiMin, y no espero una retribución en lo absoluto, simplemente amo cuidar de ti cómo tú cuidas de mi, es mutuo ¿entiendes?

—Lo entiendo, te amo Gukkie, gracias por darme ánimos —susurró escabulléndose entre los brazos de JungKook para un abrazo reconfortante —. Si llego a tomar tu propuesta ¿puede ser a mi manera?

—Será como tú quieras, amor —se quedaron en silencio abrazados permitiéndose sentir al otro cerca, escuchando sus corazones sincronizados y el calor del otro abrazarle —. No te rindas, lo harás bien amor, todo saldrá bien.

—Gracias Gukkie —después de unos minutos en silencio, JiMin volvió a hablar —. ¿Hiciste Tteokbokki rosado?

JungKook soltó una carcajada divertido al escuchar el estómago de JiMin rugir después de aquella tierna pregunta.

—Así es, le pedí la receta de la salsa a mi madre, quería animarte o felicitarte cuándo llegaras a casa —JiMin se separó lentamente de Jungkook soltando un suspiro enamorado.

—Entonces podemos comer, muero de hambre.

—Claro que si precioso, vamos te serviré un buen plato.

Se levantaron del sofá dirigiendo sus pasos a la cocina y mientras Jungkook servía todo lo necesario para sentarse a comer en el comedor, JiMin lo observaba con ojos llenos de amor. Jungkook siempre era su empujón para seguir adelante, era alguien importante que lo alentaba a diario y le daba todo su apoyo, amor y comprensión.

Gracias a él es que JiMin podía seguir en pie, y Jungkook pensaba lo mismo, JiMin era casi que indispensable en su vida, era la persona que lo impulsaba a ser mejor siempre y que le apoyaba en todo momento cuándo lo necesitaba e incluso cuándo no.

Se tenían el uno al otro y eso era lo más importante entre las adversidades.

Tranquilo cariño, yo organizaré el comedor tú sólo siéntate allí a disfrutarlo —mencionó Jungkook hacía JiMin cuándo lo vio con la intención de llevar los platos al comedor.

—Pero Gukkie —Jungkook plantó un dulce beso en sus labios haciéndole callar.

—Ve amor, déjamelo a mi.

Definitivamente eran afortunados de tenerse mutuamente.





Hola, éste es un pequeño borrador que tenía guardado entre mis archivos. Espero que les guste, lo disfruten y lo apoyen.

Avísenme si les gustan éste tipos de escritos, tengo varios así que si recibe apoyo podría comenzar a subir otras historias similares y de otras temáticas.

Adiós!

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