Parte 1
“Movimiento perfecto”
Busan Corea del Sur.
14 de julio del 2018. Día sábado.
Universidad: Escuela Busan National University.
Lisa le mostró entusiasmada la recién actualizada foto del sexy y caliente de Jeongguk a su mejor amiga Jisoo, quien con los libros pegados a su pecho resaltó los ojos para acercarse más al móvil de su mejor amiga, ambas colocando sus ojos en blanco mientras se mordían levemente el labio.
Jungkook era un hombre extremadamente deseoso por toda la universidad. Todas y todos le querían, era inteligente, alto de piel color canela, músculos marcados en cada parte de su cuerpo más su bella y realmente exquisita forma de bailar. Pero eso sí...
Jungkook no bailaba con cualquiera.
Había un antro ubicado a unas cuantas cuadras de la Universidad en donde ellas ingresaban. Un antro donde sin falta alguna todos los sábados llegaban en la tarde noche, para bailar, tomar y pasar un buen rato en el fantástico lugar repleto de hombres atractivos al igual que las mujeres. Jungkook era y se incluía en uno de ellos sólo que, él bailaba tan malditamente bien que con tan sólo verlo las mujeres se venían en seco. Y qué decir de los hombres, en ellos se mostraban la gran erección sobre sus pantalones al ver sus sexys movimientos de cadera acompañados de sus gestos excitantes.
Un hombre realmente deseado.
La mayoría de gente que ingresaba a ese antro era gente de la Universidad, por lo general, todos se conocían mutuamente y también, sabían que Jungkook no bailaba con cualquiera, lo consideraban como el chico guapo pero mamón de la Universidad.
La mayoría de veces solían verlo bailar solo al ritmo de la música. Pobres de las chicas que se acercaban sin pedirle su autorización para bailarles. Le calaba hasta los huesos esa clase de actitudes y, cuando de verdad llegaba una persona con buen ritmo, bailaban y bailaban sin llegar a un acto más profundo, o sea, tener sexo.
Porque definitivamente ese era el objetivo al querer bailar con Jungkook. Pararle la verga para terminar en la cama.
En el tiempo que Lisa iba conociendo a Jungkook había logrado verlo bailar con tres personas en total. Una llamada Hyuna, una sexy mujer líder del equipo de Fútbol femenil.
Otra de ellas llamada Nancy, líder del equipo de porristas.
Y finalmente un chico llamado Yoongi de cabello azules cual cielo hermoso. El cual, fue el único que logró llegar a la cama con él, lástima que las intenciones de Jungkook sólo quedaron en una noche pues, no volvieron a hablar desde aquel día.
Pero, lo que Jungkook estaba por experimentar pero sobre todo, desear, le permitiría dejar aquel orgullo a un lado y volverse un loco perseguidor de Ángeles.
Ángeles recién caídos del cielo.
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—Ya te lo he dicho un millón de veces... —Viró los ojos Lisa, mirándose al espejo de cuerpo completo para admirar el precioso vestido negro, el cual estaba completamente pegado a ella, le llegaba a los muslos y solamente le cubría hasta los pechos, se veía realmente bien.
—Sí, lo sé... —Bufó frustrada, sentándose en su propia cama para nuevamente mirar el teléfono de su mejor amiga —Pero es imposible que no me guste, ¡tan sólo míralo! Es tan perfecto.... —Admiró nuevamente al castaño, la foto recién subida a instagram.
—Sí, sí... —Se encogió de hombros —Pero recuerda que, Jungkook es un hombre súper reservado y creído. No hay oportunidad alguna con él, además —Hizo una pequeña mueca, cruzando de sus brazos molesta —Él es gay. Se ve a simple vista.
—¡Pero si bailó con Hyuna y Nancy! Digo, ellas bailan hermoso, debo de admitirlo pero, si realmente fuese gay no habría bailado con ellas.
—Nena, eso no tiene nada qué ver —Lisa dio una pequeña sonrisa, dirigiéndose con su mejor amiga para sentarse a un lado de ella —Disfrutemos de ésta noche, Taehyung ya no ha de tardar.
—Sí, ya. Debo olvidarlo —Aceptó cortante, pasando una mano por su negra cabellera —Cambiando de tema... Taehyung vendrá con un nuevo amigo, ¿no?
—Sí, desconozco su nombre pero, sólo sé que es Tailandés. Vendrá porque está de vacaciones.
—Qué bueno... así no estaré tan sola después de todo —Sonrió satisfecha —Tú te estás con Taehyung y yo con aquel chico.
—Me parece una idea estupenda —Asintió levemente con una sonrisa, levantándose de la cama —¿Me regalas un poco de perfume?
—Claro, tómalo de mí tocador —Señaló el mencionado —Por cierto, ¿Cuánto tiempo tienes de conocer a Taehyung?
—Como tres años, lo conocí en una fiesta allá en Seoul.
—¿Y nunca pasó nada?
—Nop... —Hizo un leve puchero, suspirando profundamente —Cuando le dije que me gustaba me salió con un sorpresita... —Paró en seco, colocándose roja al recordar.
—¿Qué sorpresa? —Frunció el ceño al ver la reacción de su amiga.
—Que no podía andar conmigo porque tenía novio... se llama HoSeok.
—Oh... —Apretó fuertemente de su boca hasta dibujar una línea, conteniéndose las ganas de explotar a carcajadas.
—Jisoo... —La miró amenazante —Te golpearé si te ríes.
—No, es que... —Tragó grueso —Lo que me da risa es que, todos los hombres guapos siempre son gays. Es frustrante.
—Ah, eso sí —Comenzó a reír, que no tardó mucho en que la contraria también se riera.
El timbre de la casa sonó repente, interrumpiendo la interesante platica de éstas. Jisoo se levantó de la cama para así acercarse a la puerta, abriendo de ella y recibiendo al guapo peliazul Kim Tae Hyung.
Él no ingresaba a la misma Universidad que Lisa y Jisoo, pero adoraban ir al famoso antro “El Durga”.
Ambos jóvenes entraron a la casa de Jisoo, alistándose para finalmente irse al antro. Ya era algo tarde y no querían perderse absolutamente nada.
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Antro: “El Durga ”
Aquel lugar ya estaba repleto de jóvenes sexys y presentables en cada esquina del lugar. Muchos solían tener su grupo de amigos por lo que en general solían juntarse en base a ello. Y Jeongguk, que era uno de los que ya había llegado, se encontraba en uno de los lugares VIP del Durga. Pagaban un buen dinero por ello pero realmente valía la pena.
Jungkook sentado con una pierna cruzada y una copa entre sus dedos lleno Champañe, disfrutando de la dulce melodía de su cantante femenil favorita.
Ariana Grande - 7 rings.
Un joven de piel tostada se encontraba de igual manera a su lado, era su gran y fiel amigo Kim Namjoon, quien tenía una mano por el hombro de su pareja Kim SeokJin, abrazándolo para que el mundo supiera a quién pertenecía.
A un lado de ellos, se encontraba Yoongi de cabello azul cielo, quien de igual manera tomaba relajado de su copa, un poco incómodo por tener a Jungkook a unos cuantos centímetros y no poderlo besar.
Simplemente ya no podía. Jungkook no le quería, pero estaba gratamente agradecido con Dios por haberle permitido acostarse con él.
—Tu amigo Hoseok ya tardó, ¿no? —Preguntó Namjoon, mirando alrededor del antro —Si el lugar llega al límite ya no lo dejarán pasar.
—Uhm... —Bajó la copa a la mesita elegante, mirando de igual manera alrededor —Ya no debe tardar, dijo que vendría con su novio.
—Ay, no por favor —Bufó molesto, rodando de igual manera los ojos —No quiero tanta gente alrededor de nosotros.
—Shh, calla —Siseó —Lo único que no quieres es que se fijen en tu novio. Estoy seguro de que SeokJin es incapaz de...
—Exacto —Interrumpió el nombrado, fijando la mirada a su pareja, uno que otro mechón negro caía por su frente —¿Por qué dudas de mí?
—No, no lo hago —Sonrió al verlo, acercándose para plantar un cálido beso sobre sus labios —Solamente que sé que si vienen chicas o chicos me estarán jodiendo las bolas con andar con Jungkook. Van a estarle insistiendo y bla, bla, bla.
—Bueno, él tiene boca para hablar, ¿no? —Jin elevó una ceja.
—Sí, pero...
—Nam —Le habló Jungkook, tomando de su hombro para obligar a mirarle —Tranquilo, ya me conoces —Guiñó de su ojo, volviendo a tomar de su copa para darle nuevamente un trago, mirando al mismo tiempo alrededor —Uhm... —Tragó grueso, bajando la copa para hablar —Ya llegó mi amigo.
Su mencionado amigo se notaba a unos cuantos metros de ellos, a su lado un guapo peliazul caminaba. HoSeok llevaba una vestimenta de pantalón negro de mezclilla pegado, más una playera del mismo color acompañado de un chaleco de mezclilla y unos botines negros, más su cabello castaño ligeramente alborotado. Su novio, quien era Taehyung, llevaba unos vaqueros de igual manera negros, un sweter de color azul lentejuela y dentro una playera blanca sin mangas, más que de igual manera unos botines negros.
Jungkook elevó la mano para que pudiesen verlos, que en efecto, le miraron y caminaron hacia ellos, saludando con reverencias a los presentes para finalmente Hoseok saludar con una mano y un abrazo al castaño de Jeongguk.
—Qué alegría verte —Habló Jungkook, sonriéndole sincero para darles un espacio —Vengan, siéntense.
—Sí, claro, pero antes —Tomó de la cintura a Taehyung, acercándolo hacia él —Te presento a mi chico, se llama TaeHyung.
—Un gusto —Sonrió el nombrado, extendiendo una mano.
—Un placer —Estrechó su mano para finalmente alejarse y sentarse, acto que imitó la pareja, sentándose a su lado —¿Vienen solos?
—No —Contestó HoSeok —Venimos con dos amigas y un amigo. Pero dijeron que prefieren no estar, te conocen —Sonrió burlón, ganándose la risa del castaño —Es la verdad.
—Diles que vengan, por mí no hay problema. Eso sí, sólo que no me jodan.
—Perfecto —Miró al peliazul —Amor, mándale un mensaje a tu amiga Lisa para que vengan.
—¿Sí? —Elevó una ceja, acercándose al oído de su pareja para susurrar —Juro que si le hacen mal ojo a mis amigas y a mi amigo le parto la cara.
—Amor... —Viró los ojos —No, no lo hará. Anda, mándales mensaje.
—Okey, vale —Envió una mano a su bolsillo, sacando su teléfono para hacer lo que su pareja le había pedido.
—Esto debe ser incómodo para ti, ¿no? —Hoseok le habló a Jungkook.
—¿Por qué? —Frunció el ceño, tomando nuevamente la copa entre sus dedos para darle un trago.
—Tener tantas parejas a tu alrededor no debe ser agradable —Se encogió de hombros —El chico de allá está solo, deberías hacerle compañía, total... ya te has acostado con él.
—Sí... —Dejó la copa en la mesa, enfocando la mirada al nombrado —Yoongi baila estupendo, pero en la cama... —Levantó ambas cejas —Dejémoslo así.
—Entiendo —Rió ligeramente —¿Bailarás esta noche?
—No lo sé, se dará en el momento —Se encogió de hombros.
—Dicen que ya vienen —Interrumpió Taehyung, sonriendo dulcemente con esa peculiar sonrisa cuadrada.
El lugar cambió repentinamente de música a un tono Rock and roll. La gente comenzaba a bailar, tanto en pareja como en pequeños grupos. Todos debían admitir que en aquel lugar se daba un poco de todo y eso, vaya que era lo que le hacía popular al antro.
—Ahí vienen —Avisó Taehyung, sonriendo dulcemente —Mi Jiminnie se ve tan bien.
HoSeok dirigió la mirada hacia el grupo de tres, quienes sonrieron cuando llegaron a los lujosos sofás de piel blanca, donde pequeñas luces fosforescentes adornadaban elegante el pequeño lugar VIP. Lisa y Jisoo se contuvieron tanto para no gritar ante la hermosa presencia del castaño Jeon JungKook.
—Vengan, siéntense —Tae palmeó a un lado de él, haciendo a un lado para que pudiesen caber los tres.
Namjoon rodó nuevamente los ojos al ver más personas pero SeokJin se encargó de calmarlo con un beso, que duró unos cuantos segundos para que Namjoon finalmente sonriera y se enrollara en la cintura de su pareja.
Jungkook no enfocó en ningún momento a las tres personas, si era sincero consigo mismo no le interesaban, lo único que quería era disfrutar del ambiente y observar cómo bailaba la gente.
—Hey, Jungkook —Hoseok palmeó de su marcado muslo, llamando su atención —Te los presentaré.
Sin ánimo, Jungkook enfocó la mirada con los tres, donde solamente uno llamó su atención.
—Ella se llama Lalisa —La mencionada le saludó —Ella se llama Jisoo, su amiga —De igual manera le saludó con una sonrisa, realmente embobada por el castaño —Y él, se llama JiMin, es el mejor amigo de mi chico —Un pelirrubio asomó de su cabeza, sonriéndole sincero de oreja a oreja hasta casi desaparecer sus ojos.
—Un placer... —Extendió la mano, dispuesto a saludarles pero su egoísmo pudo más —JiMin...
Lisa y Jisoo quedaron con la mano extendida. Viendo que la intención de Jungkook no era hacia ellas, regresaron las manos sobre sus muslos realmente dolidas.
Mientras que, JiMin miró su gruesa mano, estrechándola para nuevamente sonreír. Sólo correspondió sin hablar. Por otro lado TaeHyung rió bajito, nadie conocía cómo podía ser JiMin a comparación de Jungkook.
—Oh, y un placer igual —En un saludo miró a las chicas, regresando a su posición.
Lisa y Jisoo sonrieron asintiendo con la cabeza.
—Nenas... —Taehyung le habló a las chicas —¿Quieren alguna bebida? Se las traeré.
Aunque Taehyung tuviese novio nunca ignoraba su lado caballeroso, siempre estaba al pendiente de las chicas sin importar qué.
Ellas asintieron con una agradable sonrisa, mirando que Taehyung se levantaba para de igual manera ponerse de pie. Dispuestas a acompañarlos, los tres se levantaron para ir en dirección a la cantina, donde le atendían a la gente.
Jungkook siguió en su mismo lugar, mirando de reojo al pelirrubio, quien se encontraba con una pierna encima de la otra elegantemente, esos exquisitos jeans negros que congeniaban a la perfección con su playera blanca de vestir, uno que otro botón desabrochado más su chaqueta negra de piel, que se encontraba descubierta mostrándose la playera blanca, apretando tan malditamente bien los músculos de su torso.
Jungkook le miró, sin embargo, no reaccionó su instinto, aunque no podía negar que aquella imagen mental de su cuerpo desnudo sobre el suyo le agradaba.
—¿No habla? —Jungkook le preguntó a su amigo HoSeok.
—¿Quién?
El castaño solamente le indicó con el mentón en dirección al pelirrubio, quien seguía perdido en el teléfono móvil, sonriendo de repente al mismo tiempo en que lamía sus labios.
—Sí, sí lo hace —Asintió —¿Le digo que te hable?
—¿Qué? No gracias, sabes que yo no le hablo a nadie a menos de que ellos me hablen a mí.
HoSeok rió incrédulo, aunque ya no le sorprendía tanto, Jungkook solía ser así con toda la gente. Por más que se muriera por la gente, él nunca se daba la amabilidad de buscarlos, ellos o ellas llegaban a él sin necesidad de pedírselos.
—¿Gustas bailar?
Jungkook y HoSeok voltearon a dirección de donde provenía la voz. Era un joven algo alto de cabello negro intenso, una agradable sonrisa estaba pintada en sus labios con esperanzas de que el pelirrubio aceptara.
—Disculpa, lo lamento —JiMin pasó un mano por su dorada cabellera, mostrándose una peculiar mirada rebelde fusionado con dulzura —No sé bailar Rock and roll... si gustas en el reguetón podemos bailar.
—Perfecto —Sonrió coqueto, extendiendo su mano —Mientras tanto, ¿gustas acompañarme por un trago? Yo invito.
—Me acompañas y ni siquiera sabes ni sé tu nombre, guapo.
—Qué descortés, perdóname —Hizo una pequeña reverencia —TaeMin, un placer dulzura...
—JiMin, por favor —Guiñó uno de sus hermosos ojos, tomando finalmente la mano del pelinegro —Vamos.
En ningún momento Jungkook les soltó la mirada, notaba cada acto y movimiento hecho por el pelirrubio, su voz le enloquecía pero a la vez le sorprendía que fuera tan malditamente sexy. Taemin sintió y por supuesto que notó la mirada del castaño, le temblaba el cuerpo porque JiMin fuese algo de él.
—Jungkook, ¿Es algo de ti? —Taemin le preguntó dudoso, con miedo a la respuesta.
El mencionado salió de su burbuja de inconscientes celos para finalmente mirar al conocido líder de danza contemporánea de la Universidad, asintiendo levemente con la cabeza para luego de eso negar rápidamente.
—No, no lo es.
—Perfecto —Sonrió el chico, llevándose a JiMin de la cintura en dirección a las bebidas.
—Tu cara... —Hoseok llevó una mano a su boca, conteniéndose las ganas de estallar en risas —No puedo, te viste muy gracioso.
—TaeMin es muy creído, no me cae —Confesó, sirviéndose otro poco de Champañe en su copa —¿Viste cómo me habló? ¡Me llamó Jungkook! Debí decirle, Jeon JungKook para ti, hijo de puta.
—Niño de papi~...
—Es en serio, HoSeok, detente que te partiré la cara.
—Ya, ya —Acarició de su muslo, tratando de calmarlo —Iré con Tae. Ya se tardó y no quiero pensar en que fue comido por aquellas dos chicas, regreso...
HoSeok de igual manera se levantó de los cómodos sofás, caminando en dirección a las bebidas.
Fueron luego de unos minutos cuando fue el cambio de música en el ambiente, de un agradable Rock and roll a un tipo de música fuera de su país pero amado por él.
Reggaeton.
Habían palabras que sinceramente no entendían, pero el ritmo era la vil gloria. La mayoría de los que ingresaban al antro sabían bailarlo. Claro, no tan bien como Jeongguk.
Había una que otra chica que exageraba al momento de bailar, ya que lo único que buscaban era poner calientes a sus parejas de baile para llevarlos a la cama. Afortunadamente eso no quedaba en Jungkook. Para que él se exitara tenía que ser algo realmente fuera del mundo, y una chica con culo grande no servía si no sabía mover la cadera.
Una que otra pareja comenzó a bailar cuando una de las canciones retumbaba fuerte y duramente por todo el lugar y sobre todo por la pista.
—Regreso en un rato —Namjoon le llamó desde una cierta distancia, sus labios estaban totalmente rojos e hinchados sin hablar los de SeokJin.
—¿Adónde van? —Arqueó una ceja acompañado de una atrevida sonrisa, él ya sabía, sólo quería apenarlo.
—A dar una vuelta —Mintió, enojándose por la fingida risa del castaño —Vámonos, Jin.
La pareja se fueron sin rumbo por todo el antro, perdiéndose hasta finalmente llegar a la salida. Era normal, Namjoon y Jin llevaban rato besándose, e incluso Jungkook tenía miedo de que follaran justo frente a todos.
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Al poco rato, Taehyung y HoSeok bailaban sin parar en la pista, uniendo sus cuerpos mientras la música vibraba en sus tímpanos para obligarles a bailar al ritmo del reguetón. A su lado de ellos, Lisa y Jisoo lo hacían de igual manera, sólo que ellas despegadas en una cierta distancia, riendo y riendo mientras sus caderas trataban de moverlas muy sexymente.
Jungkook sólo miraba, sin embargo, no hubo nadie que llamara su atención, claro, además de que no dejaba de dirigir discretamente la mirada al pelirrubio, quien reía y reía plácidamente a un lado de Taemin, sin llegar al punto de bailar.
Claro... eso fue hasta que sonó la canción de Taki Taki.
TaeMin dio una fuerte sonrisa cuando escuchó el inicio de la canción, insistiéndole nuevamente para bailar hasta que JiMin rendido aceptó. Tomó la mano de TaeMin, caminando con él a la pista para lograr bailar y bueno, hubiese sido mejor que Jungkook no mirara.
El dulce sonido de la canción comenzó a escucharse hasta que por fin JiMin se acopló a la canción. TaeMin lo colocó frente a él, con toda la intención de bailar frente a frente pero JiMin era el que mandaba a la hora de bailar.
Se volteó rápidamente, pegando solamente su espalda al pecho del pelinegro, moviendo ligeramente sus hombros de un lado a otro hasta por fin pegar su culo en la pelvis del chico. Comenzó dando movimientos lentos al ritmo de la canción y cundo ésta aumentó, JiMin se movió con más rapidez, dando círculos y círculos para que TaeMin le siguiera el juego pero, JiMin jamás sintió algún movimiento del chico.
—¿Pasa algo, Min? —Quiso preguntar pero entonces entendió.
TaeMin llevó ambas manos a su entre pierna, sonrojado y completamente apenado.
—Lo lamento... —Apretó los ojos —No me lo esperaba...
JiMin envió una mano a su boca, tratando de contenerse las ganas de estallar en risas debido a las graciosas caras de TaeMin.
—Min... sólo fueron unos minutos en los que te bailé, ¿Es en serio?
Una mano tomó por detrás el hombro de TaeMin, haciéndolo girar bruscamente para obligar que éste le mirara. Y JiMin quedó estupefacto cuando notó de quién se trataba.
—Hazte a un lado —Exigió Jungkook, colocándose en el lugar de TaeMin —En el reguetón no se deben de excitar. Has perdido mi querido amigo —Sonrió burlón, enfocando la mirada con el pelirrubio.
—¿A qué vienes? —JiMin preguntó serio, el ego altamente grande.
—Bailemos... —JungKook se acercó lentamente al pelirrubio, pasando una mano por su castaña cabellera.
—Lo lamento —Sonrió rebelde, tratando de caminar en dirección a TaeMin, quien ya se había retirado pero Jungkook le sostuvo de su brazo.
—¿Qué? —Le susurró al oído —¿Miedo a que te mueras porque te folle?
JiMin enfureció y se zafó en un brusco movimiento del agarre del castaño, mirándole penetrante hasta detectar el varonil aroma que desprendía. Unos cuantos centímetros le separaban sus narices, JiMin sonrió con agonía, asintiendo finalmente con la cabeza.
—Veamos quién es el que pierde el juego.
Ambos nuevamente se acercaron a la pista, todos estaban boquiabiertos al ver que Jungkook, sí, Jeon JungKook había invitado a un chico a bailar. Jamás se había visto aquello.
Una nueva y muy movida canción se comenzó a escuchar. Perfecta para la ocasión.
Me reclama - Ozuna Ft. Luigi 21 Plus.
Unos pequeños ritmos se escucharon al principio. Primero JiMin se colocó frente a él, metiéndose en una de las piernas del castaño para comenzar a moverse pecadoramente sobre su pierna. El culo de JiMin se sentía cómodamente bien sobre él, pequeñas chispas llegaban al cerebro de Jungkook para ordenarle a que le sujetaran y apretara de él. Una mano de JiMin la envió al cuello del castaño mientras que la otra la dejaba caer para comenzar con tipos vaivenes sobre él, uno y otro tras otro hasta verse los movimientos extremadamente bien.
Mientras que, Jungkook sonrió de lado, tomando con una mano al pelirrubio de la cintura, pegándolo hacia él para ayudarle y seguirle el mismo movimiento que llevaba. Y en efecto, Jungkook supo acoplarse a cada movimiento que hacia JiMin. Ambos eran expertos en esto.
JiMin gruñó mentalmente al ver que Jungkook se sentía normal sobre él. No sentía absolutamente nada en su entrepierna.
Tenía que llegar a otro nivel.
El pelirrubio cambió de posición cuando la música de igual manera cambió el ritmo. Se giró en su mismo lugar, imitando el anterior movimiento con TaeMin. Pegó la espalda al cómodo pecho del castaño, moviéndose de lado a lado hasta sentir unas gruesas y grandes manos posar en su cintura, obligándole a pegar su culo en su pelvis para que pudiese moverse sobre él y así fue. JiMin dejó caer la cabeza al hombro del castaño para seguido de eso mover sensualmente su culo sobre la parte delantera de su cadera. JiMin sintió la hombría del castaño pero enfureció cuando supo que aún seguía dormida y eso, vaya que le colmó la paciencia.
—Eso, eso, precioso... —Murmuró sobre su oído, lo suficiente para que le escuchara a pesar del fuerte sonido de la canción —Muévete deliciosamente para mí.
JiMin gimió por su voz y frunció el ceño sin dejar de moverse, lamiendo de su labio se separó un poco de él. Sabiendo que Jungkook seguía moviéndose, decidió darle una última alternativa antes de rendirse y que la canción llegara a su término.
—Eso, bebé, sigue bailando y no te prendas pase lo que pase —Sonrió irónico, aún frente al cuerpo del castaño.
JiMin esperó a que la canción cambiara de ritmo para finalmente agacharse y sujetarse de los muslos, enpinándose frente al castaño para comenzar a mover sus caderas de arriba a abajo sobre la hombría de Jungkook, una y otra vez tan deliciosamente que el castaño tuvo que tragar grueso para solamente sujetar con una mano su cadera. Iluso, no supo cómo seguirle bailando, lo único que se le ocurrió en el momento fue moverse de un lado a otro, ganándose una que otra risa por parte de los presentes.
Y es que, ¡por los cielos! El culo de JiMin se sentía extremadamente bien sobre sus pantalones, le tallaba y acariciaba tan malditamente su parte que incluso fue inevitable que despertara una erección.
Y JiMin sonrió exitoso al sentir aquello.
Se levantó finalmente para girarse frente a él y sonreírle tiernamente, relamiéndo sus labios.
—Gané.
Jungkook paró sus movimientos, apretando de sus manos en puños hasta colocarse en blancos debido a la falta de circulación en la sangre. Alrededor una que otra pareja seguía bailando y otros le miraban hasta que Jungkook dedicó miradas aterradoras a su alrededor.
—Sí —Contestó después de un largo rato —Al parecer no fui el único en ponerme así —Bajó la mirada, indicándole a JiMin que también se lograba ver algo bajo esos vaqueros.
—Se acabó esto... —Caminó en dirección a los sofás con ambas manos sobre su entrepierna, algo apenado.
—Ven... —Le detuvo nuevamente de la mano, mirándolo de arriba a abajo todo su escultural cuerpo —Vayámos a bajar esto, duele, ¿no es así? Permíteme ayudarte.
JiMin sonrió, mordiendo ligeramente de su labio inferior para finalmente asentir con la cabeza.
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El departamento era elegante, amplio y extremadamente hermoso, JiMin no podía negarlo, le encantaba.
Jungkook cerró la puerta tras su espalda para mirar atrevidamente las voluminosas caderas del pelirrubio, quienes le exigían a gritos que se hundiera en ellas.
—Siéntete especial, JiMin —Comentó Jungkook —Jamás le había pedido a alguien que bailará conmigo, además de que jamás había tenido una erección en un baile.
—¿En serio? —Le miró con simpleza, sentándose sin permiso alguna en la elegante y grande cama del castaño —De acuerdo, me sentiré especial...
Jungkook se acercó cual tigre hambriento asechando a su presa. Aventó las llaves del departamento en una de los sofás de piel negro para ir en dirección a Jimin, retirándose rápidamente su chaqueta negra al igual que su playera color azul, desabrochado uno por uno hasta lograrse ver la piel bronceada, sus deliciosos músculos presumiendo con exigencia a los labios de JiMin.
De igual manera, el pelirrubio se retiró su chaqueta junto con su playera blanca, rompiendo e incluso uno que otro botón debido a la urgencia que le pedía su cuerpo.
Cuando Jungkook llegó por fin, Jimin permaneció parado frente al pelirrubio, retirando la hebilla de su pantalón pero JiMin le detuvo las manos.
—Deja que yo lo haga —Sonrió desde abajo, quitándole el cinturón al castaño para finalmente bajar sus pantalones junto con el bóxer. Su hombría se levantó bruscamente hasta chocar con su propio abdomen, haciendo que JiMin resaltará los ojos deseoso —Verás que no solamente soy bueno en el baile, sino que con la boca también.
Jungkook estuvo a punto de correrse luego de escuchar aquello. Pero, tenía que contenerse, todo tenía que salir perfecto.
JiMin tomó con una mano la hombría del castaño, lamiendo la cabeza de éste para limpiar el líquido pre-seminal y finalmente enviarla hasta dentro de su boca. Sus abultados labios eran tan cómodos mientras apretaba su polla, y fueron más cómodos y subió la adrenalina cuando comenzó a bajar y subir de su cabeza para comenzar a chuparle. Su lengua lamía y jugaba con su polla aún estando dentro de su boca. No lograba llegar hasta el final debido a que el castaño era grande, pero insistía rudamente porque llegara hasta su garganta.
—Diablos, ah... —Jungkook gimió soñado al sentir como su polla era consentida por la pecadora boca del pelirrubio, la cual no se detenía, seguía y seguía hasta casi hacerlo estallar. Estaba al límite, faltaba nada para que lo lograra.
—¿Te gusta? —JiMin se separó un poco para mirarle que una agradable sonrisa desde abajo, pequeña saliva escurría sobre su labio inferior debido a lo reciente. Le masturbaba con la mano para nuevamente enviarlo a su boca, chupando una y otra vez, succionando hasta hacerlo gruñir en tono bajo, sintiendo las manos del castaño enredarse en su cabello para comenzar a follarle su boca. Movió sus caderas de atrás hacia delante en rápidos movimientos, haciendo que por un momento se le cortara la respiración al pelirrubio. Por otro lado, JiMin ya se había encargado de su propia erección, había bajado de sus pantalones junto con el bóxer para comenzar a masturbarse, enrollando entre sus manos su propia polla bajando una y otra vez hasta casi llegar al primer orgasmo.
Jungkook apretó de sus ojos cuando sintió que estaba a punto de correrse, su polla le exigía liberación y eso fue lo que le dio. Sacó su hombría de la boca de JiMin para expulsar su líquido seminal, llenando el pecho y cuello de JiMin de ello, todo lo acumulado salió torpemente en diferentes direcciones. El pelirrubio sonrió lujurioso, dando una última lamida a su polla para limpiarla y levantarse finalmente de la cama, quedando frente de pie al castaño.
—Por lo jodidos infiernos, JiMin —Trató de suspirar con firmeza, pero su pecho no le permitía, había tenido una gran liberación. Tomó a JiMin de sus mejillas, uniendo finalmente sus labios a los contrarios. El pelirrubio le accedió a que introduciera su lengua en la profundidad de su boca hasta chocar con la contraria, haciendo juegos entre sí, sintiendo lo dulce y delicioso de su saliva.
Aún besándose, Jungkook se dejó caer sobre el cuerpo de JiMin hasta que ambos quedaron encima de la cama. Ambos miembros rozaron entre sí y JiMin sintió el justo cielo bajando en todo su vientre, e incluso gimió cuando sitió los testículos del castaño sobre los suyos. Jungkook aprovechó y comenzó a darle pequeños vaivenes sobre su polla, tratando de provocarlo más de lo que ya estaba.
—Diablos... sí...
JiMin se aferró a la espalda bronceada del castaño para nuevamente besarlo, sus uñas clavaron en ella cuando el castaño introdujo dos dedos a su estrecha entrada, jadeando sobre su boca de Jungkook. Éste no le permitió separarse, mordió de su labio cuando quiso cortar el beso debido a que lo estaba preparando. Siguió metiendo y sacando los dedos de su entrada, ya desesperado por poder hundirse en él.
Cuando un tercer dígito fue insertado, Jimin soltó un gritó desgarrador fusionado con éxtasis, le encantaba, en serio que adoraba éstas sensaciones.
—No quiero que nadie mas te toque... —Comentó Jungkook, dirigiendo su boca al claro y suave cuello del pelirrubio, chupando de su piel hasta dejar doloridas marcas rojas sobre él.
—Uhm, ah...
JiMin ni siquiera pudo responder, simple y sencillamente no podía. En cierta manera él tampoco quería que nadie le tomara su cuerpo, ahora, el cuerpo del castaño le pertenecía.
—Vamos, JiMin... —Musitó —Haz realidad los movimientos que me dedicaste hace un rato, muévete para mí.
JiMin sonrió en medio de la nada. Sintiéndose vacío cuando Jungkook por fin sacó de sus dedos, le volteó para que éste quedara boca arriba.
—Amarás estos movimientos... —Aseguró subiéndose en él —Y creo que, también a mí.
Tomó la enorme polla del castaño para dirigirla a su entrada, sintiendo como ésta se iba abriendo y dolía mientras bajaba lentamente para adentrarla.
—Por la mierda, Jungkook —JiMin bufó con la garganta seca, sintiendo cómo su entrada abrazaba gratamente la polla del castaño.
Jungkook cubrió de sus ojos con su brazo, mordiéndose el labio inferior al sentir la textura dentro de JiMin, quien le satisfacía sin duda alguna en cada segundo.
Cuando por fin bajó, guió ambas manos al pecho del castaño para finalmente comenzar a subir y bajar de él, enviando la cabeza hacia atrás cuando la polla de Jungkook clavaba duramente contra su próstata, marcándole e impregnándole esencia para nada pura en él.
—Ah... ah, ah... —JiMin no se contuvo los gemidos angelicales, comenzó a jadear y a respirar rápidamente conforme Jungkook le arrebata su alma, al borde de dejarlo sin energía.
—Joder, JiMin, ah... —Jungkook llevó ambas manos al culo de JiMin, haciéndolo bajar y subir rápidamente, con ganas de romperle la cadera y dejarlo sin deseos de follar con alguien más.
—Sí, Jungkook, uhm...
Mala la hora cuando JiMin dejó caer un poco su pecho, recargándose en la cama del castaño justo al lado de su cuerpo. Decidió moverse con danzas circulares, enviando a la polla del castaño al éxtasis máximo fuera de sus límites. Luego de ello, comenzó a moverse de atrás hacia delante, gimiendo y cerrando los ojos mientras se mordía fuertemente de su labio inferior.
Ambos llegaron a su límite, con aquello gimieron al unísono mientras llegaban al clímax. El torso de Jungkook fue bañado por la esencia de JiMin, la cual esparció y brotó por todo el área de su polla mientras que, Jungkook llenó todo el interior de JiMin, siendo que no fue suficiente ya que de su entrada comenzaba a salir el líquido seminal del castaño.
—La... jodida gloria —Admitió Jungkook, aún con su polla dentro de JiMin.
—Eres tan... caliente, ah... —Dijo por fin, saliendo de la polla del castaño, dejando una hilera de semen que conectaba de su entrada a la cabeza de la polla de Jungkook.
—Y tú tan prohibido... —Tomó las manos de JiMin, jalando hacia sí para obligarlo a acostarse con él.
—Necesito regresar al antro, Tae me debe estar buscando.
—No, por favor. Quédate ésta noche —Pidió acurrucándose a su cuello.
—“Esta noche” —Rodó los ojos —Y bien me lo dijo Tae. Que solamente eras hombre de una noche.
—Bien, bien... —Sonrió para nuevamente besar de su mejilla —Tengamos una cita.
—¿Qué? —Le miró con asombro.
—Que tengamos una cita. Quiero que sepas que mis intenciones son buenas contigo.
—¿De verdad? —Se levantó de la cama, subiéndose nuevamente al abdomen de Jungkook.
El castaño le tomó de la cintura, asintiendo sin dudarlo con la cabeza.
—Claro que sí —Besó sus labios, cerrando al mismo tiempo sus ojos —Quiero que solamente te muevas para mí. Solamente para mí.
La noche aún era larga. Y la energía de ambos seguían bien cargada.