Después de pasar cinco años en prisión por un crimen que no cometió, Jungkook está más que cabreado. Está amargado, y no duda en decírselo a todos. Cuando su compañero aparece en la taberna donde trabaja, Jungkook hace todo lo que está en su poder para evitar al pequeño oso. Jungkook no necesita, ni quiere un compañero.
Cuando Jimin entra en una taberna, para calentarse los dedos de los pies, ni se imaginaba que encontraría a su compañero. Jungkook es todo lo que Jimin podría querer alguna vez en un gran oso. El problema es que Jungkook no lo quiere, y se lo deja claro.
Cuando Jimin se marcha, Jungkook entiende cuan idiota ha sido. Peina las calles en busca de su compañero, pero Jimin no está en ‘ningún lado’. ¿Le dará el destino otra oportunidad, o su ira ha arruinado la única posibilidad que tenía de conseguir su feliz para siempre?