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CASO JJK-90

Capítulo 2

— El director Kim esta loco... ¿Sabes lo que le sucedió a los otros agentes? — Yoongi miraba los papeles que les habían entregado mientras Jimin observaba la computadora.

Le habían asignado una oficina para ellos solos, algo que en el anterior departamento nunca había sucedido y les había tocado trabajar con gente desagradable. Jimin se sentía valorado al fin, tal vez no era tan malo haber sido trasladado, contrario a lo que pensaba Min Yoongi que por poco y salía huyendo del lugar.

— Supongo que fueron descubiertos y los quitaron de su camino. — Murmuró en respuesta Jimin, a lo que Yoongi le miró asintiendo. — No creo que nos suceda eso. Nosotros no estaremos haciendo lo mismo, no iremos de encubiertos. —

— Jimin, es exactamente lo que tendremos que hacer. ¿Cómo crees que vamos a obtener las pruebas necesarias contra Jeon JungKook? Dios, ese tipo es una moneda... ¡Tiene dos caras! Todo lo que tenemos de información son rumores, en todos lados Jeon JungKook aparece como uno de los empresarios más jóvenes y mas exitoso de todo Corea del sur, ¿En serio crees que vamos a poder hacer algo si no entramos a su organización? Ese tipo tiene todo un circo montado para distraer a las autoridades, tiene control sobre todo. — Yoongi se sentía nervioso y cansado. Ya había leído unas cinco veces el informe que habían hecho sus compañeros anteriormente sobre el sospechoso.

— Leí que ha invertido en cadenas de hoteles y restaurantes por la zona. Además, también tiene algunas empresas funcionando en la isla Jeju. Ese tipo caga dinero. — Jimin por fin miró a su compañero quien lo miraba con ojos de súplica. — No podemos decir que no a este caso. Primero, nos devolverían a nuestra sección y no tendríamos nada que hacer. Segundo, seríamos la burla y tu no quieres eso, yo no quiero eso. Este caso es muy importante y han decidido dárnoslo, al fin tenemos algo importante y a nuestra altura.—

—¡Somos enanos, Jimin! — Exclamó Yoongi haciendo que Jimin frunciera el ceño.

— Me refiero a nuestras capacidades, genio. — Yoongi sonrió divertido. — Anda, es un caso muy bueno, debes aceptarlo. Se que esta un poco difícil y que posiblemente terminemos muertos si es que algo sale mal... — Yoongi lo miró abriendo los ojos más de lo normal, haciendo reír ligeramente a Jimin. — A lo que voy, esto realmente nos daría ese empujón que necesitamos. Imagina atrapar a este hombre y traerlo... Dios, ¿Te imaginas la cara de todos? Seríamos vistos como los mejores de la agencia, vamos Yoongi, veamos hasta donde podemos llegar sin ser descubiertos y si estamos en peligro, desistimos ¿Vale? —

Yoongi lo observo sin poder creer que el que hablaba era su amigo. Su asustadizo amigo.

—Estas loco... Aceptaré solo porque quiero ser el último en verte con vida para poder decir: Te lo dije. — Jimin rió suavemente y golpeo despacio el brazo de su compañero.

Ambos continuaron revisando la información entre bromas y conversaciones nada serias. Si bien, ambos se sentían ansiosos, una parte de su cabeza les advertía del peligro que esto traía.


...


A JungKook nunca le había gustado madrugar, sin embargo, se había acostumbrado desde que había comenzado a “trabajar”. Eso no quitaba el hecho de que su humor por las mañanas era el peor, nadie quería hablarle para evitar la tercera guerra mundial con él.

A pesar de esto, a Hoseok le había valido tres hectáreas las advertencias de la sirvienta que preparaba el desayuno cuando entró a la casa Jeon. Subió las escaleras demasiado alegre y entro a la habitación de JungKook como si fuese la suya.

— Hey, animal. Arriba. — Había quitado la manta que cubría el cuerpo de JungKook, haciendo que una brisa fría lo recorriera.
Hoseok se acercó al amplio ventanal que tenía frente a la cama y corrió las cortinas para que entrara la luz de la mañana. Segundos después abrió el gran ventanal, dejando que el aire entrara a la habitación. Se volteó y pudo ver a su amigo aún tirado en la cama, agarrando las mantas para cubrirse del frío. Hoseok se las quito rápidamente y se sentó al final de la cama. —JungKook, tengo información importante. Necesito que te levantes. — Habló nuevamente, esta vez más serio.

— Vete a la mierda, Jung— Con voz ronca y perezosa, JungKook al fin había respondido dejando claro que había sido despertado.

— Es información valiosa. Hoy me llamo SeokJin y dijo que tuviésemos cuidado con la gente que entra al negocio o a tus empresas. Al parecer algo debe haberle dicho Namjoon sobre ti, hay que tener cuidado. — Hoseok observó a su amigo quien continuaba con los ojos cerrados, pero parecía analizar las palabras dichas.

— No es algo que no supiera ya. Los policías que estaban de encubierto ya fueron sacados del camino y todo quedó como un accidente. No hay noticias sobre ellos, por lo que, seguramente deben estar investigando aún. Lastimosamente no hay nada ahí que los lleve a mi, a excepción de que estaban encubiertos para obtener información acerca de mi. — JungKook se había sentado mientras se pasaba una de sus manos por el rostro y bostezaba aún con sueño. Hoseok lo miraba pensando en sus palabras.

— ¿No crees que ya tengan a sustitutos? Es decir, ya enviaron a dos y les importó muy poco que murieran, eso quiere decir que pueden enviar a más gente con el fin de descubrir tu negocio ilícito. Tal vez a eso se refiere SeokJin. — Hoseok se toco la sien pensativo.

— Pues que vengan. De todos modos, tenemos todo bajo control como para que alguien nos descubra. Las empresas ficticias que creamos como compradores, nos ayudan a lavar el dinero, además de las inversiones. Todo esta bajo control y quien venga, solo vera la cara de la moneda limpia. — JungKook se levantó de la cama y camino hasta el baño para darse una refrescante ducha.

Se quitó los pantalones de pijama y el bóxer negro que llevaba puesto, ingresando a la ducha segundos después. Hoseok mientras tanto salió de la habitación de su socio y camino hasta la cocina, robando alguna fruta para alimentarse mientras el azabache llegaba hasta la planta baja.

Hoseok se acomodó en el gran sofá de la sala mientras revisaba su celular. Varios mensajes de la misma chica agendada como “Habitación 42”. El castaño sonrió y archivo el chat sin revisar alguno de los mensajes, no era importante. Continuo comiendo su manzana roja mientras esperaba a su socio, observando a la servidumbre que desde temprano comenzaba las labores en el gran hogar (mansión) de JungKook.

Unos pasos interrumpieron su desayuno y sus pensamientos, volteo su rostro y sonrió al ver al dueño de la mansión tomando una taza con lo que suponía era café, su compañero no vivía sin este.

— ¿Irás a trabajar hoy? — Preguntó alegremente Hoseok, se levantó del sofá y camino hasta el comedor en el que se estaba sentando JungKook, tomando asiento al lado de este.

El azabache tomó el periódico del día que una de las sirvientas le había dejado sobre el comedor y mientras tomaba su café comenzó a leerlo. Minutos después, se vio interrumpido por el desayuno para dos personas, que era puesto sobre la mesa. Observó a Hoseok quien le agradecía con una sonrisa a la joven chica recién contratada.

— Es menor de edad y su mamá lleva tres años trabajando para mi. Ni se te ocurra, Jung. — La advertencia fue clara para el castaño, quien sin duda solo soltó una pequeña risa. — Hoy nos toca ir a trabajar y hablo en plural, ya que no te has aparecido hace tres meses por la empresa y no me gusta levantar sospechas. — El mayor de ambos dobló el periódico y lo dejo a un lado para después comenzar a prepararse una de las tostadas que habían dejado sobre el platillo de porcelana.

— ¿Qué sospechas? Saben que soy tu socio, ¿Cuál es la obligación en ir hasta allá una vez a la semana? — Preguntó el menor mientras le ponía azúcar a su café con leche.

— Porque de acuerdo a los contratos que firmamos con tu mierda de empresa, se supone que habría junta de trabajo al menos una vez a la semana para trabajar en los proyectos que conciernen a ambas empresas, mis empleadores ya comienzan a preguntarse donde esta la gente de Jung Company y porque no trabajan en conjunto con ellos. — JungKook soltó con su mal humor matutino, siendo recibido por la gran sonrisa que iluminaba hasta el infierno, de Hoseok. — Hablo enserio, Hoseok. Te necesito ahí con tu gente. — Murmuró bajo para después comenzar a alimentarse.

— Ahí estaré hoy. Solo que antes debo pasar por mi empresa para avisarle a mis trabajadores y estar presente en la elección del personal nuevo que se presentaran mañana para la prueba final. — JungKook levantó la vista ante las palabras de su amigo. — ¿Que? —

— ¿Aún no encuentras quien te lleve las finanzas? No es muy difícil, Hoseok. Hay muchos contadores en Busan, ¿Qué te ha llevado tanto tiempo? — Preguntó preocupado JungKook.

El tema de buscar un contador había estado un tanto difícil. Hoseok necesitaba a alguien que fuera de su completa confianza, quien no jugara sucio. No podía arriesgarse a contratar a cualquier persona, mucho menos sabiendo que Jung Company era una de las empresas que ayudaba a lavar el dinero de J&J Ltda.

— Sabes que no es así de simple, necesito a alguien de confianza para las tareas que debe cumplir. Es una pena que el otro contador se vendiera tan fácil a esos dos policías... Hablando de eso, ¿Ya tiraste el cuerpo? —

— Esta todo hecho y nadie va a buscarlo por un buen tiempo. Ya no te preocupes por eso, mejor ve buscando rápido un contador que pueda ayudarte, no podemos perder más tiempo con eso. — Hoseok asintió tomándolo como una orden, JungKook muchas veces se las daba, por lo que, de cierta manera ya estaba acostumbrado. Ahora solo le tocaba buscar a la persona correcta antes de que la semana terminara para evitar atrasos en cuanto a las finanzas de su empresa.


...


— Graduado de la carrera de Auditoria como Contador auditor. Con las mejores recomendaciones laborales y mucha experiencia en grandes empresas. Según esto, soy genial. — Yoongi agitaba las hojas recién impresas por su compañero. Jimin reía ante las reacciones de este.

— Ahora solo falta que estudies un poco de contabilidad y que sepas hacer un buen trabajo cuando te presentes. — Yoongi lo miró preocupado. — Te ayudare a estudiar, según la mujer mañana tendrás la entrevista presencial y una evaluación para medir tus capacidades, así que hoy nos tocara trabajar mucho para convertirte en HyunSoo, contador auditor. — Jimin se levanto de su asiento frente a la computadora y camino hasta la mini biblioteca que les habían instalado hace algunos minutos mientras trabajaban. Agarro uno de los libros de contabilidad y se lo llevo a la mesa para comenzar a leerlo.

— Esto no va a funcionar y nos iremos a la mierda. Terminare sin pene y no lo podre utilizar nunca más en la vida. — Se quejo el de cabello negro. Jimin lo miró de reojo y soltó una pequeña risa continuando con su lectura.

— Primero, eres gay y de los pasivos. Te gusta morder la almohada, dudo que utilices tu pene para algo. Segundo, no va a salir mal porque el plan es perfecto. Tercero, si sale mal lo peor que puede pasar es que no te contraten y perder la oportunidad de ingresar a Jung Company, nos tocara buscar un plan B y ya. No es para preocuparse. — Murmuró el rubio.

— Recuérdame porque no vas tu, por favor. —

— Porque según los correos de la asistente de JungKook, hoy por la tarde tiene una reservación en un restaurante de los finos y yo estaré en ese lugar, muy cerca de él solo para comenzar a conocer a la victima. A ti no te gustan ese tipo de lugares y seguramente, con lo necesitado que andas, terminas ligándote al narco. — Yoongi rechisto volteando su rostro de manera indignada.

— Es cierto, pero no te daré la razón tan fácil, puta. —Murmuró observando la mini biblioteca. — ¿No crees que el tal JungKook es guapo? — Soltó de la nada sorprendiendo al rubio.

— Un poco, pero ¿Le has visto la inmensa nariz? Eso si le quita lo atractivo. Esta más guapo tu próximo jefe. — Jimin busco la carpeta con la información que había conseguido y saco una mini fotografía de Jung Hoseok, dueño de Jung Company y socio de Jeon JungKook. Un sospechoso más en la lista. — Mira ese rostro perfecto, seguramente se opero. — Habló divertido.

— ¡Dios santo! Jimin, entrare en esa empresa si o si... Y este guapetón me cogerá en su oficina mientras le llevo sus finanzas. — Jimin soltó una fuerte carcajada sabiendo que su amigo solo bromeaba, eso esperaba.

— A estudiar, flojo. — Fueron las últimas palabras del rubio antes de ver como el pelinegro se levantaba y agarraba un libro de auditoria volviendo a su puesto para estudiar.

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