01: El vecino
Ternura, amabilidad, bondad, hermosura e inocencia: eran unas de las palabras que todos usaban al describir a ese chico, puesto que eso era lo que mostraba. Todos decían conocer a ese chico pero la realidad es que nadie lo conocía, él sólo mostraba lo que querían que conocieran. Todas esas palabras lo describían pero no sabían la otra parte de él: coqueto, sexi, provocador y descarado, definitivamente descarado.
— ¿Aún lo ves?—preguntó el mejor amigo de ese chico
— Por supuesto, es demasiado sexi—dijo para sonreír— Ya es hora de que me ponga en acción
Su mejor amigo soltó una risa— Entonces debes empezar desde ya ¿no?
— Por supuesto—respondió— Tengo una perfecta idea que lo hará volverse loco
Ese hermoso chico se llamaba Park Jimin, el chico al que todos amaban.
— Tenía pensado ponerme lo que me compré—dijo sacando una bolsa— Un conjunto de encaje de color rojo
— ¿Qué harás con eso?—dijo su mejor amigo con una mirada lasciva
— Le daré un pequeño show para su disfrute.
Jimin sabía que su vecino dormía en la habitación frente a la suya ya que la primera vez que lo vio fue cuando este despejaba las cortinas sin tener ninguna camisa que tapara aquel fornido y tatuado cuerpo. Desde entonces, el pelirrubio tuvo un gran flechazo por su vecino.
— ¿Y si Hobi decide dormir contigo?—preguntó el mejor amigo
— Pondré mi puerta cerrada y cuando él venga me avisará, sabes que detendría cualquier cosa por él
— Lo sé
Hobi era un niño de siete años y hermano de Jimin. Este haría cualquier cosa por su pequeño hermanito e incluso detener cualquier acto que implicara relaciones sexuales con las personas que más deseaba. No importaba si vendría su celebrity crush y le pidiera una noche porque si le dieran a elegir, su respuesta siempre sería Park Hoseok.
— Me debo ir, dile a Hobi que le traje unas golosinas y están en la nevera—Jimin asintió y le dio un beso en la mejilla para que su mejor amigo se fuera
Su familia sólo constaba con tres integrantes incluyéndolo a él; Park Namjoon, Park Hoseok y él. Era pequeña pero muy importante para Jimin. La esposa y madre de los hijos de Namjoon se había marchado con otros peces, dejando a los tres en un momento de desamparo. La cabeza de la familia, Park Namjoon, no sabía qué hacer pero lo que tenía claro era que debía ser el pilar de sus hijos. Gracias a ellos, él pudo salir adelante con la ayuda de su primogénito, Jimin.
— Jiminie~—se escuchó un grito desde abajo y el nombrado sonrió para salir de su habitación
Jimin adoraba demasiado a su hermanito y siempre lo complacía. Su vida no era para nada aburrida, la mayoría de las veces buscaba con qué entretenerse cuando su hermanito no estaba con él.
— Hobi—dijo poniendo su mano en la cabellera del pequeño para despeinarla— ¿Te divertiste?
— Sí~ papi me llevó a un parque y me compró comida—dijo sonriendo— Te trajo comida
— Minie—ese había sido su padre, por lo que fue y dejó un sonoro beso en la mejilla de este
Jimin era muy demostrativo con su familia no importaba el momento ni lugar.
— Por cierto, invité al vecino para hablar con él y presentártelo—dijo y Jimin asintió sin ninguna importancia
Probablemente su padre le presentaría otro señor para que este le presente a su hijo. Todos los señores iban con esa intención y cuando Namjoon se enteraba pedía con amabilidad que se retiraran. La cabeza de la familia le molestaba cuando hacían sentir incómodos a sus hijos y no rechistaba si tenía que poner en su lugar a alguien que no los respetara.
— No tiene hijos—aclaró Namjoon— Sé que estabas pensando en eso
— Ahora estoy sintiendo mucha paz—dijo Jimin con felicidad
Jimin llevaba una camisa blanca transparente y un pantalón que dejaba ver un poco de su trasero. Este siempre fue de vestirse a su manera y con lo que más se sentía cómodo. Estaba agradecido de que su padre no le prohibiera su forma de vestir, es más hasta Namjoon le había dicho que su manera de vestir no estaba mal sino la sociedad. También le había mencionado que su manera de vestir no define el respeto que debía recibir y que siempre se defendiera de las patrañas e insolencia de algunos individuos.
De repente, se escuchó el timbre, por lo que Namjoon se alejó de sus hijos y fue hacia la puerta para abrirla. Jimin se acercó a su padre cuando escuchó una voz fuerte y extremadamente sexi a su parecer, fue entonces cuando vio aquel individuo de dos metro de altura.
— Mimi, él es Jeon Jungkook
El pelirrubio seguía en silencio mientras deleitaba a su vecino Jeon Jungkook. Anteriormente lo había visto desde su habitación pero verlo tan de cerca con esa sonrisa tan encantadora hacía que tuviera aún más ganas de cumplir todas sus fantasías.
— El gusto es mío, Jeon Jungkook—le respondió al vecino— ¿Deseas algo de beber?
— No, muchas gracias—dijo Jungkook con una sonrisa
Cuando el vecino entró al hogar de la familia Park, Jimin aún tenía a su hermano entre sus brazos y lo colocó en el suelo por pedido de este. Hobi quería cambiarse de ropa y estar cómodo, por lo que Namjoon decidió llevarlo a cambiar mientras su primogénito atendía al vecino.
— Sígame, lo llevaré a la sala—habló Jimin adelantándose
El menor movió sus caderas en un perfecto vaivén atrayente ante la mirada del vecino, quien no habló y decidió eliminar cualquier pensamiento al respecto. Jeon era una persona de carácter fuerte y que no le gustaba perder el tiempo en cosas que no le eran de mayor importancia o que no le beneficiaría en algo. Es por esto que no ha tenido una relación desde hace mucho y porque no había nadie interesante a quien conocer.
— ¿Desea ver algo en la televisión mientras mi padre viene?
Jungkook asintió.
Jimin tras ver al vecino, decide ponerse en acción basado en su regla de seducción. Primero debía provocar y causar algo en el vecino para saber si tendría algún por ciento de llegar a su meta final. Dicho de otro modo, Jimin dejó caer el control cerca de la vista del vecino y se agachó para tomar el control. Jungkook tenía una gran vista del trasero redondo y en una posición que lo dejaba sin aliento, sin embargo, se obligó a dejar de mirar.
— ¿Desea ver algo en específico?—preguntó Jimin con una sonrisa
Por un lapso de tiempo, Jimin pudo ver la mirada de su vecino y se sintió satisfecho de haber causado esa impresión.
— Puede poner cualquier cosa.
La segunda regla era preguntar sobre el estado civil de su vecino. No le gustaba meterse en relaciones y ser la causa de la ruptura de una relación.
— Y dime Jeon, ¿eres casado o tienes pareja?— Jeon negó— Vaya, no me lo esperaba
La mirada del pelirrubio vagaba por los brazos tatuados de su vecino y por los labios tan bonitos que tenía.
— ¿Por qué no lo esperabas?—preguntó Jungkook acomodándose para ver a Jimin
— Eres un hombre muy hermoso—dijo sin filtro— No te sientas incómodo, cuando alguien suele ser hermoso lo dejo saber
Jungkook soltó una risa por la sinceridad del chico.
— Gracias pero no tengo tiempo para tener pareja y mucho menos soportar los berrinches—le dijo Jeon
— Tengo una duda, ¿no has pensado tener momentos? Ya sabes, uno es adulto y a veces uno quisiera hacer sus cosas—preguntó el sin rubio sin descaro pero al ver el cambio del rostro de Jeon, dicidió hablar nuevamente— Que maleducado soy, lo siento, no quise preguntar.
Jungkook se quedó en silencio. La última pregunta del hijo de su amigo era muy descarada para su gusto. A decir verdad le incomodó demasiado escuchar esa preguntaba y estaba seguro que se iba a empezar a molestar si las preguntas seguían de ese modo.
— ¿Cuántos años tienes, Jeon?
— Treinta y ocho—respondió
— Me van los mayores
El vecino se quedó en silencio ignorando la respuesta tan descarada que le dijo el pelirrubio. No toleraba esas actitudes y mucho menos a las personas que no tenían ni una pizca de vergüenza. Cuando Jimin iba a volver hablar apareció Namjoon, por lo que Jungkook se sintió más relajado.
— ¿Ya se conocieron?—preguntó Namjoon y Jimin asintió
Hace unas semanas que Namjoon y Jungkook se habían conocido en la universidad pues el señor Park era director del lugar educativo en donde Jungkook enseñaría. La amistad de ambos surgió tras darse cuenta que ambos tenían gustos similares y vivían por la misma zona.
— Fue un placer conocerte, señor Jeon. Espero verlo nuevamente, los dejo a solas.—dijo Jimin yéndose de la sala
A partir de ese momento, el vecino Jeon Jungkook supo cuan descarado era el primogénito de la familia Park. Por tanto, debía mantenerse alejado de ese pequeño y descarado pelirrubio.
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