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𝚃𝚛𝚊𝚒𝚍𝚘𝚛狼の仲間(𝚂𝙻𝙽𝚃𝚂3) - 𝚔𝚘𝚘𝚔𝚖𝚒𝚗

CAPÍTULO 2

¡Mierda! Jungkook realmente la había jodido, y ahora Jimin estaba corriendo a través del bosque. Lejos de la cabaña.

Y también lejos de la manada. Era una buena cosa. Al menos entonces todo lo que Jungkook tenía que hacer era atraparlo y traerlo de vuelta y nadie en la manada lo sabría.

Al mismo tiempo, su lobo ya estaba empezando a entusiasmarse. Esa parte más salvaje de sí mismo pensaba que esto era un juego, que Jungkook perseguiría a su compañero, cazándolo con la intención de atraparlo y follarlo. Reclamarlo.

Si tan sólo.

Jungkook cambió a su forma de lobo. El animal prácticamente brotó de él, y estaba agradecido por el hecho de que ya había estado desnudo porque hacer, comprar y mantener ropa era un dolor en el culo cuando llegaba el momento de cambiar rápidamente y cazar algo.

El olor de Jimin era fuerte en el aire, pesado y espeso desde su reciente orgasmo. Jungkook no tuvo problemas para seguirlo, pero su estúpida boca salivaba. Incluso mientras intentaba con todo lo que tenía centrarse en donde estaba corriendo, donde sus patas aterrizaban en la tierra, saltando sobre troncos caídos y corriendo por delante de Jimin de modo que pudiera ponerse delante del hombre, su mente todavía estaba en ese olor y lo que le estaba haciendo.

Jungkook quería follar a Jimin tan malamente. Quería girar al hombre alrededor, inclinarlo y tomar lo que era legítimamente suyo. Al lobo seguro que parecía gustarle esa idea. La única razón por la que no lo hacía era debido a Seokjin, el compañero del alfa.

Las palabras del pequeño humano resonaron a través de la mente de Jungkook en ese momento.

—Él es un ser humano. No entenderá si tú simplemente lo haces así. Especialmente ahora, ya que es un prisionero.

—¿No te tomó Namjoon de esa manera?

El rostro de Seokjin se había calentado ante la pregunta, pero era necesario preguntar.

—No exactamente así —dijo, casi de mala gana.

Así que Jungkook no podía tomar lo que era suyo, y ahora podía ver, mucho más claramente que nunca, que él podría tener que hacerlo.

Jimin estaba siendo afectado por esto, también. Esa era la única explicación de por qué el hombre despertaría de un sueño en el cual estaba gimiendo y luego inmediatamente agarrado la cara de Jungkook y tirado de él hacia abajo por un beso.

Corrió más rápido, bombeando los músculos de su forma de lobo más duro. Se apresuró a subir una pendiente pronunciada y a través de los árboles, y desde el rabillo de su ojo, Jungkook vio a Jimin tropezando a través de los arbustos y hojas y esquivando troncos caídos.

Sin zapatos, los seres humanos eran prácticamente inútiles, pero este era determinado. Claramente. Había llegado muy lejos muy rápidamente sin ellos.

Jungkook estaba orgulloso de él por eso, aunque sabía que no debería estarlo. Ahora estaba lo suficientemente adelante. Si se mantenía corriendo estamparía su cara en un árbol porque toda su atención estaba centrada en Jimin. Eso no sería agradable.

Saltó hacia abajo, apenas agarrándose sobre las ramas de los árboles con su abrigo de piel, pero aterrizó sin peligro en el camino de Jimin.

Jimin gritó en shock ante la aparición del lobo del tamaño de un oso. Patinó hasta detenerse, lo que no funcionó tan bien ya que terminó cayendo y rodando.

Jimin agachó la cabeza para prevenir una lesión, y terminó deteniéndose en sus rodillas, casi agachado, como si se preparara para lanzarse de nuevo a sus pies y correr otra vez.

—¡Aléjate de mí!— Jimin gritó.

Jungkook nunca había visto tanta ira cruda y desesperación en la cara del humano antes. Jimin había sido huésped de la manada durante apenas más de una semana, por lo que tenía sentido.

Todavía era sorprendente de ver, sin embargo.

En todo caso, el lobo dentro de él todavía no estaba asimilando que este no era el momento apropiado. No debería sentir una sensación de logro, y definitivamente no debería estar incitando a Jungkook a follar al hombre frente a él.

No cuando Jimin se veía de esta manera.

Jungkook tenía que mantener el control. No podía permitirse volverse completamente salvaje, no importaba la forma en que su corazón estaba golpeando en su pecho o cuan deliciosamente erótico olía Jimin en ese momento.

Como tierra y almizcle. Maravilloso.

Jungkook se obligó a cambiar antes de que pudiera hacer algo que en última instancia se arrepentiría. Él estaba de vuelta en su forma humana; aún más alto que Jimin y todavía un poco más grande, pero supuso que esto evitaría que se viera completamente bestial para el hombre.

Se puso en una de sus rodillas delante de él. Eso casi los puso al nivel de los ojos, y el corazón de Jimin estaba empezando a disminuir a un ritmo normal.

—Tan emocionante como eso fue, no puedes estar aquí afuera.

—¡No puedes mantenerme como rehén para siempre! —Jimin gruñó. Estrelló su puño contra las hojas muertas debajo de él y luego inmediatamente gruño y retiró su puño.

Había un poco de sangre brotando de un corte y un rasguño.

Al parecer, su compañero había decidido golpear un palo girado hacia arriba.

Jungkook alcanzó la mano de su compañero.

Jimin tiró hacia atrás.

—No me toques.

Jungkook no tenía paciencia para esto. Se apoderó de la muñeca de Jimin, tirando de él hacia adelante, ya sea si le gustaba al humano o no.

Jimin lo fulminó con la mirada.

Jungkook negó con la cabeza mientras inspeccionaba el daño.

—Lo juro, pensaría que crees que disfruto esto.

—¿No lo haces? —Jimin lo acusó—. Tú me tienes todo para ti en esa pequeña cabaña. No puedo defenderme, y no puedo huir lejos de ti.

La mirada fija de Jungkook se apoderó del otro hombre. Estaba seguro de que su expresión tenía que ser dura por la forma en que se atrapó la respiración de Jimin.

—¿Crees que te violaría?

Jimin lo fulminó con la mirada.

—Puedo defenderme si lo intentas.

Jungkook sacudió su cabeza y volvió a mirar la sangre.

—No te hagas ilusiones. Tú me quieres tan mal que no serías capaz de detenerte de rogar por ello.

Era muy consciente de la forma en que todo el cuerpo de Jimin se tensó ante el insulto percibido hacia él, pero Jungkook no se iba a molestar en discutir. Antes de que el hombre pudiera llegar a algo áspero para decir, Jungkook trajo el puño del hombre a su boca y lamió su herida.

Jimin intentó retirarse, pero Jungkook no se lo permitiría.

—¿Qué estás haciendo? —exigió, sus ojos se ampliaron y su boca cayó abierta en enfermo horror.

—Limpiando la herida. ¿Qué es lo que parece? —Jungkook preguntó, y lamió la herida otra vez, permitiendo a su lengua deslizarse a través de la piel lesionada, lamiendo la sangre y un poco de suciedad.

Jimin se estremeció.

—Nunca te besaré otra vez.

Jungkook se rio entre dientes.

—No serás capaz de ayudarte a ti mismo.

Jungkook apenas podía ayudarse a sí mismo como estaba. Todo lo que podía probar era el dolor de su compañero, y su lujuria. Quería consolar a Jimin emocionalmente; sexualmente, quería que Jimin lo aceptara de modo que pudiera acoplarse a él adecuadamente, sacarlo de la cabaña, y llevarlo dentro de la manada.

Era su derecho como un hombre lobo acoplado. Incluso el propio Namjoon Kim había declarado que; con la bendición de Seokjin, Jungkook podía hacer exactamente eso. Podría traer a Jimin dentro de la manada como uno de ellos, pero tenían que estar acoplados primero para cimentar la unión, para mantener la lealtad de Jimin donde tenía que estar, y no con el cazador abusivo padre de Seokjin.

Jungkook había estado tan envuelto en sus propios pensamientos que ni siquiera se había dado cuenta enseguida que Jimin ya no estaba diciendo nada, y que su lenguaje corporal ya no era tan completamente cerrado como lo había sido antes.

Jungkook miró dentro de los ojos del hombre, esos bonitos ojos que eran del color de nubes grises justo antes de la tormenta, solamente un poquito de azul asomándose a través.

—¿Qué es? —Jungkook preguntó.

Jimin tenía una expresión tan aturdida en su rostro que había necesitado parpadear un par de veces antes de que una respuesta fuera posible.

—Yo sólo estaba... ¿Por qué hacer eso en esta forma? Puedo entender como un lobo, pero pareces humano en este momento.

—Todavía soy parte de la naturaleza —dijo Jungkook.

Jimin apretó los labios.

—Sí, supongo.

Jungkook tendría que estar satisfecho con la limpieza por ahora. No había nada más que pudiera hacer salvo llevar al hombre hacia la cabaña donde habría vendas.

—¿Eso te molesta mucho? ¿El que sea parte del bosque? — Jungkook preguntó—. Pensé que aceptabas a Seokjin y a su hijo.

Las mejillas de Jimin quemaron en una sombra brillante de rojo. En un hombre tan guapo como este, era adorable.

—Lo hago, su hijo es... adorable.

Namjoon había estado cerca cuando Seokjin insistió en llevar a su hijo hasta la cabaña de Jimin para que lo viera. Jimin tuvo que ser encadenado entonces una vez más, simplemente porque Namjoon no confiaba en el hombre.

Jungkook lo odiaba por Jimin, pero al menos el asombro en su rostro, y su cara roja, y felicitaciones tímidas a Seokjin parecían lo suficientemente sinceras.

Jimin era educado. Y él sentía la necesidad de halagar al niño simplemente porque era un bebé y eso era lo que las personas hacían con los bebés. Ellos los adoraban y elogiaban por el bien de los padres.

—¿Pero? —Jungkook preguntó.

Jimin apartó la mirada.

—Jin está tomando su decisión. Es suya para tomarla. No lo cuestionaré más. Aún no estoy totalmente seguro sobre el alfa del bosque, sin embargo.

—¿Porque es un lobo? —Jungkook preguntó.

Jimin sonrió socarronamente.

—Porque insiste en no dejarme ir de su manada.

Jungkook no le había dicho a Jimin que otro requisito sería que Jimin se acoplara a Jungkook sólo para que Jimin consiguiera las pequeñas libertades que podría dentro de la manada. No estaba mirando hacia adelante para explicar esto por sí mismo.

Él tendría que mantener eso para sí mismo por un poco más de tiempo.

La mirada de Jungkook se desplazó a los pies de Jimin. Olió la sangre y ahora podía ver la fuente.

—Ustedes humanos —dijo, sacudiendo la cabeza—. Siempre corriendo sin zapatos.

Jimin lo fulminó con la mirada, aunque Jungkook tenía la impresión de que no había mucho fuego detrás de eso.

—No tendría que correr si no insistieras en perseguirme.

Jungkook sonrió abiertamente hacia el hombre.

—¿Qué clase de hombre sería si no mantuviera mi palabra?

—¿Tu palabra? —Jimin preguntó.

Jimin era una clase honorable de hombre. Trataba de serlo, al menos. Él apreciaría esto.

—Mi palabra de siempre velar por ti y mantenerte.

En vez de reírse como Jungkook había esperado, la mirada de Jimin realmente se convirtió en un poco caliente mientras se ponía de pie. Se estremeció, pero comenzó a caminar de regreso a la cabaña.

Jungkook lo siguió rápidamente.

—Déjame ayudarte.

—No soy un inválido. Puedo ayudarme a mí mismo a volver a mi prisión.

Jimin estaba cojeando ahora, y el lobo dentro de la cabeza de Jungkook lloró y se quejó al ver a su compañero con dolor. La pobre criatura no podía soportar tal visión.

No había nada que se pudiera hacer por eso, sin embargo, así que simplemente siguió. Jungkook le permitiría al prisionero caminar por sí mismo de vuelta a su jaula.

Volvieron, justo a tiempo aparentemente, porque apenas habían entrado en la casa y Jimin había cojeado su camino hacia la cama que había sido traída especialmente para él, el almuerzo del hombre llegó.

Estaba claro por la mirada de la joven omega que sintió la sangre dentro de la cabaña; y ella sabía que algo estaba mal, pero Jungkook la envío por su camino, solicitando vendas, mientras aceptaba la sopa, pan, carne y queso.

Una buena comida para un prisionero. Lo único que faltaba era buen alcohol.

Jimin tendría que conformarse con agua.

Jungkook trajo la bandeja. Jimin inmediatamente examinó la copa de vino, y su expresión se volvió agria cuando se dio cuenta de que era agua.

Tal como había sido todos los días hasta el momento.

Jungkook le sonrió, haciendo su mejor esfuerzo para aligerar el estado de ánimo.

—Voy a convencer al alfa para traerte un fuerte vino pronto.

—Bueno —Jimin dijo—. Necesito emborracharme.

—¿Con una copa?

Jimin apenas miró hacia él antes de alejar la mirada otra vez, pero al menos su expresión ya no era tan mala.

—No sostengo mi bebida muy bien. O eso me han dicho.

—Fascinante —dijo Jungkook, tirando de un taburete hacia adelante para que pudiera sentarse cerca mientras Jimin comía—. Dime más.

—Bien, fui al Bar una noche con Merek y Seokjin —Jimin comenzó, rasgando su pan antes de detenerse repentinamente. Se detuvo y miró a Jungkook con ojos entrecerrados—. ¿Vas a intentar emborracharme?

Jungkook sonrió abiertamente al hombre.

—¿Disfrutarías de ello si te emborracho? Porque, pese a las apariencias, hay suficientes shifters viviendo en esta manada que disfrutan de un buen alcohol.

Los ojos de Jimin se ensancharon, como si esta nueva información fuera algo que no había esperado.

—¿De verdad?

—De verdad.

—¿Incluso el alfa?

—¿Kim? No —Jungkook dijo, sacudiendo su cabeza—. Él está demasiado cerca del bosque. Su único vicio es que disfruta pasar la mayoría de su tiempo en su otra piel. A Seokjin no parece importarle demasiado, sin embargo. Lo que supongo que es algo bueno.

—Oh —Jimin dijo, mirando hacia abajo a su sopa. Sus ojos grises parecían un poco más ligeros, como si un peso hubiese sido retirado de ellos—. Es sorprendente pensar que cualquier shifter pueda disfrutar de vino y alcohol. Eso parece tan absolutamente...

Él claramente luchaba por una palabra, por lo que Jungkook pensó en ayudarle a encontrar una.

—¿Absolutamente humano? —Jimin comenzó, mirando hacia arriba a Jungkook con esa expresión sorprendida y cara rosa a la que Jungkook se estaba acostumbrando.

Acostumbrándose y todavía adoraba.

—Supongo.

—Somos en parte humanos, después de todo.

—Ahora lo creo —Jimin dijo.

Jungkook olía el calor del hombre, escuchó el sonido atronador del latido de su corazón, y vio la forma en que su garganta trabajó mientras tragaba saliva.

Jungkook se inclinó cerca, su propio pulso golpeaba fuerte en sus oídos.

—Si lo sabes, ¿entonces por qué luchas contra esto?

Jimin lo miró, realmente lo miró, y Jungkook se atrevió a esperar a que este hombre; su compañero, podría finalmente ver la verdad por lo que era.

—¿Cómo sé que no estoy siendo engañado? —preguntó en su lugar—. ¿Cómo sé que Seokjin no está siendo engañado?

—No estás siendo engañado, y tampoco lo está siendo Seokjin — Jungkook dijo—. El hombre es más feliz ahora de lo que nunca ha sido. Él nos dijo como lo trataba su padre.

La cara de Jimin se coloreó, esta vez con vergüenza en vez de cualquier linda, tímida humillación. Como si fuera de alguna manera su culpa lo que Carack había tratado de hacer a su único hijo.

—Casi ayudé al hombre a matarlo —Jimin dijo, mirando hacia abajo a la comida que le había sido ofrecida y cocinada adecuadamente por sus enemigos. Para ser justos, Taehyung probablemente había tenido algo que ver con la cocina desde que era; por ahora, el mejor en ello, pero Jimin no necesitaba saber que un humano era sobretodo el responsable de sus comidas.

—No lo mataste.

—Podría haberlo hecho —Jimin dijo—. No habría querido hacerlo, pero lo habría hecho.

—El pasado está terminado. Sabes la verdad ahora. Has estado aquí durante el tiempo suficiente para ver que no somos demonios. Sólo sucede que vivimos en el bosque.

—Crecí con historias del lobo del bosque —Jimin dijo. Miró a Jungkook a los ojos, como si le estuviera pidiendo que entendiera—. Incluso cuando yo era un pobre erizo en las calles, temía al lobo. Pensaba que si no podía encontrar un lugar seguro para dormir por las noches; o para ocultarme, que él vendría y me mataría, me llevaría lejos para comida. El padre de Seokjin me salvó. Me recogió, me dio un hogar, comida, educación. No tenía por qué hacerlo, y ahora estoy aquí, asociándome contigo y escuchando estas cosas que parecen estar equivocadas.

—No están equivocadas. Yo no estoy equivocado —Jungkook dijo, y no podía ayudarse más. Tocó el hombro de Jimin, necesitando inclinarse hacia adelante para otro húmedo y profundo beso.

Jimin no se movió. Aquellos ojos grises con las manchas de color azul estaban amplios, y su boca se abrió un poco, pero no se movió. Y Jungkook estaba casi allí.

Un golpe en la puerta lo tuvo retirándose rápidamente. No estaba seguro de por qué. No estaba haciendo nada malo. La mayor parte de la manada sabía que él estaba activamente tratando de hacer una reclamación sobre su compañero.

Pero el sonido lo había sorprendido y molestado. La omega estaba de regreso. Jungkook se levantó y tomó por asalto la puerta. Abrió la puerta con un gruñido.

—¿Qué?

La omega retrocedió, y Jungkook inmediatamente sintió una sensación de culpa por gruñirle.

Ella extendió las vendas y las cremas y el recipiente de agua. Él los tomó y murmuró un gracias y una disculpa suave, pero ella todavía se deslizó fuera como una ardilla asustada en la mira del lobo hambriento.

Jungkook cerró la puerta y regresó a Jimin.

El hombre estaba mirando hacia abajo en su comida. Parecía algo aturdido.

—Déjame ver tus pies —dijo Jungkook.

Jimin tímidamente le dio sus pies a Jungkook para que los lavara y los vendara.

Fue fácil para Jungkook ver cómo el hombre ni siquiera estaba haciendo un intento de comer su comida.

—¿Por qué estás tratando de seducirme?

Jungkook miró hacia arriba a los ojos de Jimin mientras terminaba con el último de los vendajes.

—¿Qué?

Jimin lo miró fijamente. Había un suave ceño fruncido en su frente un toque de confusión, como si estuviera tratando de ver lo que pensaba que Jungkook estaba escondiendo de él.

—Insististe en protegerme, y estoy en deuda contigo por eso, luego insististe en ser mi guardia, y sin embargo no puedes dejar de tocarme. —El hombre tuvo que mirar lejos. Más color subió por su cuello—. Siempre estás desnudo alrededor de mí.

Jungkook ignoró el comentario sobre la desnudez.

—¿Quieres que deje de tocarte? —Jungkook deliberadamente dejó a sus manos permanecer en los tobillos y las pantorrillas de Jimin antes de retirar sus manos. Quería que el hombre al menos tuviera una idea de lo que estaba por venir. Si sólo lo dijera.

Jimin asintió. La palabra que salió de su boca fue tan suave que podría también no haber sido dicha.

—Sí.

Pero Jungkook tenía lo que quería. Oyó el salto en los latidos del corazón de Jimin.

—Mentiroso —dijo suavemente.

Se puso de pie. Sabía perfectamente bien que eso permitiría al humano delante de él ver todo su cuerpo desnudo. El rostro de Jungkook era horrible; y no había nada que hacer sobre eso, pero conocía su cuerpo. Sabía que los músculos de su pecho y estomago serían agradables. Sabía que su polla dura estaba orgullosa y deseable, y podía ver ese deseo reflejado en los ojos de Jimin.

Incluso cuando el hombre trató de esconderlo alejando la mirada.

—Eres libre de tocarme cuando quieras —Jungkook dijo. Dio un paso más cerca, mostrándole a su compañero lo que le pertenecía a él, lo que podría tener si sólo lo pidiera.

Jungkook era suyo. Jungkook pertenecía a Jimin, y Jungkook haría cualquier cosa que Jimin le pidiera excepto dejarlo ir.

Todo lo que Jimin tenía que hacer era preguntar. Eso era todo lo que tenía que hacer.

Estaba tan cerca. Jungkook casi podía ver los pensamientos arremolinándose alrededor en un revoltijo dentro de la cabeza de Jimin, pero el hombre todavía sacudió su cabeza.

—Yo no quiero tocar.

—¿Porque soy un lobo?

Jimin tragó.

—Porque no voy a ser capaz de parar.

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