🔱 Nuevo comienzo 🔱
La guerra, siempre fue perturbante, Enid nunca le gustó la guerra, solo quería esperar a que esto acabará, Dimitri decidido ir a la misma capital de Enbarr a acabar de una vez por todas con Edelgard, hasta hace poco, él les dice que es su hermanastra, fue una noticia sorprendente.
La joven de dos trenzas caminana por el monasterio, en donde solía estudiar con sus compañeros, sus zapatos resuenan por el suelo, además de que se encontraba en silencio, mañana se dirigirán a Enbarr, aunque ella no estaba tan segura si lograría ayudar, aún recordaba las palabras de su hermano, quien estaba perdido ahora...
-Solo quiero que el sufrimiento de está guerra se acabe... Por favor... Escucha mis súplicas diosa.- miró al techo.
Volteó a atrás porque sintió que alguien más estaba ahí, era su profesor, él tiene un aura misteriosa, es algo que siempre pensó Enid, dio una leve sonrisa a su profesor, él también le devolvió la sonrisa, la joven se acercó en silencio, tal vez requería algo de ayuda, de todas formas ella estaría dispuesta ayudar a su profesor, Enid comenzó a notar que el monasterio era un pasillo lúgubre, pero lo importante era que estaban a salvo por ahora en éste lugar, hasta que recuperarán el orden de todo lo que ha pasado en ésta guerra.
-Profesor, ¿necesita algo?- preguntó.
-No, en si Dimitri te busca, pero hemos notado todos que has estado algo ida, pero él principalmente quiere platicando contigo.- dice serio.
-¿Ida? ¿En serio?- suspiró -¿Dónde está Dimitri?- apretó un su mano un poco.
-En su habitación, te ésta esperando.
-Oh... Gracias profesor.-- se va.
Enid comenzó a caminar de manera apurada, no quería haberle desperdiciar tiempo a Dimitri, cuando conoció a Dimitri en la academia y conoció mas de él, ella se enamoró de él, pero debía aceptar su lugar, ella no era de la realeza, tal vez se case con Ingrid, ella es hermosa e inteligente, o con Annette, a pesar de ser algo torpe tiene bellas intenciones y tiene talento, pero éso no quitaba que ella amase a Dimitri con todo su corazón, dio una pequeña sonrisa al recordar cuando hizo un intento de cocinar y le quedó mal la comida, ella estaba por ayudar pero Dedue lo hizo, además de que él cocinaba excelente.
O cuando entrenaban, ella usaba la espada y él su lanza, también recordaba esas risas que Dimitri daba, eran muy lindas a sus ojos, sino quedaba con ella no le importaba, tenía muchos recuerdos bellos con Dimitri, y puede decir que fue hermoso amarle de esa forma.
Más que aliados.
Más que amigos.
Quería amarlo como pareja y futuro esposo.
Tocó la puerta, se escuchó su voz que pasará, Enid entró a la habitación, estaba ordenada a decir verdad, creía que la habitación sería un poco... Desordenada, cerró la puerta, y la verdad se sentía horriblemente nerviosa, ¿había notado su estado ausente?, ella estaba así porque la guerra realmente la deprime, claro, después de estar involucrada muchas veces, pero fue elección de ella, el querer servir, el querer luchar por su patria, y no le gusta las injusticias, lo cual ella está aquí, en está guerra, que ya está por acabarse, mañana mismo.
-Amiga mía, siéntate.- habló calmado.
-Lo siento, su majestad.- se sentó en silencio.
-Dime Dimitri... Ahora, ¿te preocupa algo? Te he notado ida y con tu semblante caído.- fue directo al grano.
-Oh, éso... Es solo que la guerra... La guerra me deprime...- realmente no solo era éso.
-¿Segura? Presiento que es algo más.- insistió.
-En serio, en serio es éso, me pone triste, pero me alivia también que se vaya acabar.- sonrió
-A mi también me alivia Enid, pero si pasa algo más, dímelo.- sonrió leve.
-Así lo haré Dimitri, gracias.- le sonrió y se fue.
Es cierto, casi se acaba y nunca le pudo decir lo que ella realmente sentía por él, lloró un poco y se fue, en eso mira a Mercedes quien la miraba con cariño.
-¿Estás bien En?- preguntó.
-...- comenzó a llorar y abrazó a Mercedes.
Mercedes le dio consuelo a Enid, y le dio animos, puede que lo mejor era decirle cuanto lo ama al final de la guerra, pero también, calmó su trsiteza ante la guerra al menos por ahora, al menos, la guerra ya se iría, y lo iba a vivir, tal vez...
💐💐💐💐💐💐💐💐💐💐💐💐💐💐💐💐💐💐
Asintió, Byleth miró como llegó el mago de sorpesa él se interpondrá y lo acabará, uso su poder otorgado por Sothis, el pulso divino, y comenzó a ir al pasado y miró donde el mago iba a Dimitri, estaba en su posición anterior, y mató al mago quien iba a herir a Dimitri, Enid se sorprendió al ver al profesor y sonrió, la batalla final y decisiva había empezado, entre todos los estudiantes acabarían con ella, con esa forma que adquirió.
Entre todos la atacaron y fueron cuidadosos con sus ataques y luego ella cayó, todos decidieron retirarse, Enid pudo ver en el hueco de la puerta a Edelgard tirada de rodillas, a Dimitri y el profesor, de ahí ella no supo nada, y miró como Dimitri salió como reclamador de la victoria.
Hubo una celebración, un gran festín Enid estaba en el balcón, así que vio el final de todo, y sentía un gran alivió, miró al rey, y le dio una sonrisa, en un mes sería coronado como rey, pero no quería decir algo, ya ha de estar dolido con la muerte de Edelgard, el rubio se puso a su lado, y se miraba más nervioso de lo normal.
-¿Estás bien?- preguntó la chica.
-Oh, es solo que... El profesor me contó que moriste y me confesaste tu amor... Y él tiene un poder para regresar el tiempo, para evitar eso.- se queda callado -éso... Eso fue un milagro.- sonrió.
-...Wow... Si... Fue, fue un milagro...- volteo su cara sonrojada.
-Enid... Mírame, tengo que decirte algo.- dijo com seriedad y urgencia en su voz.
Enid voltea para ver a Dimitri, quien estaba sonrojado de sus mejillas, y estaba nervioso, ella lo miraba en silencio, él tomo su mano, ¿qué estaba pasando?
-Enid... Tú... ¿Quieres casarte conmigo?- preguntó nervioso.
-Tú, ¿de verdad...?- dio una sonrisa y lloró un poco -¡sí! ¡Si quiero casarme contigo!- exclamo y lo abrazó.
El joven del parche correspondió a su abrazo y acarició su cabello, era el momento más feliz de su vida, ahora tiene que ponerle el anillo.
Ambos se dejaron de abrazar y Dimitri le coloca el anillo, una vez más se abrazaron y se dieron un beso en sus labios, jurando amor eterno entre los dos.
💐💐💐💐💐💐💐💐💐💐💐💐💐💐💐💐💐💐
-¡Uf! Realmente fue un lindo libro.- habló la joven de una coleta.
-¿Qué lees cariño?- preguntó el joven rubio.
-Éste libro, podrá ser algo cliché, pero realmente se siente el amor con el cual está escrito, trata de una devota guerrera y su amado rey.- se rió.
Dimitri rió ante lo dicho de Enid, ambos estaban en la sala de estar, él estaba en su computadora haciendo trabajo, Enid se la pasó leyendo libros para acompañarlo, pero ya le estaba entrando el hambre, quería comer algo con su amado.
-Dimi~, ¿podemos ir a comer algo?- hizo ojitos de cachorro.
-Claro mi amada, después de todo ya casi acabo estos documentos.- sonrió.
La oji-azul celebró y se fue a cambiar de inmediato, se puso un vestido sencillo y unas zapatillas de plataforma y un bolso de colored pastel, se colocó perfume y se sentó, cuando Dimitri acabó ambos salieron de la casa a comer algo, estaban hablando sobre su trabajó.
-Oh si, mañana tengo que empezar a tradicir unos libros, y me pidió uno Hubert.- se rió.
-Me alegra que mi amada tenga reconocimiento en sus traducciones, tienes un gran talento, mañana, tengo una junta que la dirigirá mi hermana.- sonrió.
-Mándale saludos a Edelgard de mi parte, ¡ah!- saca un libro -¿se lo puedes dar a Edel? Me pidió la traducción de éste libro.- sonrió.
-Por supuesto.- tomó el libro.
-En la tarde me veré con Mercedes, Ingrid y Annette, y tal vez llegué tarde.- bebió un poco de su agua.
Dimitri asintió, él estaría en casa porque lo mas probable es que haría mas trabajo, ambod estaban casados, y probablemente estén ya esperando un hijo, sus vidas estaban destinadas estar juntas en cualquier lugar, tiempo y era.
Su amor era puro, e incluso en la muerte se amaron tanto.