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𝕮𝖊𝖑𝖔 𝕴𝖓𝖙𝖊𝖗𝖒𝖎𝖓𝖆𝖇𝖑𝖊- 𝓚𝓸𝓸𝓴𝓶𝓲𝓷

🍒𝖀́𝖓𝖎𝖈𝖔🍒

- ¡Agh.. Jungkookie!~

Era casi imposible para Jimin poder retener los gemidos y gritos de placer. Y más aún, si tenía a su candente alfa dedicándole la esmerada atención a su necesitada entrada.

Bendita manera para iniciar la mañana.

El de cabellos cerezas pasaba su lengua por todo el borde de la húmeda cavidad de su rubio, sintiendo el lubricante natural con el sabor dulzón impactar su paladar.

- Eres todo un manjar, cariño.- musita roncamente el menor dejando una última lamida antes de morder con suavidad uno de los pomposos glúteos de su novio, sacándole un jadeo sonoro.

El rubio sentía su cuerpo estremecerse, ante la maravillosa estimulación que su novio siempre le brindaba, haciéndole tocar hasta la más lejana estrella.

Siente como unas ásperas manos recorrieron desde sus nalgas y muslos hasta sus caderas, donde hace una leve presión dando indicios de que ocurriría la parte que ambos amaban.

Jungkook da varios besos húmedos en la espalda sudada de su chico, provocándole ricos escalofríos en su columna vertebral.

- Voy a entrar, bebé. Te haré sentir mejor que nunca.- musita con voz seductora cerca de su oído, recibiendo un gemido de anhelo por parte de su omega.

-Mhm Alfa.... Te necesito tanto.- jadea mientras elevaba aún más su trasero, dando una mejor vista y disponibilidad a su novio.

El mencionado sonríe ladinamente antes de estirar su mano a la mesita de noche y agarrar un condón de la caja, ahora vacía.

Jimin al ver de reojo la situación, no pudo evitar soltar risitas pícaras, mientras se acomodaba mejor sobre la almohada inclinada.

- Ya es la segunda que gastamos en dos días.- musita el rubio con diversión.

- No importa. Tengo 6 cajas más en el closet, muñeco.- dice mientras abria el sobresito y se colocaba el condón en su enorme erección.- Relájate, bebé.- dice abriendo los glúteos del contrario.

Acomoda su pene en la entrada dilatada, haciéndole soltar suspiros ante los roces de anticipación. De una vez por todas, comienza a introducir el glande hinchado, hasta que estuvo completamente adentro.

Ambos gemieron ante la gran cantidad de exquisitas sensaciones que sus cuerpos percibian. El rubio sin poder contenerse, no esperó nada para mover sus caderas contra el miembro que bien lo llenaba.

- Koo-kie..Haz-lo más rápi-do.

Ante los gemidos de súplica, el pelicereza agarra la curvatura de la cintura de Jimin y se sostiene moviéndose de manera salvaje y bestial. Este se sentía en las jodidas nubes, observando como su falo desaparecía una y otra vez dentro de las paredes resbaladizas y totalmente húmedas de su novio.

- Mier-da Jimin~. Joder...amo estar dentro de tí, precioso.- dice con su voz errática embestiando con una fuerza descomunal el interior de su chico.

- A- Alfa... ahhh!- sus gemidos salian entrecortados, mientras se adhería con fuerza a las sábanas blancas de la cama.

La habitación se encontraba impregnada de la deliciosa combinación de sus aromas: chocolate negro y peras dulces. Ese olor en conjunto con los obscenos chasquidos de sus pieles y el chirrido de la cama, hacia que la excitación se adueñara por completo de los cuerpos cubiertos por una fina capa de sudor.

Los movimientos frenéticos continuaron su curso varios minutos más, hasta que ambos comenzaron a sentirse en la cúspide del placer, siendo incapaces de aguantar por más tiempo.

- Alfa~ Muér-deme otra vez.- pide el omega mientras alzaba su cuerpo, quedando de rodillas en la cama y su espalda contra el fornido abdomen de Jungkook, quien no evitó soltar un fuerte gruñido ante la grandiosa petición de su rubio.

Sin detener las estocadas, el omega echa hacia atrás su cabeza, recostándola sobre el hombro izquierdo del menor, ofreciendo su cuello mientras gemia sonoramente. Ante tal gesto de sumisión, el alfa se dirige al área donde estaba la marca que los enlazaba, jadeando roncamente sintiéndose al límite.

Y sin poder aguantarlo más, clavó sus colmillos una vez más, escuchando a su omega soltar un gemido prolongado y sintiendo como las estrechas paredes se apresaban alrededor de su miembro. Ambos corriéndose al mismo tiempo y siendo invadidios por fuertes espasmos y y corrientes abrazadoras en sus vientres ante la intensidad del orgasmo.

- Mi omega~.-El pelicereza desencajó sus dientes de la reforzada marca y comenzó a lamerla con amor y cariño, sacándole suspiros satisfechos al mayor, quien se adhería al cuello de su hombre, sintiendo su cuerpo temblar y aún con cierta debilidad.

- Buenos días, amor - susurra el rubio con voz melosa y un poco agitada, mientras volteaba su rostro para encontrarse con la mirada de adoración de su novio.

- Buenos días, príncipe.- dice de vuelta dejando un casto beso en los labios del contrario, dando suaves caricias en la pequeña silueta de este.

- Lunas, Kook.... Lo que hicimos fue demasiado intenso y eso que no estamos en celo.- dice Jimin soltando varias risas mientras jugaba con los largos y sudados cabellos de Jungkook.

- Y no sabes lo ansioso que estoy porque esos días lleguen, Jimin- ssi.- dice con una sonrisa pervertida y dejando un atrevido beso en la mejilla de su novio antes de salir del interior de este con cuidado.

El rubio suelta un pequeño gemido ante la dulce sensación, mientras se tumbaba con suavidad en la cama de sábanas revueltas, observando a su novio quitarse el condón lleno de su semilla, amarrándolo y tirándolo en el zafacón al lado de la cama.

Y de repente, lo recordó.

- Aish Mierda!- tapa su rostro avergonzado.

- ¿Qué ocurre?- pregunta el menor preocupado, acurrucándose a su cuerpo.

- Hoy tenemos ensayo y los chicos deben de estar en la cocina en estos jodidos momentos.- suelta peinando sus cabellos hacia atrás y mordiendo su labio levemente.

- ¿Y eso qué?

- ¿Cómo que qué, Jeon? No hemos bajado y hasta aquí siento los regaños de Taetae y Namjoon por ser tan... ruidosos.

- Lo siento cariño pero~...- comienza a decir soncarrón dejando varios besos en la marca de su omega.- No es mi culpa que desde que probé el hermoso cuerpo de mi omega, descubrí que eres toda una masita descarada, tentadora y malditamente adictiva.- susurra con voz seductora cerca de su oreja, chupando el lóbulo de esta.

El mencionado muerde su labio pícaramente, dejándose mimar por su hombre varios segundos.

Aún así, regresó a la realidad y se separó, levantándose de la cama bruscamente, dejando a su alfa con cara indignada.

- Por más que trates de hacerme caer otra vez en tus redes, Jeon Jungkook, no lo lograrás.- dice cruzándose de brazos, mirándolo con una sonrisa ladina.

- Ay vamos, Mochi. Dale a tu lobinejo un poquito más de tu amor.- dice formando un puchero y encaminándose hacia su novio, quien camina hacia atrás alejándose con diversión adentrándose en el baño.

- No, no, no señorito. Usted y yo tenemos que bañarnos para prepararnos para la práctica. Así que, controle a su Kookieconda.

Jeon lo mira con ojos entrecerrados antes de esbozar una sonrisa juguetona, envolviendo la cintura de su omega con suavidad.

- Al menos, ¿podemos ducharnos juntos?

El rubio enarca una ceja, rodando sus ojos.

- Tú muy bien sabes lo que realmente va a pasar , Jeon.

- Oh vamos.. Solo piensa que de esa manera, estamos ahorrando agua, amor.- dice mientras comenzaba a bajar sus manos hacia sus glúteos.

Este lo piensa por varios segundos antes de soltar un suspiro, rindiéndose de una vez por todas.

- De acuerdo. Pero ni siquiera intentes hacer algo más.- advierte señalándolo acusadoramente.

El pelicereza eleva sus manos en rendición, antes de mirarlo con ojos chantajistas.

- ¿Ni una mamada?

- ¡JEON!

Entre risas y golpes juguetones, ingresan en la ducha, donde Jimin intentó lo más que pudo que fuera una como cualquiera.

Aunque siendo sinceros, teniendo a un alfa como Jeon Jungkook, era casi imposible que no hubiera al menos un poco de acción.

˳⸙;; ❝ 🍫🍐 ᵕ̈ ೫˚∗:

- ¿Habrán terminado?

Ante la pregunta de Seokjin, todos en la mesa lo miran atentamente antes de sonreír con malicia.

- Yo creo que sí. Ya no se escuchan los gemidos pornográficos de Jimin.- dice burlón Namjoon, mientras daba un mordisco a su sandwich de jamón y queso.

- Ahora, solo nos queda esperarlos como siempre.- Hoseok suelta un suspiro de fastidio.

- Si es que a último momento no deciden hacer "el calentamiento" por su lado y luego aparacen solo para practicar la coreografía.- dice Yoongi rodando sus ojos.

Y se podría decir que todos ya estaban más que acosumbrados a que eso terminara ocurriendo.

Antes de que se convirtieran en una pareja oficial, Jimin y Jungkook ya tenian una relación muy unida. Eran el apoyo del otro en los pasos difìciles de un baile y las palabras de aliento en momentos de inseguridad. Jungkook era un chico jodidamente tierno y muy apegado a su mayor.

Pero a partir del momento que se presentó como alfa, todo cambió a algo con más intensidad. Jimin ahora era el de los sonrojos, mientras que Jeon no sabia estar en ningún momento lejos de él. Haciendo siendo imposible disimular su atracción frente ARMY.

Denominadas como las mejores en observaciones y análisis detallados.

Meses después de la presentación de Jungkook, ambos admitieron lo que para los chicos ya era algo evidente.

Eran almas destinadas.

Desde entonces, su noviazgo comenzó a desarrollarse en abrazos amorosos, manos entrelazadas, besos robados y halagos mutuos. La casa en la que todos vivian parecía su pequeño nido de amor, donde podian expresarce con libertad y sin miedo a nada. En ocasiones, los chicos los encontraban en su formas lobunas, durmiendo acurrucados en la sala.

Su relación era algo de admirar y una para morirse completamente de ternura, con la manera tan juguetona y cariñosa en la que se trataban. Haciendo que hasta los chicos, se convirtieran en Kookmin shippers.

Sin embargo, toda esa ternura cambió drásticamente con el primer celo de Jimin que tuvo siendo pareja de Jungkook. Jimin anunció con anticipación la fecha en que ocurriría, haciendo que los chicos decidieran salir esos días para quedarse en un hotel.

Pero lo que ellos no esperaban era que cuando se supone que todo hubiese vuelto a la normalidad, era encontrar la casa hecha un jodido desastre y escuchar fuertes gemidos provenientes de los cuartos de arriba.

En ese momento supieron que sin importar el momento o los días, esos follaban igual o peor que unos putos conejos.

De ahí viene lo de lobinejo;) sin contar que Jeon tiene cara de conejo siendo un lobo interior.

- Bueno, yo creo que ya tengo la cantidad de ahorros suficientes para comprarle una silla de ruedas a Jiminie.- comenta Tae dando un sorbo a su jugo de china.

- ¿Qué dices? Ya ha pasado más de 1 año en el que Jeon le rompe el culo todo el tiempo y sigue caminando como si nada. Yo que tú, le dono esa silla a Jinie, que llegó anoche todo cojo de estar con Sehun.- canturrea Namjoon, haciendo sonrojar al pelicastaño.

- Tú cállate, idiota.

Todos ríen en conjunto, antes de ver un alegre rubio adentrarse en la cocina, vistiendo una enorme camiseta negra, que cubria solo uno de sus hombros y mostraba su rojiza marca; junto a unos leggins color blanco. Su cabello estaba húmedo y desprendía de manera suave su olor junto al de Jeon.

- Jiminie!! Por fín sales.- exclama Taehyung .- Y tu alfita, ¿en dónde lo dejaste?

El mayor de la maknae line se ruboriza fuertemente y se sienta a la mesa.

- Se está terminando de vestir. Baja en un rato.- dice mientras untaba mermelada en varios panes.

Surgió un pequeño silencio donde los chicos compartian miradas cómplices, antes de que un sonido brusco se escuchó en la mesa.

- Okey, ya no puedo aguantarme.- sale a decir Hoseok.- Tengo que preguntarlo. Jimin- ah..- este lo mira confundido.

- ¿Sí?

- ¡¿Me podrias explicar como mierdas estás normal cuando hace un rato Jeon parecía romperte en dos?! Ni Tae es tan rudo conmigo y siempre tiene que cargarme.

- ¡Hobi! Esas cosas no se preguntan.- dice el alfa dando un leve golpe en su hombro.

El cuestionado suelta una risa nerviosa, masticando un poco antes de enderazarce en su asiento.

- Creo que... simplemente soy alguien muy resistente.- dice sonriente encogiéndose de hombros.

- ¿En serio acabas de respoder eso?- pregunta Yoongi incrédulo.- Si van a hablar sobre consejos a la hora de hacer el coito, entonces hagan un puto club en otro lado.

Jimin suelta una carcajada, negando con su cabeza.

- Tú solo ignóralos, gatito. No les hagas caso a estos cachondos que tenemos como amigos ¿sí?- le susurra Namjoon a Yoongi, quien solo asintió con pesadez, sintiendo un sonoro beso en su mejilla por parte de su alfa.

En ese momento, un pelicereza se adentra en el lugar, mientras se colocaba una camisilla ajustada, sentándose junto a su omega.

- JK!! Hasta que llegas. Avanza y trágate algo. Solo faltan 20 minutos para la práctica.

El mencionado rueda los ojos ante las palabras del pelicastaño.

- Buenos días a ustedes también...- dice antes de mirar al rubio.- ¿No te han molestado, bombón?

- Es lo mínimo que podemos hacer, si tenemos que soportar como cogen a cada rato.- musita el pelinegro gruñón.

- No es nuestra culpa que ambos estemos tan buenos, y no nos podamos aguantar.- suelta Jungkook sin vergüenza alguna.

- Presumidos.

Estos solo sonríen antes de continuar su desayuno, dándose de comer mutuamente entre besos.

˳⸙;; ❝ 🍫🍐 ᵕ̈ ೫˚∗:

Luego de practicar 6 canciones, los chicos decidieron detenerse por hoy, tomando la opción de grabar varios versos de la rap line en lo que quedaba del día antes de salir a comer.

Lo que a todos les sorprendió, fue ver a un pequeño y gruñón chico con una mueca de dolor en su rostro y manteniendo una mano en su estómago.

- ¿Yoongi, qué te pasa?- pregunta Jimin preocupado.

El alfa del mencionado se voltea de inmediato y se acerca al pelinegro.

- ¿Qué ocurre, cielo? - pregunta mientras se lo abraza de lado.

- No es nada, Namjoonie. Creo que el desayuno me calló mal.- dice respirando profundamente, luchando contra las contracciones de su estómago.

- ¿No...será tu celo?- pregunta Hoseok, entrecerrando sus ojos.

- No. Yo siempre he sido muy regular y no debería de tenerlo hasta dentro de 1 mes y medio. Solo necesito descansar.- suelta un suspiro agotado antes de sonreír levemente hacia Namjoon.

Este último lo mira preocupado antes agarrar su mochila y la de su pareja, para entrelazar sus manos.

- Lo llevaré a la casa. Grabaremos en otra ocasión. Si quieren, salgan a comer y yo le prepararé un caldo de pollo a Yoongi.- sugiere el líder.

- Yo me quedaré.- sale a decir Jimin, recibiendo miradas sorprendidas.

- Jimin, no me gusta que te sobre esfuerces, no quiero que....

- No, Jin. Solo quiero practicar unos pasos que no me salen bien. Kookie se quedará conmigo para ayudarme.- el mencionado lo abrazó por los hombros y les dedica una sonrisa.

Todos comparten una mirada cómplice.

- Espero que eso no sea una excusa para cumplir su fantasía de hacerlo aquí.

- Claro que no Tae!! Nos tachas como si fueramos unos pubertos hormonales.- se queja el rubio cruzándose de brazos.

Su novio golpea su legua contra su mejilla, reteniendo una sonrisa.

- Creo que eso es exactamente lo que somos, muñeco.

Jimin se sonroja, golpeando el abdomen de su pareja, sacándole una maldición.

- Ignoren al estúpido que tengo por alfa. Les prometo que solo será para eso.

- Bien. Pero no se queden hasta tarde.

Ante esas últimas palabras, los chicos salen del enorme salón de ensayos, dejando a la pervirtida pareja completamente sola.

Jimin se voltea, encontrándose a Jungkook quitándose la camisilla, revelando su abdomen marcado con gotas de sudor y los tatuajes que adornaban su pecho. Enfocándose específicamente en la mariposa entre medio de sus pectorales.

La misma que el rubio tenía en sus costillas. Que apareció en sus cuerpos en la presentación de cada uno, mostrando aún más el como el destino los unió.

Jimin sonríe recordando varios de los momentos que vivió con él. Cuando el antes pelinegro, iba con ojitos de cachorro a colarse por las noches en su cama, pidiendo dormir a su lado con la excusa de que tenia frío y que sus sábanas estaban muy heladas. Las épocas donde lloró sintiendo como su lobo le decía que él era su pareja de vida, pero su parte humana no lo aceptaba. En su mente no hacia sentido que alguien tan tierno y tímido como Jungkook, que para él tenia apariencia de omega, fuera quien su parte lobuna identificara como su destinado.

Por eso, nunca olvidaría el día que Jungkook cumplió sus dieciocho. Cuando al levantarse, se encontró con un imponente y alto hombre. Con sus brazos ahora muchos más musculosos y con algunos tatuajes. Su ondulado cabello ahora era mucho más largo y era de un color cherry, que lo hacia ver mil veces más guapo e irresistible, derritiendo por completo al omega de Jimin y a su lado humano. Y se sintió aún más cautivado, con esos iris color rubí, brindándole el alivio que sus pensamientos inquietantes necesitaban.

Mi Jungkook era mi alfa.

- ¿Jimin- ssi?

Sale de su ensoñación y se encuentra a su novio vistiendo ahora una camiseta blanca y con las manos en los bolsillos de su pantalón deportivo y con su sonrisa de conejo.

- ¿Qué?

- Llevo llamándote desde hace más de 15 segundos y solo te me has quedado mirando mientras me cambiaba.- dice acercándose a mi cuerpo.

Siento mi rostro acalororarse, antes de carraspear un poco mirándolo retadoramente.

- Lo siento solo...- ere inútil negarlo.- ....de hecho, sí. Estaba deleitándome observando el majestuoso alfa que tengo.- confiesa sonriendo juguetonamente.

El menor le da una mirada profunda, antes de negar con su cabeza sonriente.

- ¿Ya no soy un estúpido?

Jimin lo mira con una ceja alzada.

- ¿Estás molesto por eso? Tú sabes que solo era una broma. Y creo que ya hartamos a los chicos si seguimos prendiéndonos hasta por un simple roce de manos, Jeon.- dice mientras jugaba con sus dedos.- No me extraña que piensen que somos capaces de hacerlo aquí.

Jungkook se queda en silencio por varios segundos antes de rodear la cintura del rubio.

- ¿Quieres que eso cambie entre nosostros? Yo estaría más que dispuesto a que eso sea diferente, amor. Si solo así, tú te sientes mejor.- acaricia una de las mejillas regordetas antes de dejar un pequeño beso en la punta de su nariz.

El rubio suelta un ronroneo ante las caricias de su alfa, sintiendo una sensación cálida recorrer su cuerpo.

- No, Jungkookie.- confiesa en voz baja y con una encantadora sonrisa.- Aunque no lo creas, no quiero cambiar nada de lo que hago contigo.

El pelicereza lo mira sorprendido, a la vez que sonreía sin poder creer lo que escuchaba.

- ¿Hablas en serio, Minie? Pensé que me dirias que sí.

El rubio muerde su labio y rodea el cuello de su alfa, poniéndose de puntas ante la diferencia de estatura.

- Kook, ¿acaso se te olvida que estamos conectados por un lazo? Si algo no nos gusta, lo podemos percibir sin necesidad de hablarlo. Y también recuerda, que ambos somos un asco para decir mentiras.- el alfa suelta una risa, dándole la razón.- Si no me gustase que seamos de esta manera, te lo hubiese dicho desde hace mucho y ya ha pasado un año desde que lo hicimos por primera vez. Y cabe decir, que nuestra relación no solo se basa en follar y ya. Tenemos nuestras noches de películas y las tardes donde hablamos de cualquier cosa. Hemos pasado también por situaciones difíciles y estresantes, pero aquí seguimos con 3 años de relación. Demostrando que más allá de una marca, hemos sabido demostrar nuestro amor de millones de maneras posibles.

Jungkook lo mira con ojos brillantes y acaricia su espalda.

- Tienes razón.- dice viendo como Jimin lo abraza con fuerza.- Pero sabes que si algo te incomoda, nunca dudes en hablarlo conmigo. Así como tú siempre buscas complacerme, sabes que a mí también me encanta complacerte a tí.

El mayor sonríe ante sus palabras mientras restregaba su cabecita en los pectorales de su amado, pareciendo un lindo y adorable gatito mimado.

- Eres el mejor alfa del mundo, Jungkookie. Te amo mucho.- musita dando un pequeño beso en su cuello, aspirando el rico olor de su hombre.

- Yo también te amo, mi amor. Soy jodidamente afortunado de tener al omega más bello y maravilloso del universo.- dice con cariño dejando un sonoro beso en sus cabellos dorados.

Ambos se alejan un poco para conectar su labios en un delicado beso, donde el movimiento de sus belfos expresaban los genuinos sentimientos de sus almas entrelazadas.

- Creo que debemos comenzar con la práctica, Jeon- dice el rubio sobre los labios delgados.

- Como ordene mi príncipe.

Se dan varios besos entre risas, antes de colocarse en sus posiciones. Jeon comienza a explicarle los pasos con lentitud y detalle, ayudando a Jimin de la mejor manera. Media hora después, se sientieron preparados para practicar con la música.

El ritmo de "Dimple" fue puesto una infinidad de veces hasta que el rubio se sientiera satisfecho con su trabajo. O esa era la razón que Jeon pensaba que era por la que ensayaron tantas veces.

Sin darse cuenta que el rubio solo admiraba los sensuales movimientos que hacia su novio con sus caderas y y como la camisa blanca se adheria a su cuerpo sudado, dejando ver levemente la tinta que cubria parte de su cuerpo. Y qué decir de sus muslos. Lo tenian babeando internamente.

Y decidió que ya era suficiente de sufrir mirando para gozar tocando.

Una vez terminan su parte, Jimin se acerca al celular del menor y detiene la pista, siendo observado en todo momento por su novio.

- Lo hiciste espectacular, Mochi. No cabe duda que lo tuyo es el baile.

Jimin sonríe coquetamente, comenzando a caminar hacia Jungkook. Una vez frente a su anatomía, acaricia sus brazos tatuados con sutileza, desde sus muñecas hasta sus hombros, provocando sensaciones relajantes en el pecho del contrario.

- Gracias, bebé. Aunque he de admitir que tú también eres genial. Eres el mejor maestro y....- canturree en voz baja hasta llevar sus manitos a la nuca de cabellos cheries.-... te mueves jodimemente bien. Creo que hasta mereces una recompensa.

El contrario sonríe con malicia, mientras colocaba sus manos en las caderas del rubio.

- ¿Y cuál sería esa, muñeco? - pregunta acercándose al cuello de su omega, aspirando la deliciosa fusión de sus aromas.

- Talvés... quiero cumplir la fantasía que dijo Tae.

El pelicereza gruñe extasiado, alejándose un poco para rozar sus labios con los del rubio.

- Pensé que le habias prometido a los chicos que solo practicariamos.- susurra con sus ojos dilatados y su voz un poco ronca.

- ¿Y quién dice que no se puede practicar mientras hacemos el amor?- cuestiono con une expresión atrevida.- Porque que yo sepa, hay una posición perfecta que me permitiría ensayar el movimiento de mis caderas y cintura...- sugiere acariciando desde los firmes pectorales hasta el abdomen marcado del menor.

El contrario suelta un pequeño gemido y se adueña de la cintura del rubio de manera posesiva.

Él sabia perfectamente de lo que su omega hablaba. Y más aún, si era su posición favorita.

- Pues entonces, soy todo tuyo Park. Haz lo que quieras conmigo.

Jeon le guiña un ojo antes de de alejarse un poco para deshacerse de su sudada camisa, dándole a Jimin la mejor vista de todas. Este mira cada movimiento sin parpadear, observando como su alfa se sentaba el suelo, recargando sus manos a los costados y flexionando un poco sus codos. Estira sus piernas por completo y mira al rubio con una sonrisa ladina.

》 Practica conmigo, amor.

Jimin mierde su labio un poco antes de agacharse para sentarse en el regazo del alfa, adueñándose de su boca de manera hambrienta y fugosa. Entre gemidos y suspiros ahogados en el beso, ambos quitaban sus estorbosas ropas, sientiendo como el calor se apoderaba de sus cuerpos. Dejándose llevar por la gran nube de placer y lujuria.

Sin importarles que la puerta no tenia seguro y cualquiera podia encontrarlos.

˳⸙;; ❝ 🍫🍐 ᵕ̈ ೫˚∗:

Namjoon salió del baño para ir en búsqueda de su omega, quien se le habia quedado su cartera en la sala de ensayos y se acordó cuando iban a mitad de camino.

Por más que trató de convencerlo de que podia venir mañana a buscarla cuando se sintiera mejor, decidió rendirse ante la actitud terca que tenia.

De camino, se encuentra a un Yoongi parado frente a la puerta del salón de peácticas, en estado de shock y respirando con un poco de dificultad.

- Cielo, ¿que pasó? ¿pudiste encontrarla?

El pelinegro trata de hablar coherentemente pero solo le salian balbuceos.

- No... ellos.... están... mon-tando- comienza a decir entre respiraciones erráticas.

Namjoon analiza sus palabras unos segundo antes de adaptar una expresión de molestia y fastidio.

- No puede ser, joder!! ¿Se les olvida que aquí es el peor lugar para eso? ¡¿Te imaginas si el mánager los encuentra?! Pero me van a oír...

Pero antes de que intentara entrar, su novio se interpone, deteniéndolo poniendo sus manos en su pecho. El pelicastaño lo mira confundido ante sus actos.

- Joonie.- suelta un gemido mientras envolvia sus brazos en el abdomen.- Olvídate de ellos y atiéndeme a mí, por favor~.

El mencionado traga saliva al escuchar los ruegos de su omega y alertándose cuando lo percibió. Las feromenos con olor a kiwi emanaban con fuerza desde cuello, sacándole un gruñido de satisfacción.

- Gatito..~ - jadea en su oído, sintiendo como el pequeño cuerpo se derretía ante el apodo.

- Tócame, alfa. Duele mucho y te necesito dentro de mí.

Y es que aunque Namjoon no se explicaba como su omega habia entrado en el celo tan de repente, la erótica escena que encontró Yoongi entre un rubio y un pelicereza, terminó siendo la pequeña gota que derramó el vaso. Su cuerpo se inundó de un calor sofocante y su entrada comenzó a chorrerar lubricante por montones.

Su ser solo le pedía ser mimado y penetrado por su amado alfa. Así como Jeon lo hacia con Jimin.

Sin pensarlo más, el pelicastaño agarró a su omega de sus muslos, enrrollándolas en su cintura, mientras el contrario recostaba su cabeza en su cuello, deleitándose en el embriagante olor a canela que solo lo hacia sentirse más excitado.

- Alfa te hará sentir bien, bonito. Probará todas las partes de tu hermoso cuerpo.- gruñe en su oído, apretando aún más su cintura, caminando por el pasillo, hasta adentrarse en el pequeño cuarto que solo se utilizaba cuando alguno de ellos se quedaba hasta muy tarde en la compañía.

➳ Este tipo de situación es algo que a todos en la casa también les ha ocurrido. La intensidad y lo descarados que podian ser el menor y el mayor de la maknae line a la hora del sexo, excitaban a su vez a los demás, que solo fingian molestia y disgusto ante lo activos que eran.

El celo interminable en el que parecian vivir, era potente a más no poder.

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