PAPI~ 『ೃೀ KOOKMINೃೀ 』

Desde muy niño tuvo pinta de alfa, por lo cual cuando visitaba a sus primos y primas, y jugaban con sus muñecas él siempre tomaba el papel de alfa dominante. Era cuidadoso con el bebé de plástico, pero a la vez muy protector y responsable, algo que llenaba de orgullo a su padre, sabía que sería un excelente alfa en el futuro.

A sus 13 años se presentó como alfa.

Con ello, inicio la búsqueda de un buen omega para tener a su primer cachorro. Formaba lazos amistosos con lindas y lindos omegas, con la esperanza de encontrar a alguien que le atrajera con intensidad y que lograra formar la familia que tanto quería.

Pero tristemente, nadie cumplía con sus expectativas. No era muy exigente en cuanto a gustos, pero con ningún Omega, se imaginaba a futuro.

Al pasar los años, se hizo amigo de una linda Omega de ojos azules, delgada, facciones delicadas, un aroma muy dulce pero sin llegar a empalagar, pero lo que más le llamo la atención fue su cabello, este tenía una extraña tonalidad plateada natural, que hechizo a Jungkook haciéndolo imaginar inmediatamente como sería su cachorro si llegara a embarazar a esa hermosa Omega.

Por ello, no lo dudo y fue tras ella.

Los meses pasaron y ambos tenían ya una buena relación, que podía llamarse "noviazgo", a pesar de Jungkook no sintiera nada por ella ya que solo le interesaba el cachorro que podrían tener. Era demasiado cruel y lo sabía, pero no podía evitar pensar únicamente en los cachorros que tendrían.

Una noche común, mientras tenían una cita en casa de la Omega, está comenzó a generar fuertes y dulces feromonas, lo que rápidamente Jungkook logro detectar entendiendo lo que pasaba. Ella estaba entrando en celo.

No desaprovechó la oportunidad y se encargó de satisfacer el deseo de la joven durante varios días sin protección alguna, manteniendo en su mente un propósito claro, que se confirmó un mes después.

Sería padre.

Su lobo se enalteció y salto de gusto ante la noticia, estaba a un solo paso de cumplir su más anhelado sueño.

Jungkook, tenía como plan desde el comienzo de la relación, esperar a que la Omega diera al luz una vez que estuviera embarazada para quedarse con el cachorro y que ella siguiera con su vida de manera tranquila, ya que durante el acto sexual no hubo marca, por lo tanto no había lazo entre ellos. Pero la suerte le jugo en contra. La Omega se había enamorado perdidamente de él y le exigió casarse con ella, teniendo como amenaza largarse con el bebé, por lo que el joven alfa tuvo que ceder.

La boda de realizó meses después y hubo también una pequeña y cliché luna de miel, donde Jeon, cambió un poco su manera de pensar.

Una noche mientras camina por la playa durante esas fechas después de su boda, Jungkook reflexionó mirando a las estrellas. Se planteo que si estaría toda su vida junto a esa Omega por lo menos debería intentar amarla para ser feliz.

Tendría a su precioso cachorro y a una hermosa Omega. ¿Qué más podría pedir?

Por ello, durante los meses siguientes del embarazo, Jungkook realmente se esforzó por enamorarse, era cariñoso y protector con la Omega a pesar de no tener un lazo y eso lo hacía feliz, pero obviamente siempre usaba ese pretexto para estar pegado al vientre de la chica, hablando con él cachorro, cantándole, contándole historias recibiendo como respuesta tiernas pataditas del bebe.

Al llegar el fin del embarazo podía decirse que estaba comenzando a enamorarse ante la dulzura de la bella joven, aunque su lobo se negara a aceptarla como pareja. Sin embargo todo ese amor y esfuerzo se fue al carajo al tener a su cachorro en sus brazos.

El día del parto, fue el primero en cargar al tierno bebé quedando inmediatamente enamorado de él.

Era un lindo cachorro varón de piel clara, ojos chiquitos y labios abultados, sus mejillas eran grandes con un lindo tono rosita en ellas, pero lo que lo enamoro fue el cabello tal como él de su madre dándole la apariencia de un hermoso ángel. Era incluso más hermoso de lo que había imaginado.

Jungkook lloro de emoción al tener a su primer y único cachorro en sus brazos, ya que había decidido esa noche de octubre que no quería más hijos con la Omega. Quería darle todo su amor, tiempo y sobre todo su corazón a su primogénito.

Solo a él.

El pequeño Jeon Jimin, inmediatamente tuvo una buena conexión con su padre. Al estar en sus fuertes brazos se sentía tranquilo y sobre todo podía dormir en paz, en cambio con su madre lloraba a mares, también se negaba a beber leche de su pecho, nadie entendía el por que su comportamiento, solo dejaban que Jungkook se encargará de él para que dejara de llorar. Y el alfa, estaba más que encantado de pasar todo el día junto al bebé.

Durante los primeros meses el pequeño Jimin lloro muchísimo mas.

Su padre tenía un buen trabajo, ganaba mucho dinero pero tristemente se la pasaba todo el día en el fuera de casa, lo que al pequeño Mimi de tan solo 5 meses no le agradaba para nada y como forma de demostrar lo que sentía se soltaba a llorar. Extrañaba demasiado a su padre, extrañaba su aroma y el amor que le daba.

Nadie lograba calmar su llanto, los juguetes, biberones y chupones no hacían efecto, todo el día era un total llanto, fuerte y desgastante, hasta que el Alfa regresaba del trabajo y lo cargaba en sus brazos, llenándolo de amor. El olor de su padre alfa lo calmaba por completo al igual que su gruesa voz haciéndolo que inmediatamente luego de tomar su biberón, cayera perdidamente dormido hasta el día siguiente sin separarse ni un segundo de su padre.

Jungkook al ver el comportamiento de su bebé, decidió que era lo mejor trabajar desde casa para así poder dedicar todo el tiempo a su cachorro, algo que el amaba hacer durante todo el día durante los 365 días del año.

El pequeños Jimin creció como un niño mimado, consentido y caprichoso, gracias q su padre alfa, que hacía todo con tal de hacerlo feliz. Si el quería algo, lo tenía gracias al alfa, con el no había berrinches ni lágrimas, solo alegría y felicidad.

Pero desgraciadamente con su madre no era así. La Omega estaba cansada de la situación, Jimin era un mal niño con ella, no la obedecía, le hacía grandes berrinches cuando salía con ella, pero lo peor era que le quitaba por completo la atención del alfa.

Eso era lo que más le molestaba de todo, quería Jungkook para ella sola.

En una ocasión mientras Jimin y la Omega salían de compras, Jimin armó un gran escándalo por un juguete, exactamente por una lindo y gordito bebé de plástico, mameluco rosa, mejillas grandes y manitas regordetas, tal como las de él.

Mimi, deseaba tanto el bebé para jugar con su padre alfa, a la mami y el papi por la tarde, pero su madre se negó a comprarlo causando que su tierno hijo se convirtiera en un pequeño Demonio.

En cuestión de segundos se había soltado de su mano y tomado el Nenuco con fuerza mientras miraba a su madre de una forma intimidante para obligarla a comprar el juguete. La mamá molesta se negó y se lo arrebato bruscamente causando que Mimi se tirará al piso a llorar y patalear fuertemente logrando llamar la atención de las personas que estaban dentro y fuera de la tienda. El pequeño Jeon lloro con todas sus fuerzas, haciendo que la desesperada madre le llamara la alfa para que la ayudara.

Jungkook quien se encontraba en una importante reunión de trabajo, al recibir la llamada de la Omega desesperada, dejo todo a un lado y salió corriendo del lugar hasta donde el bebé estaba. Su hijo siempre estaba primero que todo, incluso que su trabajo.

La mamá del cachorro, ya cansada y con un fuerte dolor de cabeza por el llanto de Jimin, tomo al bebé en sus brazos y le bajó su tierno overol bruscamente dejando a la vista sus calzoncillos de corazones y lindos detalles floreados. Sin pensar bien en lo que hacía, le dio una fuerte nalgada al bebé haciendo un ruido seco y formando un silencio entre los testigos.

Jimin se soltó a llorar aún más con el golpe, su garganta dolía y sus lágrimas se agotaban, necesitaban a su papi.

La mujer se arrepintió de mi hecho, pero lo peor de todo para la omega, fue que él alfa justo en ese momento llego al lugar presenciando el golpe de la mayor a su tierno bebé, lo que lo hizo enfurecer. Su bebé, era lo más preciado que tenía y nadie podía tocarlo de esa manera.

A acerco a ellos segregando feromonas de enojo haciendo que las personas se alejaran de ahi ante el aura furiosa del mayor y tomo al bebé en sus brazos. Subió sus ropitas con mucho cuidado, lo abrazo fuertemente para después llenar su rostro de besos limpiando sus lagrimitas, resaltando sus bonitos y gorditos cachetes, además diciéndole muchas cosas bonitas sobre el, sacando tiernos suspiros del bebe.

Luego de unos minutos el pequeño Jimin logro calmarse entre los brazos de su padre, pero obviamente no perdió la oportunidad y le pidió el juguete al padre quien no dudo en comprarlo.

La Omega solo presenció en silencio muy molesta ante la actitud de su esposo. Vio al alfa salir del lugar con su hijo en brazos, quien al ver a su madre se rio burlón sin que su papi lo notara, le saco la lengua en forma victoriosa para luego abrazar de nuevo al alfa fuertemente y llenarse de su varonil aroma.

Ahí la madre comenzó a tener odio por el demonio con piel de ángel. Entendió que sería un dolor de culo estar con el alfa, si Jimin seguía de esa manera. Pero no se daría por vencida.

Desde ese día hubo una gran tensión entre el Alfa y la Omega que Jimin poco a poco se encargó de agrandar más con simples acciones que solo lo acercaban más a su padre, mientras la Omega, solo se alejaba y Jimin gozaba del sabor a victoria.

Los años pasaron, y la actitud de Jimin con su madre no cambio. En realidad la odiaba demasiado, no le gustaba que ella estuviera con su padre, odiaba que la mayor quisiera marcar a su progenitor con su asqueroso aroma. En esos momentos, deseba tanto presentarse para también dejar su aroma en el alfa y alejar ala Omega resbalosa de el.

Durante los pocos besos que se daban cuándo tenían algún momento agradable, el cachorro gruñía y terminaba fingiendo algún malestar para que su padre le prestara atención a él, lo que hacía inflar su pecho de satisfacción. Sabía cómo manipular a su padre y lo usaría a su favor.

Mientras que la relación de los mayores estaba por los suelos, la de Jimin y el alfa crecía un más. Había algo que los hacia inseparables, una confianza más allá de padre a hijo.

Ambos jugaban y se divertían juntos. Era tanta la confianza entre padre e hijo que tenían la costumbre de bañarse juntos, algo que Jungkook disfrutaba demasiado ya que podía acariciar el cuerpo de su pequeño hijo sin temor alguno y aún sin alguna doble intención, apareciendo lo bello que era, disfrutando de roces y tiernas palabras del niño hacía el hermoso cuerpo de su padre, mientras su esposa esperaba molesta en la habitación principal.

Jungkook, ahora que su cachorro tenía 12 años esperaba a con ansias a qué su hijo se presentará. Aunque sabía perfectamente que sería un hermoso Omega ya que este últimamente había tomado características físicas delicadas y muy sensuales, mucho más hermosas que las de su esposa.

No sabía por qué, pero el lobo del alfa saltaba de emoción al imaginar su hijo siendo Omega. Lo imaginaba siendo solo de su propiedad, tocando su cuerpo con libertad y besando sus labios, quería tener todo el cuerpo de su hijo para el solo.

Sentía muchas mas cosas que jamás logro sentir con su esposa y que en cierto punto le preocupaban por la relación parental que ambos tenían.

---