Ep 01💖🐾
Ojalá hubieran ido a casa de Spike para que Jimin pudiera irse, pero estaban en su apartamento, y Spike todavía estaba muy desnudo.
No le importaba que todo lo que tenía era un par de pantalones cortos para niños. Los residentes del edificio podrían besar las nalgas que colgaban fuera si no les gustaba.
-¡Jimin, espera! –Llamó Spike. Jimin giró, fulminándolo con una mirada con dagas, luego su mandíbula cayó.
Spike todavía estaba desnudo.
-¿Vas a salir conmigo mientras tengo esta erección? –Señaló su furiosa erección.
Fue el hecho de que Spike tuvo una erección mientras estaba de pie en el pasillo. Y, por supuesto, lo que acababa de decir. ¿El hombre no tiene vergüenza?
-¡Oh, Dios mío! –Jimin se apresuró hacia Spike, lo pasó, y regresó a su apartamento. Agarró la ropa y las botas de Spike, y volvió a él.
-No tienes que ser una zorra sobre esto. –Spike le arrebató la ropa de las manos a Jimin, luego la dejó caer a sus pies y se puso la ropa interior, luego los calcetines.
A Jimin le tomó un segundo superar su sorpresa antes de que explotara.
Jimin regresó adentro y agarró la cosa más cercana a la puerta, una lámpara de mesa, luego salió por la puerta y se la arrojó a Spike.
Cuando Jimin salió, Spike estaba completamente vestido, pero sin los zapatos. Jimin arrojó el plato, gruñendo cuando se perdió la cabeza calva de Spike y se estrelló contra la pared.
Lo suficientemente furioso como para golpear a alguien, de preferencia a Spike…Jimin bajó las escaleras. Con suerte Ryan estaba en casa, porque necesitaba desahogarse, y dado que Ryan era su único amigo, tendría que escuchar a Jimin lanzar una rabieta.
No le gustaba que lo tomaran por tonto.
Jimin todavía estaba alimentando ese desamor y había pensado que Spike podría ayudarlo a superar a su ex.
-¡Ja! –Dijo mientras salía de la escalera, dando un portazo con fuerza. La broma cósmica estaba en Jimin. Él nunca encontraría la pareja perfecta.
Jimin pasaría el resto de su vida solo, recogiendo gatos y caminando con una bata extragrande con rulos en el pelo. Oh Dios, se convertiría en su tía Betsy.
Levantó la mano para llamar a la puerta de Ryan, sintiéndose lúgubre por su futuro, cuando fue derribado mientras una mano le abofeteaba la boca.
-Shhh –le susurró alguien al oído.
Pensó que era Spike, por lo que trató de darle un codazo, pero fue puesto de pie. Furioso, giró, abrió la boca y luego la cerró cuando vio que era Devil, el novio de Ryan, y no estaba solo.
medio peludo... algo.
Ryan le había dicho a Jimin que Devil era un cambiaformas lobo, pero demonios si Devil se parecía a uno en este momento. Él no estaba en cuatro patas. Estaba parado alto y volviendo loco a Jimin. Jimin abrió la boca de nuevo, listo para gritar ante lo aterrador que tenía enfrente, pero uno de los hombres detrás de Devil agarró a Jimin y tiró de él hacia el ascensor.
Todo sucedió tan rápido que la cabeza de Jimin giró. Estaba confundido sobre lo que estaba pasando, sobre lo que acababa de ver. Pero él todavía estaba siete tipos de enojado, también.
Esta vez fue capaz de plantar su codo. El tipo siseó y lo dejó en el suelo.
Esos ojos color avellana de ensueño distraían. Jimin era un fanático de los ojos bonitos, y tener todos esos músculos tan cerca estaba causando estragos en su cuerpo casi desnudo.
Pero se necesitaba más que buena apariencia para descarrilarlo. De acuerdo, no mucho más, pero ese no era el punto. –Como si te lo dijera.
-Bájame. –El Sr. Gigante y sexy no lograría que admitiera una maldita cosa.
-Tan pronto como me digas en qué piso vives. –Su agarre se apretó, como para demostrar que no estaba mintiendo.
Y Jimin realmente tenía que orinar. –Bien. –Jimin le dio su mejor gruñido amenazante.
-¿Ves? Eso no fue tan difícil.
-Me secuestraste.
-No, no lo hice. –Cruzó sus brazos sobre su enorme pecho, una sonrisa en sus labios besables.
-¿Me salvaste? –Jimin farfulló.
-Vamos a tu casa y te lo explicaré todo.
El desconocido tenía que tener al menos seis con seis y podía aplastar a Jimin como un insecto si lo decidía. Solo porque este hombre había estado con Devil no significaba que fuera genial. ¿Verdad?
-No hay nada que explicar.
-Hasta que estemos en tu apartamento. –Gguk le guiñó un ojo. –Captas bastante rápido, Sexy.
-¿Qué apartamento?
Jimin levantó las manos.
-El ex de Ryan lo tenía a punta de pistola.
El mejor amigo de Jimin estaba abajo con su loco ex y estaba tentado por los coqueteos de JeonGguk. Jimin cargó hacia la puerta, pero la inmensa estructura de Gguk le impidió bajar las escaleras y empujar esa arma por el culo de Jeff.
-¡Pero ese es mi mejor amigo!
-Te dije que no te hicieras daño. –Gguk le guiñó un ojo otra vez.
-Eso fue un golpe –gruñó Jimin.
-Oh. –Soltó una ronca carcajada. –Pensó que soplaba una brisa.
Quería golpear a Gguk en su culo sexy y besar al idiota al mismo tiempo.
Cuando Gguk se encogió de hombros, sus músculos se flexionaron y la baba se acumuló en la boca de Jimin.
Podría haber empeorado la situación si hubiera entrado en el departamento de Ryan.
-Necesito saber que Ryan está bien. –Jimin cargó contra la puerta de nuevo, dándole a Gguk una mirada fulminante que desafió al idiota a detenerlo.
Y JeonGguk impidió que Jimin se fuera. –¿Pensé que pasamos esto?
Un destello de ira cruzó la cara de Gguk antes de que volviera a brotar la sonrisa exasperante.
-Entonces dime qué diablos era eso –demandó Jimin.
-¿Tienes algo para comer? –Preguntó Gguk. –Incluso tomaré algo dulce.
-No está lastimado –dijo Gguk con confianza. –Devil lo destrozará. En todo caso, debes preocuparte por alimentarme. Me pongo de mal humor cuando tengo hambre.
Jimin se colocó las manos en las caderas, entrecerrando los ojos, preguntándose por qué Gguk había ignorado su pregunta sobre qué demonios era.
Eso le recordó a Jimin que solo llevaba un par de pantalones cortos y sus tenis. No era de los que se sonrojan fácilmente, pero el calor se extendió por su cuerpo mientras retrocedía hacia su habitación.
Gguk lo siguió, el hambre oscurecía sus ojos, y esa mirada no tenía nada que ver con la comida. –Por favor, déjame ayudarte a desvestirte.
-Estaba a punto de ponerme algo de ropa. –La espalda de Jimin golpeó la pared. Levantó la vista hacia la hermosa cara de Gguk: su pulso se aceleró, su pene se endureció y la boca de Jimin se secó completamente.
-Sabes que me quieres. –Gguk acarició el costado de la cara de Jimin, luego le lamió la mejilla. Gguk lo lamió. Jimin jadeó, su polla se endureció aún más, si eso era posible.
-¿Qué te hace pensar que te quiero?
Jimin gritó cuando Gguk agarró su pene a través del delgado material.
Gguk tenía el aspecto, pero ¿tenía el mismo tic que Jimin?
Pero Jimin no era una puta. Había pateado a Spike hace una hora. Y no se metía en la cama con cualquiera, incluso si sentía una conexión extraña y profunda con Gguk, como si Jimin hubiera conocido al tipo toda su vida.
Golpeó la mano de Gguk y se agachó bajo su brazo, retrocediendo hacia su habitación.
Jimin dio un portazo en la cara de Gguk y gritó: –¡Puedes mostrarte a ti mismo!
Gguk lanzó un profundo gruñido, uno impresionante también.
-Volveré –dijo Gguk desde el otro lado de la puerta. –Y cuando regrese, quiero mis dulces.
Jimin sonrió ante la amenaza.
La risa estruendosa de Gguk hizo que Jimin sonriera como un idiota.