Jimin lanzó la sobrecargada bolsa de deportes sobre la cama y rodó los hombros para aliviar el calambre de cargar con el pesado equipaje por las empinadas escaleras de la casa de sus padres. Miró por doquier su antigua habitación. Estaban todas sus pertenencias desde los diez años. La vida universitaria era genial, pero se sentía bien saber que un pedazo de su juventud se preservaba en esta habitación. Lo llenaba con un sentimiento de nostalgia ver sus pósters de coches potentes y bandas de rock todavía en la pared, algunos en el techo. En el dorso de la puerta había colgado un póster de una tía buena con grandes pechos, escandalosamente ataviada con un brillante vinilo rosa.
La mujer prácticamente desnuda no había hecho nada para inspirar sus fantasías o conjurar erecciones. El póster estaba allí para beneficio de su padre. Mitchell Park había sospechado seguramente las preferencias sexuales de su hijo, pero su "reticencia" a reconocerlo había hecho que Jimin no saliese ante él. A Jimin no le había causado tensión ni herido sus sentimientos. Comprendía que su padre érase de la vieja escuela, y seguramente tan siquiera sabía cómo tratar con un hijo gay. Jimin sabía que su padre nunca generaría de él, ni tan siquiera se sentiría decepcionado, su mente simplemente no estaba equipada para manejar la realidad. Así que Jimin le había hecho un favor y mantener su "homosexualidad" fuera de vista.
No le molestaba, sabía que se iría a la universidad después de la graduación y que podría ser tan abiertamente raro como quisiera.
Suponía que, si alguna vez decidía casarse, él y su padre tendrían que sentarse y tener una larga charla, pero hasta entonces...
Jimin fue hasta su armario y abrió la puerta; en la parte de atrás de la cual había sujeto un póster de un atractivo modelo masculino con un Speedo ceñido que dejaba muy poco a la imaginación.
-Hola, guapo -murmuró-. ¿Me echaste de menos? -Jimin trazó con la yema de sus dedos el viejo póster, acariciando el pecho del modelo, luego bajando hasta su pelvis-. Tú y yo tenemos algunos buenos recuerdos, ¿no? -Acarició su propia entrepierna y rememorando las muchas fantasías que había tenido con el chico del Speedo. Por supuesto tan guapo como era, Speedo había tenido su competidor.
Jimin miró hacia la ventana del dormitorio y sonrió melancólico mientras caminaba hacia allí y miraba hacia fuera, su mirada cayó sobre la casa al otro lado de la calle. Jeon Jungkook. El chico estrella de todos los deportes en el instituto. Había sido excelente en todo, fútbol, béisbol, baloncesto y atletismo. Jimin no había sido un bicho raro y había tenido a bastantes chicas y chicos detrás de él, pero había sido lo bastante realista para saber su lugar; y aceptar que Jeon Jungkook, incluso si hubiera sido gay, estaba fuera de su liga. Pero no había detenido a Jimin de invertir en la vista del dormitorio del chico al otro lado de la calle.
Jungkook no había sido exactamente tímido, y a menudo dejaba las cortinas abiertas. Jimin se había pasado una pila de horas en su propio dormitorio con la luz apagada, de pie en la ventana, observando a Jungkook desvestirse. Su "voyerismo" a menudo terminaba en una masturbación y disparando su carga sobre el cristal.
Si no hubiera descargado en el momento que Jungkook apagaba la luz, Jimin se llevaría sus fantasías sobre el chico a su cama y sería creativo, prolongando su orgasmo mientras imaginaba toda clase de escenario irrealistas de Jeon Jungkook y él follando con una pasión tórrida y salvaje.
Jimin suspiró y presionó su frente en frío cristal de la ventana, observó la casa vecina. Según lo que sabía, los padres de Jungkook todavía vivían allí, pero como él mismo, Jungkook hacía tiempo que se había marchado, se había ido a la universidad... joder, incluso puede que se hubiera casado. El pensamiento hizo que a Jimin se le revolviesen las entrañas por la decepción. Qué
majadería, pensó, todo ese calor varonil malgastado con una mujer. Lo que
habría hecho con ese cuerpo... -¡Buuu! -El rostro apareció de la nada, justo al otro lado de la ventana.
-¡Joder! -Jimin saltó hacia atrás, su pie derecho quedando atrapado en el tobillo del izquierdo, tropezando consigo mismo. Se cayó de culo contra el suelo, los ojos abiertos de par en par y respirando con dificultad. La ventana fue levantada y Jeon Jungkook entró a través de ella, luego se sentó en el alféizar de la ventana, una sonrisa surcando su rostro. Joder, un rostro hermoso. -Todavía espiandome, ya veo. -Se rió y se apartó de la ventana-. Sólo eres un pequeño y sucio mirón Tom, ¿no?
Jimin tragó con dureza mientras se inclinaba hacia atrás sobre sus manos, inmóvil mientras miraba fijamente al hombre con incredulidad. Jungkook estaba tan guapo como siempre, más guapo. Su camiseta ajustada se abraza a su fuerte pecho y protuberantes bíceps, sus vaqueros marcaban su entrepierna maravillosamente, acentuando su glorioso paquete. Jimin nunca había visto realmente las "bondades" al desnudo del chico, pero el bulto en sus pantalones siempre había prometido mucho.
-Levanta ya del suelo. -Jungkook extendió su mano y agarró el brazo de Jimin, alzándolo sobre sus pies con poco esfuerzo. La fuerza del hombre envió una descarga de excitación sexual a través de Jimin mientras sus viejas fantasías del chico lanzándolo sobre la cama, irguiéndolo contra una pared; regresaron para vengarse y endurecer su polla en un instante.
-Qué... por qué... -espetó Jimin y miro la ventana abierta, luego de nuevo a Jungkook-. Yo... cómo...
-Joder -Jungkook se rio-. Para ser un universitario, tu vocabulario apesta.
Jimin tragó de nuevo y se aclaró la garganta con nerviosismo. -¿Qué... estás haciendo aquí? -Seguramente se había deslizado inconscientemente en una de sus viejas fantasías. Jungkook no podía estar realmente aquí... ¿podía? Ni siquiera sabía dónde vivía Jimin. Nunca lo había hecho.
-Es Acción de Gracias -Jungkook lo miró como si fuese una pregunta estúpida-. A diferencia de algunos niñatos, vengo a casa durante las vacaciones, cada año.
-Estoy en casa -masculló Jimin. -Sí -bufó Jungkook-. Por primera vez desde que tú te fuiste a la universidad. -Meneó la cabeza y frunció los labios-. Eres un malo, malísimo hijo.
Jimin frunció el ceño mientras Jungkook se estiraba con casualidad, causando que cada músculo de su torso se flexionara y se disparara; y a cambio la entrepierna de Jimin aumentaba, y miró en torno a la habitación. Jimin se lamió los labios lentamente.
-Espera... ¿Cómo...?
-Guau. -Jungkook arqueó una ceja ante el póster de la chica guapa de la puerta de Jimin-. Maldita sea. -Lo miró de soslayo, sonriendo a Jimin lo que solo acentuó la erección de Jimin. -No sabía que tú... te incentivabas de esta manera-Señaló con la cabeza el póster.
Jimin suspiró y apartó la vista. -No. Pero mi padre... él...
-No, no, lo entiendo -Jungkook soltó una risita.
¿Lo entiende? ¿Qué quiere decir eso exactamente? ¿Entendía por qué el padre de Jimin tendría problemas al ser su hijo gay? Nunca había tomado a Jungkook por un homófobo, a cualquier nivel, pero honestamente, realmente no conocía al chico personalmente.
Jimin se encogió de hombros y masculló. -Sí, bueno... -lo dejo estar y cambió de tema rápidamente-. ¿Cómo sabes que no he venido a casa durante las vacaciones?
Jungkook sonrió. -Soy observador. -Soltó una risita-. Y cada vez que estoy en casa, vengo por aquí y les pregunto a tus padres si vas a estar también en casa.
-¿Qué? -Jimin negó con la cabeza dubitativa-. Mis padres nunca lo mencionaron.
-Les pedí que no te lo contasen.
-¿Eh? -El ceño de Jimin se hizo más profundo-. ¿Por qué?
Riendo de nuevo, Jungkook caminó hacia él y el corazón de Jimin inmediatamente martilleó en sus costillas. -Por qué. -Jungkook sonrió, la comisura izquierda de su boca se levantó solo un poquito de esa jodida manera sexi que siempre debilitaba las rodillas de Jimin. Nada había cambiado-. Tú... -Extendió una mano y golpeó ligeramente con la punta de un dedo contra el pecho de Jimin-. ...eres un mal chico por no pasar las vacaciones con tus padres. No merecías la emoción de saber que estaba preguntando por ti.
Jimin se estremeció complacido. -¿Qué te hace pensar que estaría... emocionado?
Jungkook echó la cabeza hacia atrás y se rió con estrépito. -Joder, Jimin boy -sonrió-. No sé. ¿Podría haber sido por todas las veces que te masturbabas mirando cómo me desnudaba para ti?
-¿Qué? Yo... -El rostro de Jimin enrojeció acalorado; entonces las palabras de Jungkook lo golpearon con dureza en la entrepierna-. Te desnudabas... eh... ¿qué?
-Ahí está ese vocabulario ganador de nuevo. -Jungkook hizo un sonido de desaprobación y sonrió-. No me digas... ¿estás doctorándote en lengua?
Jimin simplemente lo miró fijamente, congelado en las palabras anteriores; mirando cómo me desnudaba para ti. Su aliento surgió a través de sus fosas nasales y su polla golpeó sus pantalones, endurecido al instante. Estás jodidamente soñando. Eso es lo que es. Caíste en la cama y te quedaste dormido. Jungkook Rivera no está aquí realmente, diciéndote que todas esas veces se estaba desnudando para ti. Pero, virgen Santísima, se sentía real. -¿Desnudándote para mí? -Se las arregló para decir con un ligero chirrido en su voz.
-Claro -rumió Jungkook y lentamente arrastró la yema del dedo por el pecho de Jimin, su uña corta enganchandose en los botones-. ¿Por qué crees que dejaba las cortinas abiertas? Sabía que estabas mirando. No eras tan discreto en la escuela como pensabas. Te veía comerme con los ojos todo el tiempo.
-¿Tú... -Jimin seguía convencido de que todo era un sueño. Tenía que serlo-. ...Sabías que existía?
-Joder. -Jungkook se rió por lo bajo y enganchó la yema del dedo entre dos botones, arañando ligeramente la piel desnuda debajo. Todo su cuerpo se estremeció. Si la yema del dedo podía afectarlo tanto... ¿qué le harían otras partes del cuerpo? -Un montón de personas sabían que existías. Yo no era la excepción. -Sus labios se crisparon y repentinamente parecía muy, muy cerca mientras añadió-; Un montón de gente también te quería. -Desabotonó el botón y deslizó dos dedos dentro de su camisa-. De nuevo... yo no era la excepción.
Joder. Jimin se estremeció mientras el líquido preseminal humedecía sus calzoncillos, sus bolas hormigueros y se apretaron. -Pero... pero eres Jeon Jungkook -rechinó, le era imposible ocultar su tembloroso aliento.
-Sí -murmuró Jungkook y usó su pulgar para desabotonar otro botón mientras hurgaba con más dedos dentro de la camisa de Jimin y acariciaba tentadoramente su firme abs-. ¿Y qué?
-Y qué... -Jimin tragó con fuerza-. Eras como una... jodida superestrella en nuestro colegio.
-¿Superestrella? -Jungkook se rió por lo bajo y se acercó más. Deslizando su otra mano dentro de la camisa de Jimin, soltando más botones-. Creo que eso es un poco estirado. ¿no?
La mente de Jimin estaba volviéndose confusa, haciendo que fuese difícil formular pensamientos, mientras Jungkook frotaba sus palmas lentamente de arriba a abajo por su tórax.
-Lo eras... para mí -tartamudeó Jimin, obligando a trabajar a su garganta. Sus dedos adolecían por alcanzar y tocar al hombre, sentir el calor de su cuerpo... la firmeza de sus músculos. Aunque, mantuvo las manos para sí mismo, un poquitín asustado de tocar a Jungkook, entonces se desvanecería y eso confirmaría que era su imaginación trabajando demás.
-¿No eres dulce? -murmuró Jungkook, los labios fruncidos en una sonrisa mientras iban a la deriva hacia la boca de Jimin. Oh, joder; ¿va a besarme? ¡Pero es hetero! ¿No? Para su propio horror palabras desdeñosas salieron por su boca. -¿Qué... qué estás haciendo, Jungkook? -Escalofríos recorrían arriba y abajo su columna, cosquilleando hasta la superficie de su piel-. Deja... de joderme.
¡No, no quería decir eso! ¡Jode conmigo algo más, mucho más! De hecho; ¡simple y llanamente, follame!
Las manos de Jungkook se detuvieron contra el tembloroso cuerpo de Jimin. -¿Crees que solo estoy jugando contigo? -Sonrió, su voz suave y ronca.
-¿Qué se supone que piense? -masculló Jimin-. No eres gay... saliste con Kelly Landon todo el último año.
Jungkook se encogió de hombros. -Quizás sea bi.
El pulso de Jimin aumentó ante la posibilidad, pero disminuyó rápidamente. Si Jungkook hubiera tenido algún retazo de "homosexualidad" en él, Jimin lo hubiera detectado hace tiempo.
-No lo creo así -murmuró Jimin y apartó los ojos. ¿Qué es lo que te pasa, estúpido? Podías haber esperado, al menos, a ver cuándo lejos llegaba. Quizás, al menos, hubieras conseguido un beso de esto, quizás algo de magreo. ¿Qué demonios?
Una oleada de depresión y decepción pasó por Jimin. Quizás hubiera sido mejor si esto fuera solo un sueño. Conseguir estar así de cerca de la realidad...
Solo para haberla alejado... no había nada divertido o satisfactorio sobre eso.
¿Qué te importa, realmente? No es como si estuvieras enamorado de este hombre; es solo lujuria.
Algo de ese pensamiento constriñó el pecho de Jimin de una manera perturbadora. -Escucha -Jimin carraspeó con fuerza-. Deberías... irte para casa.
Retrocedió un paso para alejarse del toque de Jungkook, pero el chico agarró su cintura por debajo de su camisa, sosteniéndolo en su lugar. Los ojos de Jimin se movieron hacia el rostro de Jungkook. -Jungkook...
Jungkook lo besó antes de que más palabras pudieran continuar. No fue un beso ligero e inconsecuente, sino algo profundo, fuerte... y apasionado. Jimin tembló contra él, sus manos aferrándose tentativamente a la camiseta de
Jungkook mientras el hombre envolvía sus brazos alrededor de la cintura de Jimin y tiraba para ceñirlo contra él. Jimin gimió y estaba seguro de que se desmayaría, cuando Jungkook se retiró una fracción, sus labios cernidos sobre la boca de Jimin.
-También solía mirarte -dijo tranquilamente, con la voz ronca-. Aunque no me proveías ni de cerca de la nítida vista que yo te daba. -Negó con la cabeza muy ligeramente, los labios fruncidos-. No era justo.
-¿Por qué? -jadeó Jimin mientras saboreaba la calidez del cuerpo de Jungkook. las pulsaciones de su corazón se dispararon hasta el techo cuando Jungkook movió sus caderas y Jimin fue consciente del enorme bulto en sus vaqueros.
¿Crees que está falsificando "eso"?