prólogo.
"- Mi pequeño y hermoso hijo. - mencionada una mujer, hermosa, de cabello largo, blanquecino y labios rosados. - Nunca olvides a tus padres, nunca olvides quién eres, nunca desconozcas la belleza que portas. - le acariciaba la mejilla a un niño de seis años, que la miraba fijamente mientras estaba sentado dentro de un carruaje. - Mi bebé, te amamos mucho. Encuentra a tu persona especial, y ama como nunca. Sabes donde estaremos, puedes ir a nosotros cuando decidas ya no volver a este mundo. - la mujer, que acariciaba a su único hijo por fuera de la ventana del carruaje que le permitía tal acceso, besó la mejilla sonrosada ahora por pequeñas lágrimas traicioneras.
Un hombre se acercó, se posó cerca de la mujer rubia, la abrazó de la cintura y miró con nostalgia a su niño.
- Mi hijo, mi hombresito. Te amo mi niño. Te amamos mucho. - ambos mayores muy a su pesar tenían que despedirse de su único hijo y verlo partir.
Cuando el carruaje de decoraciones finas y doradas partió, la mujer cayó arrodillada en el suelo llorando, el hombre simplemente trataba de consolarla sintiendo exactamente el mismo dolor. Mientras inconscientemente el niño tomó en sus manos pequeñas el collar con el dije de una cola de sirena, lo apretaba controlando sus emociones."
Nadie sabe lo que el futuro nos tiene preparado para cada uno de nosotros, solo nos queda esperar, enfrentar y vivir.