Un niño caminaba tranquilo por la calle de su pueblo con sus manos ocupadas ya que el llevaba bolsas y bolsas de comida ya que con su abuelo se estaban quedando sin la recerba. El niño cabello rubio y ojos azules era llamado Jimin, el nombre que su abuelo le había puesto ya que su padres lo abandonaron y se fueron a vivir a la ciudad, a él no le importaba mucho ya que su abuelo lo crío con el cariño que el se merecía.
Park Hyun-Shik de 60 años criando a su único nieto, a su nieto que fue abandonado por su propia hija a la cual el amaba mucho. El niño fue creciendo sano y fuerte, era muy inteligente y también ayudaba a su abuelo en todo lo que él necesitaba, con su edad y la enfermedad que él tenía no podía hacer mucho.
Los años pasaron rápido y el pelo rubio ya contaba con 10 años de edad, según las señoras que vivían cerca ya era todo un hombre
— Hola Jimin! Dónde vas con todas esas bolsas?—Hablo la señora Lee, una mujer de unos 40 años de edad
— Hola sr. Lee! Llevo la reserva que nos dudará un mes, ya nos quedamos sin ella —Dijo sonriendo
— Ah.. quieres que le hable a mí hijo así te ayuda? — dijo la señora Lee, su hijo de unos 20 años apenas cumplidos que fue a visitar a su madre ya que estaban en vacaciones al igual que el
— No se preocupes Se. Lee, yo puedo con esto — Hablo el pelo rubio
— Ah Jimin, dile a tu abuelo que necesito más manzanas. Hoy voy a hacer una tarta con ellas —
— Está bien, yo le diré no se preocupe — dijo para seguir su camino, bueno su casa queda a dos casa de la casa de la Sr. Lee. Era un pueblo pequeño con apenas quinces casas, y todos eran pasando los 30 años de edad
No había niños en el pueblo todos eran adultos y los hijos de los que vivían hay ya también se comviertieron en adultos
El rubio apuro sus pasos para llegaras rápido a su casa y cuando lo hizo entro saludo a su abuelo y fue a poner los alimentos que traía en las bolsas en su lugar, el era muy ordenado y trataba de mantener ese orden. Cuando terminó de poner cada cosa en su lugar se fue donde estaba su abuelo
—Abuelo, la señora Lee dijo que le mandes manzanas — dijo para luego sentarse — dijo que es para hacer una tarta con ellas
— Ah.. está bien, ayer corte algunas y están en aquellas bolsa negra — dijo para ir y traer aquella bolsa — podrías ir a dejarle Minie?
— Está bien abuelo — dijo para tomar la bolsa y salir por la puerta de madera, camino un trecho corto y llego a la casa de la señora Lee a la cual le tenía tanto aprecio a Jimin, todos los del pequeño pueblo apreciaban a Jimin ya que era el único niño y a la cual ayudaba a todos. Toco la puerta y de esta salió un chico de cabello oscuro, ojos marrones claros y una tez blanca
Jimin creía que era un vampiro por lo blanco que era
— Está la Sr. Lee? — hablo el pequeño rubio
— Se fue a comprar algunas cosas ya volverá —dijo y por primera vez escucho la voz de aquel chico frente de el, era linda
— Oh, aquí le traigo las manzanas que ella me pidió — el asintió y se hizo a un lado
— Pasa — dijo dondole una pequeña sonrisa al rubio
Jimin paso hacia dentro de la casa, el pelinegro le hizo sentar en una de las sillas que estaba ahí y también recibió la bolsa con las manzanas, las fue a dejar en la cocina y volvió a sentarse a lado de Jimin
—Oye, tus ojos y cabellos con naturales? — dijo — perdón por la pregunta pero es que por primera vez que veo a alguien así que no sea teñido o estranjero
— Si, es natural y mis ojos también —hablo el rubio — no se preocupe, aquí todos se sorprendieron cuando mí madre me vino a dejar con mí abuelo, según mí abuelo mí padre no era del todo coreano ya que su padre era del continente europeo y su madre era coreana. Pero dice que yo me parezco más a mí madre
— Y dónde están ellos? —
— No lo sé — dijo para luego hachar su mirada — mis padres vinieron a dejarme con mí abuelo cuando yo tenía apenas meses de nacido
— Oh perdón por preguntar, no lo sabía — el rubio nego y sonrió
— No te preocupes todo está bien — dijo y la puerta principal se abrió dejando pasar a la señora Lee con bolsas en las manos
— Oh Jimin trajiste las manzanas — dijo para dejar las cosas en la mesa e ir a la cocina donde ya estaba las manzanas hay — Jimin quédate a comer una tarta de manzana y también a qué le lleves un pedazo para tu abuelo
— Está bien — dijo. Pasaban los minutos y Jimin con la señora Lee hablaban de cualquier cosa que se les cruzaba pero ellos hablaban un pelinegro miraba la belleza de aquel rubio, habeces Jimin lo cachaba viéndolo y este se sonrojaba. Apezar que era un niño todavía sabía cómo tener esa mirada seductora pero sin darse cuenta de ello, el pelinegro miro más detalladamente a Jimin y vio que sería un buen modelo para la empresa Jeon's corporation, era unas de las mejores empresas de Seúl.
Además por lo que había escuchado a su madre aquel niño era un prodigio en la escuela, era muy inteligente y que su sueño era ser abogado como lo había sido su abuelo en aquella época dónde el bastón no existía para el.
— Listo termine — dijo la madre del pelinegro — toma Jimin, este es para tu abuelo y para ti
— Oh muchas gracias — dijo el rubio tomado aquella tarta que se veía deliciosa — Bueno debo irme, mí abuelo ya debe estar esperandome. Que tengan un lindo día — dijo saliendo de la casa de la señora Lee, camino con cuidado ya que no quería que la tarta se le callera, el quería probarla pro que se veía deliciosa. Llego a la casa donde su abuelo lo estaba esperando, entro y dejo la tarta en la mesa
—Esto manda la Sra. Lee — dijo cortando un pedazo para darle a su abuelo
— Está delicioso— sonrió