Prólogo
Año 1982.
— ¡Jimin! Desayuno - exclamó su madre, HaMi.
— Voy mamá - contestó mientras miraba su reflejo en el espejo.
Pantalón de mezclilla sobre los tobillos, camiseta negra y otra a botones por debajo del pantalón pero la camisa de botones abierta dejando ver el estampado de su banda de pop favorita. Adornando con una cadena que colgaba en su cinturón.
Park Jimin, 16 años, realmente no había mucho que comentar sobre él, iba a la escuela secundaria de Seúl, jugaba tenis con su madre en las tardes, papá ausente prácticamente toda su vida. No era especialmente reconocido en algún área. Pero había algo de lo que toda su escuela estaba consciente.
Park Jimin amaba tomar fotografías a todo lo que le gustaba.
Se sentó en su ventanal con asiento y observó una pequeña mariposa color azul que volaba hasta reposar en el lirio que adornaba el mismo. Tomó su cámara Polaroid, colocó sus dos manos para tener mejor agarre y presionó el botón para sacar la fotografía. Con su boca tomó la pequeña foto y la sacudió para acelerar el proceso de revelación.
Se subió a su cama, parándose en ella y la colgó con un ganchito en el hijo colgante que iba en zig zag en la pared a la cabeza de la cama. Dio dos pasos hacia atrás y miró toda su colección. Esta iba por colores. Como le gustaba.
Jimin siempre miró el mundo con colores diferentes, que le recordaban a emociones distintas, estos son a los que el tomaba fotografía y luego colgaba en la pared a la cabeza de la cama.
Se dejó caer para sentarse en la cama y alargó el brazo abajo de este para tomar el álbum de fotos, este donde solo tenía fotografías de una persona especial para el.
Saco las fotografías que tenía en su mochila, y con una barra de pegamento comenzó a colocar cada una en las páginas del álbum mientras mordía su labio inferior y una traviesa sonrisa de formaba en sus labios.
— ¡Jimin! - volvio a llamar un poco más alto para apresurar el paso de su testarudo hijo. — Vas a llegar tarde
— Ya voy mamá - respondió nuevamente volviendo a cerrar el álbum y regresándolo a su lugar bajo la cama.
Con mochila en mano, y comprobando su atuendo una vez más, salió de su cuarto y camino escaleras abajo hasta donde se encontraba su madre sirviendo jugo al haber escuchado a su hijo bajar.
— Tienes esa costumbre de siempre llegar tarde - le hablo de forma burlona.
— Encontré una mariposa azul en mi ventanal, tenía que tomarle foto - excusó, evitando mencionar que se entretuvo mirando las fotos del hombre en su álbum.
— Siempre tomando foto a todo - sonrío a su hijo sentándose con el. — Igual a tu padre
Jimin sonrió comenzando a comer su arroz, huevo y carne.
No era que el padre de Jimin hubiese huido de sus responsabilidades, sino era que había muerto sirviendo a su país en una guerra cuando Jimin solo tenía 4 años, desde entonces siempre fueron su madre y el.
Su madre trabajaa como mesera en un restaurante promedio, ganaba lo suficiente para sobrevivir, y gracias a que Jimin era la viva imagen de su padre, su madre le compraba todo lo que necesitara para satisfacer los gustos que tenía en común Jimin y su padre.
— Ya me voy - dijo Jimin terminando su jugo rápidamente.
— Te llevo, tengo tiempo - propuso su madre y Jimin asintió.
Colgando su cámara a su cuello y los paquetes de cartuchos en su mochila, ambos se subieron a su auto. Un Camaro modelo 1980 el cual fue un regalo a su madre hacía dos años.
— Realmente me hubiera gustado darte un auto por tus 16 años Jimin - se disculpo mientras arrancaba el coche.
— No te preocupes, soy feliz de poder ir contigo, ademas, caminar tampoco es tan malo - le sonrió mientras miraba por la ventana.
Amaba como los colores otoñales adornaban la ciudad, hojas calle donde los arrójelas y flores color rojo y rosa adornaban los jardines de las zonas urbanas de la ciudad.
No tardaron mucho en llegar a la escuela donde Jimin estudiaba, después de despedirse de su madre bajo del auto para entrar en el edificio, escuchando la campana, por lo que tuvo que correr a toda velocidad hasta su casillero y tomar los libros de álgebra, que era su siguiente clase.
Evidentemente no iba a llegar a tiempo, tocó la puerta y después de escuchar a su maestro abrió la puerta, este solo negó ya estando acostumbrado a que el muchacho se aparezca tarde en su clase.
— Pasa Park, hay lugar a un lado del señor Min - avisó el maestro señalando el lugar al lado de su compañero y mejor amigo, Yoongi.
— Gracias, profesor - haciendo una reverencia fue a sentarse al lugar mencionado donde su amigo ya estaba listo para anunciarlo algo.
— Hoy hay práctica de fútbol - sonrió con un aire de perversion.
— Lo se, también hay práctica de animadores
Yoongi solo negó sonriendo por la actitud de su amigo y ambos volvieron a poner atención a su clase, aunque Jimin ponía más atención al paisaje fuera del aula, la naturaleza le llamaba mucho la atención, los colores café, naranja y rojizos daban contraste con la arquitectura blanca de su colegio, sonrió al recordar aquella persona especial para él y mordió el lápiz mientras miraba sus apuntes nuevamente.
— Park, ¿por qué no nos ayuda a resolver esta ecuación? Ya que parece que sabe tanto del tema como para no poner atención - llamó el profesor extendiendo la tiza en su dirección.
Jimin asustado por aquello volteó a pizarrón para mirar la dicha ecuación. Asintió levantándose en su lugar y acercándose para tomar la tiza. Le tomo un par de minutos resolver la extensa ecuación, pero la sonrisa en su maestro le dejo en claro que estaba en lo correcto.
— Toma asiento y presta más atención - Jimin solo asintió ante las palabras del profesor y regresó a su lugar.
El resto de las clases fueron normales, llegando la hora del almuerzo, Yoongi y Jimin se encontraron con NamJoon, otro amigo suyo que iba un grado más arriba que ellos.
— Jimin realmente le cerró la boca al maestro de química - contó Yoongi a su moreno amigo.
— Es que no es posible que no sepa que Edwin Mattison McMillan y Philip H. Abelson identificaron el neptunio como el primer elemento transuránico sintetizado - contó como si nada mientras comía de la comida en su bandeja.
— ¿No lo sabía? - preguntó NamJoon.
— No, ¿Puedes creerlo? Un elemento descubierto hace más de 40 años y no tenia ni idea - se burló causando la risa de su amigo más alto.
Yoongi claramente no tenía idea de que estaban hablando, mientras NamJoon y Jimin seguían con su tema de química como si hablaran de respirar.
¿Recuerdan que dije que Jimin no era especialmente bueno en algo? Pues esas son palabras de Jimin.
Hablemos de quien es Jimin en realidad.
Jimin es capitán del club de porristas, el cual está conformado por 10 chicas y 4 chicos incluyéndolo. Es el presidente de su clase y aparte ganó el concurso de química el año anterior, además de que el club de fotografía está detrás de él desde hacía ya dos años y el no entraba porque ya estaba con las porristas.
El rostro de Jimin es precioso, su pequeña y respingada nariz, la cual se volvía rojita al tener frío, sus mejillas que siempre parecían tener un adorable color durazno en ellas, su delgado y ejercitado cuerpo por el baile y ejercicio. Era buscado por muchas chicas, e incluso chicos.
— Hoy veras al club de fútbol entrenar - se burló NamJoon sacando a Jimin de sus pensamientos.
— ¿Que tiene? - dijo Jimin mirando a otro lado, sus mejillas se tornaron rojas por la vergüenza.
— Vas a ver al capitán del equipo - siguió Yoongi. — este día sus horarios se cruzan, deberías hablarle - animó.
Jimin siempre se sentía atraído por los colores en las personas, mentalmente siempre ponía una etiqueta de color a cada persona que se relacionaban con él, los colores marrones, y opacos siempre los odiaba, sus amigos cercanos siempre tenían un color pastel, casi siempre eran rosas o verdes, como Yoongi.
Su mejor amigo tenía una etiqueta de un precioso color verde menta, brillante, fresco. Como su personalidad.
NamJoon tenía un color naranja pastel, no muy conocido, único, energizante y aveces imprudente, ese era su amigo.
Los colores más oscuros eran los colores que más le atraían; un rojo brillante, ese color siempre lo atraía, lo llenaba de deseo, deseando que se una con su color azul Aqua para crean un bello morado.
Definitivamente el color rojo brillante era su tipo ideal. Y ese color solo lo poseía una sola persona.