Capítulo Único.
Escuchó un bufido tras su espalda más un espeso silencio que comenzaba a inquietarle.
—Kookie —la dulce voz de su profesor llegó a sus oídos sin embargo, Taehyung se negó a girarse, temía aunque quisiera negarlo la reacción de Jungkook.
—Está bien amor termina de vestirte tranquilo, no quiero que el imbécil de Kim te vea —escuchó el sonido de lo que aparentaba un beso, Taehyung rodó los ojos.
—Puedo oírte, Jeon —se quejó con molestia, más se mantuvo firme en su lugar siendo ignorado olímpicamente por el pelinegro gruñón —. Avísenme cuándo pueda girarme.
¿Cómo es que terminó en esa situación con ese par? Pensó que Jungkook odiaba al profesor de biología, sin embargo, ahora que analizaba el comportamiento del chico durante los últimos siete meses, Jungkook no parecía odiar al profesor Park, por el contrario, parecía obsesionado con el pequeño rubio de carismática personalidad pero con un genio de mil demonios.
—Ya puedes girarte —escuchó el suave susurro de la voz de su profesor.
Haciendo caso giró sobre sus pies aún cruzado de brazos para observar a los dos hombres frente a él. Su profesor estaba completamente sonrojado peinando con manos temblorosas sus cabellos rubios mientras Jungkook estaba de pie a su lado con el ceño fruncido, la mandíbula tensa y su cuerpo sumamente rígido.
Taehyung suspiró.
—Pensé que odiabas al profesor Park —comenzó a hablar ignorando la mirada sorprendida del profesor hacía su amigo —. No te agradó desde el primer día.
Jungkook frunció aún más su ceño.
—¿Me odias? —JiMin arqueó la ceja en dirección al pelinegro ignorando por unos instantes al estudiante frente a ellos —. No me habías dicho eso.
—¿Cómo crees que te odiaría, bonito? Me parecía insoportable la manera en la que me humillabas en clase —aclaró con un tono divertido hacía el mayor, sus ojos brillaban al verlo ignorando ambos ahora a Taehyung quién observaba incrédulo la interacción —. Sabes cómo odio no tener la última palabra.
Para sorpresa de Taehyung, el profesor Park rió divertido echando ligeramente la cabeza hacía atrás. Una sonrisa honesta que nunca había visto en el rostro de Jeon apareció mientras observaba a su profesor reír con gusto. ¿Estaban acaso en una relación? Jeon se veía enamorado del pequeño adulto.
—Todavía sigo aquí —carraspeó llamando la atención de ambos, suspiró descruzando sus brazos para mirar en otra dirección ante la mirada de los susodichos sobre él —. De verdad que no entiendo nada.
—No necesitas entender nada, Kim —la voz de Jungkook salió brusca y venenosa hacía él —. Deberías aprender a tocar la maldita puerta.
Jungkook estaba más que molesto por la intromisión de su amigo. Taehyung sonrió con sorna mientras miraba el salón de clases, aparentemente Jungkook no se percataba en dónde estaban.
—Por si lo olvidaste, estamos en la universidad Jeon, el que debería aprender a no coger con sus profesores en las aulas eres tú —el cuerpo del profesor Park se tensó ante su comentario —. Sin ofender profesor, no es el primero en la lista de Jeon, lo creía más inteligente.
—¿De qué diablos estás hablando? —gruñó Jungkook queriendo acercarse al castaño sin embargo, la mano de JiMin en su camiseta se lo impidió —. Minnie, suéltame le voy a tumbar los dientes.
—Koo, para por favor —el profesor apretó su agarre soltando un suspiro —. Kim sólo está molesto.
—¿Molesto? —preguntó Jungkook con incredulidad, Taehyung miró hacía el suelo con los puños apretados —. ¿Era JiMin de quién hablabas, Kim?
La pregunta de Jungkook hizo que el malestar en aquella aula aumentara. JiMin observaba entre ambos alumnos con preocupación todavía sosteniendo la camiseta de Jungkook impidiendo así que hiciera algo imprudente. El silencio se prolongó en el aula ante la falta de respuesta de Taehyung, Jungkook gruñó aún más molesto.
—¿Sabías que le gustabas a Kim? —esta vez se dirigió al pequeño rubio quién le observó con un puchero ante su tono de voz brusco, Jungkook suspiró tomándolo de la cintura para besarle el puchero con cariño —. Lo siento amor.
—Está bien —murmuró, nuevamente estaban ignorando la presencia de Taehyung —. Lo sospechaba, nada más, las cartas que me llegaban... descubrí que eran impresas desde la empresa de papelería de su familia.
Jungkook arqueó una ceja levantando su mirada hacía Taehyung quién sonrojado seguía con su vista clavada en el suelo.
—No es justo que te quedes con él —mencionó finalmente el castaño —. Merece algo mejor, profesor Park.
—¿Y se supone que tú eres esa mejor opción, Kim? —se burló Jungkook manteniendo la cintura de JiMin apresada —. Creo que alguien no conoce su lugar.
—¿Hablas de mi? —Taehyung levantó la mirada hacía ellos viéndolos abrazados —. ¿Qué hay de ti? Podría ir justo ahora y delatar al profesor Park.
—Podrías pero no lo harás —Jungkook sonrió —. ¿Crees que Lee se fue simplemente porque su familia lo quiso así? —la sonrisa creció en el rostro de Jungkook al ver la sorpresa aparecer en el rostro de Taehyung.
—¡Kook! Me dijiste que no tuviste nada que ver con que trasladaran a Lee —se quejó JiMin llamando la atención de ambos chicos —. ¿Qué hiciste?
—¿Yo? Nada amor —su sonrisa cambió a una más dulce mientras se inclinaba para besar la mejilla del rubio —. No tuve nada que ver, era enserio.
—¿Entonces?
—Es diferente que mi padre haga algo cuándo le digo —se encogió de hombros indiferente —. Lee iba a tratar de extorsionarte, yo no iba a permitir aquello.
—Transfirieron de universidad a Lee porque los descubrió juntos, ¿eso estás diciendo? —Taehyung parecía aún más incrédulo si era posible.
—No nos vio en la universidad si es lo que estás insinuando, Kim —Jungkook le dio una mirada de soslayo antes de apretar su agarre en la cintura del rubio —. JiMin fue conmigo a un evento en una de las nuevas empresas Jeon —comenzó a explicar mientras Taehyung los observaba con atención —. La empresa reportera de los Lee estaba allí para cubrir el evento, resulta que el señor Lee permitió que su hijo Dongmin asistiera como ingeniero, por supuesto, notó la presencia de JiMin y luego mi presencia junto a él.
—¿Qué sucedió? —esta vez pareció preocupado por su mueca de confusión.
—El joven Lee tomó un par de fotos de nosotros juntos en el evento, en realidad, nada comprometedor a excepción de unos cuántos besos pero en general, era de nosotros con diferentes socios y clientes —JiMin suspiró con malestar recordando lo sucedido —. Nosotros no notamos nunca su presencia, fue después que recibí un correo anónimo con aquellas fotos, estaba tratando de chantajearme para qué sus notas se mantuvieran entre las mejores y así no dar aviso a la universidad sobre mi cercanía con Kook.
JiMin miró hacía otro lado con un suspiro tembloroso ante el recuerdo todavía más vívido en su memoria. Había estado distante aquellos días de Jungkook sin saber si era correcto contarle sobre la situación o no; cuándo Jungkook llegó unos días después en plena madrugada a su apartamento no lo resistió ante la insistencia del pelinegro y descargó todo lo que llevaba ocultándole aquella semana. Jungkook le prometió resolverlo, efectivamente, cuatro días después se dio el anuncio al curso de Jeon que el estudiante Lee Dongmin había sido transferido a España y no regresaría hasta final de carrera.
Los correos también se detuvieron después de aquel anuncio y fue un verdadero alivio para JiMin quién prometió contarle de ahí en adelante cualquier situación a Jungkook, además de, por supuesto, no volver a alejarse de ese modo.
Había sido una tortura para ambos.
—¿Cómo es que lo transferiste? —Taehyung estaba intrigado por ello mirando ahora hacía el pelinegro.
—Manejo todas las relaciones públicas, privadas y sociales de las empresas Jeon; tengo una muy estrecha relación con el hijo dueño de una universidad en España —aclaró con una sonrisa prepotente —. Simplemente moví mis hilos un poco de ese lado y luego mi padre lo hizo de este lado comprando la empresa reportera de los Lee —volvió a encogerse de hombros cómo si no fuera nada.
—¿Cómo supiste que era Lee?
—Por favor —Jeon bufó —. Aunque el correo era anónimo, el hecho de que pidiera únicamente la mejora de sus notas lo hizo evidente —rodó los ojos —. Además rastreando el IP del correo daba directamente a la empresa reportera de los Lee, era sumar dos más dos.
—Un momento, ¿me estás amenazando cuándo soy tu amigo? —Taehyung frunció el ceño señalando su propio pecho con indignación al darse cuenta de las implicaciones.
—Bueno, tú comenzaste diciendo que delatarías a JiMin, yo simplemente te di un ejemplo de qué podría suceder si consideras esa opción —Jungkook sonrió ladino sin querer soltar el cuerpo de JiMin —. Además te gusta mi JiMin, y eso no puede ser.
—¿Tuyo? —Taehyung suspiró incrédulo ante el sonrojo del profesor y el asentimiento firme de Jungkook —. El profesor no es tu juguete Jeon.
—¿Quién dijo que lo era? —el pelinegro arqueó una ceja —. Me tomó un mes y medio hacerle ver que somos el uno para el otro, no voy a dejar que nadie lo aleje de mi.
La manera en la que Jungkook hablaba sobre JiMin dejaba mucho que pensar a Taehyung, sonaba posesivo y más que eso obsesivo sin embargo, parecía importarle poco a JiMin quién sonrió con sus mejillas todavía sonrojadas.
—¿No le parece obsesiva la manera de hablar de Jeon sobre usted, profesor Park? —el rubio ladeó la cabeza con aparente confusión.
—Kook no es obsesivo —negó con la cabeza mirando sobre su hombro al pelinegro quién le observaba fijamente —. Es sobre protector y lo entiendo.
—¿Lo entiende? —Taehyung abrió la boca sorprendido —. ¿Qué se supone que entiende?
—Que no quiere perderme —JiMin se encogió de hombros con timidez —. Escuche Kim, agradezco su preocupación aunque es innecesaria, Kook es incapaz de hacerme daño, él simplemente me cuida del resto, estoy bien con ello.
Taehyung se mordió la lengua, Jungkook había hecho un excelente trabajo envolviendo al adulto en su red. Jungkook era alguien sumamente inteligente tanto para los negocios, cómo para tratar con las personas, al igual que en los estudios. Era alguien calculador, detallista, analítico y sobretodo alguien que sabía como manipular a la perfección. Taehyung lo conocía bastante bien, conocía el nivel de psicopatía que el pelinegro poseía.
—¿Fuiste responsable de los cinco alumnos desaparecidos? —murmuró finalmente recordando aquel incidente de varios meses atrás.
Jungkook le observó en silencio unos segundos antes de sonreír mientras JiMin levantaba la mirada hacía el pelinegro, éste retiró su mirada del castaño para posarla en el rubio cambiando su sonrisa por una más suave, peinó sus cabellos con cariño sacándole un suspiro adorable al adulto.
—¿De qué me estás acusando, exactamente?
—De sacarlos del camino, recuerdo que todos ellos en algún momento dijeron en voz alta su interés por el profesor Park —murmuró Taehyung con un nudo en la garganta —. Hoseok está en la lista.
—¿El joven Jung? —a JiMin le dio un escalofrío que tensó el cuerpo del pelinegro cosa que no pasó desapercibida para Taehyung —. Le pediré amablemente que no mencione a esas personas, Kim.
La voz de JiMin cambió ante el tema, la mirada de odio que recibió de parte de Jungkook hizo que los vellos de su nuca se erizaran ¿habría sucedido algo para que Jungkook desapareciera incluso a su amigo? Probablemente, Hoseok había tenido una personalidad conflictiva, aunque todos lo creían alguien amigable y sociable tenía sus problemas para mantener su pene dentro de sus pantalones. ¿Podría ser...? Taehyung no quería considerarlo. Pero aquella vez que Hoseok mencionó cómo le encantaría follarse el redondo culo del profesor Park podía recordar perfectamente haber tenido que cargar el inconsciente cuerpo del pelirrojo hasta enfermería después de que Jungkook estrellara con rabia su cabeza contra la mesa de la cafetería repetidas veces.
Hoseok se había recuperado pero no había vuelto a mencionar al profesor, al menos no frente a Jungkook y cuándo lo hacía el temor de ser escuchado parecía perseguirlo.
¿Habrían hecho algo aquellos chicos que desaparecieron? Taehyung no podía afirmarlo cómo tampoco podía descartarlo por completo.
—Mi relación con JiMin no es de tu incumbencia Kim, y sería bueno que simplemente olvides tu enamoramiento por él —la voz de Jungkook lo sacó de sus pensamientos —. Cómo dije, JiMin es mío y no voy a permitir que nadie me separe de él.
Finalmente Jungkook soltó a JiMin acercándose lentamente hacía el castaño quién se mantuvo firme en su sitio con su mirada clavada en la oscura del pelinegro. Cuándo estuvieron frente a frente, Taehyung sintió nuevamente el terror recorrer su cuerpo como cientos de veces lo había hecho por alguna acción del menor.
Si, Jungkook podía ser menor que él pero era tan intimidante que lo reducía a temblores y lo hacía sentir pequeño sin siquiera intentarlo.
—Espero que entiendas lo que eso significa —murmuró muy cerca de su rostro —. Creo que sabes muy bien de lo que soy capaz Kim Taehyung, así que espero seas inteligente y olvides a JiMin, él es mío.
—Jeon —Taehyung agachó la mirada incapaz de mantenerla sobre los ojos del pelinegro —. Lo vas a espantar tarde o temprano.
—¿Eso crees? —la burla estaba en su voz —. Me he encargado todos estos meses de que sepa que soy la única persona que lo amará de la manera que él merece, me ama tanto como yo lo amo. Así que si te atreves si quiera a mirar en su dirección con otros ojos que no sean de profesor-alumno te haré arrepentirte de haber nacido con vista —su tono había bajado varias notas siendo un susurro entre ellos —. JiMin no me dejará jamás.
—Estás loco —murmuró con su cuerpo temblando.
—Kookie, ya, deja de intimidarlo —la dulce voz del profesor hizo que Jungkook retrocediera sólo un poco.
—Puede ser, pero no quita lo que soy capaz de hacer por mi JiMin —finalmente retrocedió por completo permitiéndole ver la mirada preocupada de JiMin —. No le hice nada, amor, sabes cómo soy.
JiMin sonrió divertido ignorando el temblor en el cuerpo de Taehyung.
—Porque sé cómo eres te digo que ya lo dejes, creo que fue suficiente Koo.
—Bien, tú ganas —el chico soltó un suspiro rendido haciendo reír al rubio —. Vamos bonito, tenemos que irnos para la cena con tu hermano.
—Es cierto —el rubio miró su reloj de muñeca haciendo una mueca —. Yoon llegará en dos horas al apartamento.
—Entonces vamos —girando su cabeza miró al castaño quién mantenía su mirada clavada en el piso, sonrió prepotente —. Te veré en estos días Kim, saludos a tu hermano.
Taehyung se tensó consciente de lo que aquello significaba. Seokjin era su vida entera, y la amenaza estaba implícita allí de manera burlona.
—Claro —forzó una sonrisa cuándo vio al profesor caminar hacía Jungkook —. Que tengan una buena velada.
—Sabía que recapacitarías Kim —Jungkook lo apreció por unos segundos antes de mirar a su profesor —. Ve a mi auto amor, saldré después de ti.
Le entregó las llaves recibiendo un asentimiento, el profesor Park le dio una rápida mirada sonriéndole cortésmente antes de salir a paso veloz de allí murmurando cosas inteligibles para ambos adultos jóvenes.
—¿Viste algo hoy, Kim?
—No, no vi nada —contestó rápidamente —. Ya sabes Jeon, somos amigos.
—Por supuesto que lo somos —el pelinegro sonrió —. Hablaré con tu padre, seguramente Seok podrá recibir un tratamiento mejor, tengo algunos contactos.
—Te lo agradezco —el nudo en su garganta creció —. Seguro mi padre lo agradecerá también.
—Sé que si —Jungkook palmeó su hombro antes de comenzar a alejarse —. Nos vemos entonces, Kim.
—Claro.
Jungkook sonrió para sí mismo mientras caminaba por los vacíos pasillos de la universidad. Uno menos en su lista y sin tener que deshacerse de él.
Y si, todo había sido un elaborado plan en la mente de Jungkook, él sabía que Kim tenía un enamoramiento por su rubio, sabía que JiMin estaba sospechando pero hasta no estar seguro no le contaría, sabía que Kim había planeado esa tarde confesarse a su hermoso rubio porque lo había escuchado hablarle a Seokjin sobre eso; a su hermano en coma.
Jungkook siempre iba varios pasos adelante, su padre lo había educado bien para ser un verdadero hombre de negocios, una mente brillante y maestra, lo que nunca supo era lo psicópata que era su único hijo. Jungkook siempre tuvo problemas para controlar su posesividad, con amigos, con cosas, incluso con el cariño de su padre. Su madre murió en el parto por lo que siempre habían sido ellos dos contra el mundo.
Tenía una imagen que mantener por lo que trabajó muy duro para ocultar aquella faceta tan espeluznante de él, eso hasta que conoció al profesor Park. Su nueva obsesión, el amor de su vida. Le tomó semanas acercarse al hombre pero lo hizo poco a poco, de forma inteligente, siendo sutilmente coqueto, demostrándole su astucia y enamorándolo sin que JiMin fuera realmente consciente de ello.
Se deshizo de cada persona que intentó algo con su adorado rubio. No sólo estudiantes, sino profesores e incluso desconocidos que quisieron algo más que una mirada de él. Yoongi, el hermano mayor de JiMin había sido capaz de ver a través de su falsa carátula pero el hombre le agradaba, él sabía que no habría mejor persona para cuidar de su hermano menor que Jungkook.
Incluso si Jungkook tenía veintiuno y JiMin veintiséis, eso era lo de menos para ambos. Jungkook había demostrado cientos de veces que podía proteger a JiMin incluso de sí mismo y eso para Yoongi había sido suficiente.
Tal vez muchos juzgarían el aceptar aquello, pero Yoongi también sabía que oponerse era ser enemigo de Jungkook y eso resultaría alejándolo de su hermano; Jungkook se encargó de ser indispensable para su pequeño hermanito—aún cuándo se llevaban dos años— estaba seguro de que JiMin elegiría a Jungkook sin pensarlo así que era mejor estar del lado correcto en dónde todavía podía estar pendiente de JiMin porque Jungkook se lo permitía.
—¿Todo en orden con tu amigo? —preguntó JiMin una vez que Jungkook subió al auto —. No quiero que nos delate, te dije que en la universidad no, Kook.
—Perdóname mi amor, es que estás tan bonito cómo siempre —Jungkook se inclinó tomando sus mejillas para besarle dulcemente —. Taehyung no dirá nada, te lo prometo.
JiMin observó aquellos ojos oscuros que tanto amaba. Él era consciente de lo enfermo que podía llegar a actuar Jungkook, era consciente de que no era sano y que el pelinegro tenía serios problemas tanto de posesividad cómo de celopatía. Pero nada de aquello le importaba, no estaba seguro de cómo pero JiMin sentía que no podía vivir sin Jungkook, no le importaba cómo actuara y sus sádicos métodos. JiMin nunca se alejaría de Jungkook y le bastaba contar con el apoyo de su hermano mayor.
—Bien, vamos a casa entonces, Yoon me escribió hace unos minutos —Jungkook asintió dándole otro beso antes de abrocharse el cinturón y comenzar a conducir.
JiMin desde un comienzo intentó por todos los medios alejarse de Jungkook y falló brutalmente, había caído en las garras de su estudiante pero no importaba. Era feliz con el chico.
—Te amo, Jungkookie.
—Te amo más mi precioso, mío.
Ambos se sonrieron completamente enamorados.
Jungkook no dejaría ir a JiMin, JiMin era suyo, de eso estaba completamente seguro.
Hola!
¿Cómo están?
Vengo aquí con un nuevo one-shot de mi larga lista de borradores. Espero les guste esta temática y la disfruten.
Eso es todo, ¡gracias por leerme!
Hee♡
