Único.
Durante mucho tiempo disfrutamos de este amor.
Nosotros, nuestros cuerpos, nuestros corazones, nuestros propios lobos sintieron una fuerte atracción desde el primer momento en que nuestros ojos se cruzaron.
Esos ojos azules, profundos, piel de porcelana, labios redondos y gruesos, maravillosa sonrisa y tú inexplicable forma de actuar.
Todo aquello me enamoró desde un principio.
Todo sin razón alguna.
Recuerdo cuando me robaste un beso, un beso que hizo recorrer un fuerte escalofrío en todo mi cuerpo.
En ese momento desconocía la razón del beso que me diste.
Porque, ¿Quién diablos le roba un beso a un desconocido?, al parecer tú.
Después de aquella situación intenté saber quién era “el chico de ojos azules”.
Mi Alfa internamente me decía que debía buscarte, que debía volver a sentir esos labios carnosos que tanto me habían encantado desde el principio y ¿Por Qué no debería seguir por primera vez lo que me dice mi propio ser?
Así que lo hice.
Le imploré a la luna que me permitiera verte de nuevo, sentir tu tacto de nuevo.
¿Sabes?, Le agradezco totalmente a la luna, porque cumplió mi petición.
Te encontré de la peor forma...aún siento impotencia cada vez que pienso en aquello...
Estabas tan indefenso y aquel tipo se creía tan superior por ser tú Jefe.
En ese momento le di un golpe en el ojo derecho, te acuné en mis brazos como un bebé, para luego apartarte con cuidado en una esquina y así golpear con total libertad en mi forma lobuna a aquel hombre.
Después de eso te tomé en brazos nuevamente y tú hundiste tu cabeza en mi cuello, lo que no sabías en ese momento era que supe que te ocultarse así, porque sabía que no querías que yo viera tus lágrimas y que en el momento en que hundiste tu cabeza; no pudiste ocultar tú alegría y los nervios que tenías, tanto que desprendías un fuerte aroma a Duraznos y cerezas.
Te llevé a mi apartamento, te recosté suavemente en mi cama y antes que me fuera a dormir al sofá me pediste algo que automáticamente no podía negarme...
Me pediste que durmiera contigo.
Así que lo hice.
Después de eso viviste conmigo, compartimos prácticamente todo, a excepción de algo que creía muy lejos...
Tú amor.
Un día discutimos porque trajiste a Park Chanyeol a nuestro hogar. Al mes descubrí que estabas saliendo con él.
«¿Porqué?» Me preguntaba todo el tiempo.
Hasta que supe que te mantenía amenazado...¿Porqué nunca me lo dijiste?
Te ayude a terminar con Chanyeol y el mismo día donde terminaste con él me robaste un beso y me dijiste que me amabas.
Yo hice lo mismo y ese día, nos dimos besos y caricias hasta que te quedaste dormido en mis brazos.
A la semana siguiente te compré un anillo de oro, te pedí ser mi novio y henos aquí...
Diez años de novios y ahora solo quiero pedirte que seas mi esposo, por eso te entrego esta rosa, rosa que es el símbolo de nuestro mismo amor.
"Así que Park Jimin, ¿Te gustaría ser mi acompañante de vida, mi esposo? ,porque a mí me gustaría mucho." Dijo Jungkook con la rosa en su mano izquierda y enlazando su mano con la del Omega.
“Si, quiero ser tu esposo” y con esas palabras solo falta un beso para sellarlo todo.
Sellar un ciclo para iniciar otro.
Jungkook une su nariz con la de Jimin y se dan un suave beso.