CAPÍTULO 1 EL COMIENZO DE TODO
Yo, cuando nací, fui entregado a un orfanato, el lugar donde botan a los indeseables.
El orfanato se encontraba en medio de la nada, solo se lograba ver campos enormes, por ese motivo nunca se preocuparon de tener alguna puerta de salida o entrada, ya que los huérfanos que no tienen a nadie en su vida a donde podrían ir. El único sitio aparte de los grandes campos era un pequeño río de donde podíamos sacar agua limpia, también existían unas cabañas donde en una dormían las niñas y en otra los niños. Contaba con algunos corrales para el ganado de donde sacaban algunos alimentos. También contábamos con dos profesoras, una cocinera y una señorita que se encargaba de los más pequeños, como los bebes. Todos ellos se encargan de un aproximado de veinte niños. Ellos nunca llegaron a ser abusivos con nosotros, tal vez porque sabían que solo éramos unos pequeños niños que podíamos cometer errores.
Recuerdo que en ese ambiente tranquilo conocí a un niño que se volvió mi amigo, su nombre era Tau, que significa león, un nombre que va de acuerdo con su comportamiento.
Tau, tenía unos ojos verdes con un cabello castaño, que ante la luz del día su cabello brillaba, tenía una piel blanca que, con todas esas características, podía ser confundido con el hijo de un noble.
Él era muy animado desde pequeño y siempre destacaba por ser un tanto inquieto, pero yo lo admiraba por lo valiente que lograba ser.
Por mi parte yo era tranquilo, con el sueño de ser un gran escritor y poder tener una vida tranquila, lamentablemente obtuve todo lo contrario.
Siempre destaque por caminar en los grandes campos con un libro en mano, ya que me gustaba hundirme en las aventuras de los personajes de estas historias. Según yo la mejor hora para poder leer, era en la noche donde todos descansaban, puesto que no había nadie que perturbe mi lectura ni mi paz mental, hasta que una noche se acercó Tau, con su curiosidad de saber de porque salía de la cabaña hacia la noche. Él solo se sentaba y observaba como leía y leía. Con el pasar de las noches de repetir la misma secuencia, logró que su presencia no me incomodara y se convirtiera en mi amigo nocturno, donde empezamos a entablar conversaciones de nuestros sueños y lo que queríamos ser de grandes.
Recuerdo que él, con una sonrisa, un día me dijo que quería ser rey de la corona imperial del "Amanecer", aunque resultara algo loco, no era algo imposible, pero para lograr eso tenía que superar muchos obstáculos. Cuando me pregunto qué pensaba de sus sueños, yo le dije que podía lograrlo, que solo tenía que llegar al ejército imperial para dar el gran paso.
Esa misma noche, mientras hablábamos él me pregunto de porque no tenía un nombre, yo le dije que, porque nadie me dio uno, pero el motivo era que no quería uno.
Se sabe de regla que el nombre es algo importante en este imperio y nombrarte siendo un bebé no tenía sentido. En este imperio te nombran dependiendo de tus cualidades o aptitudes que demuestres mediante tu crecimiento como persona. Las únicas personas capaces de ponerte un nombre eran las personas mayores.
Tau, rompía esa regla, ya que su nombre no lo tenía por sus aptitudes o cualidades ni porque alguien se lo había colocado, sino porque él se lo coloco por un cuento que nos contó nuestra profesora, pero yo hasta esa noche no tenía ningún nombre.
Esa noche, en medio de la conversación, él me dijo que me colocaría un nombre, al principio me negué, pero al final con toda su insistencia acepté. El nombre que me coloco fue "Nox" que significaba "noche", pero a veces lo que mas queremos es lo que terminamos perdiendo.
Un día Tau estaba imitanba a un héroe como el de mis libros que tanto leía, pero algo nos detuvo.
Desde lo lejos se veía como un caballo se acercaba a gran velocidad. Cuando estuvo cerca, pude ver que era un noble por la ropa que portaba. Pensé en el momento que pasaría de largo, pero se detuvo en el orfanato.
La señorita Eusenia, la más dulce de todas las cuidadoras, recibió al extraño.
Señorita Eusenia: Buenas tardes, señor, ¿Qué se le ofrece?
Señor Kalil el 2do defensor: Buenas tardes, mi nombre es Kalil y vengo a dejar alimentos, ropa y algunas cosas más, a este hermoso orfanato.
En ese instante la señorita se arrodilló ante el noble y le dijo con una voz dulce.
Señorita Eusenia: ¡Oh! ¡No, esperábamos una visita de tan gran magnitud!, perdóneme por mi insolencia, segundo defensor de nuestro reino.
Señor Kalil el 2do defensor: Por favor levántese amable señorita, no es necesario tanta formalidad.
Solo escuchar la palabra "Defensor" hizo que entendiera todo. Los defensores son los más cercanos al trono, son los protectores de la corona y del reino.
Existen nueve defensores, cada uno es enumerado por el poder que posee y el que se encuentra en primera posición es el heredero al trono. El extraño era Kalil, el defensor de la poción dos y el segundo al trono, pero es imposible ascender a la primera posición, al menos que muera el sucesor de la corona, cosa que nunca sucederá, porque se sabe que son inmortales hasta cierto punto.
Tau, sabía de esta información y era la oportunidad de entrar al ejército y poder alcanzar su sueño.
El señor Kalil se presentó ante todos como un ser amable y dulce.
Ese día todos se alegraron y trataron al invitado como un rey. Cuando llego la noche, Tau aprovecho la cena para acercarse a nuestro invitado y pedirle si podía cumplir su sueño.
Tau: buenas noches... defensor, no, digo, eee... Este, yo...
Se acercó con tanto miedo, que con solo esas palabras provoco que temblara tanto, que no podía parar de tartamudear.
Tau me miro con sus ojos llenos de miedo y yo con una sonrisa lo impulse a que terminara su frase.
El invitado, lo miraba algo confundido, ya que tenía un niño tembloroso a su lado y decidió tomar las riendas de la pequeña conversación.
Señor Kalil el 2do defensor: Niño, yo no muerdo, si tienes algo que decir dilo sin miedo, yo te escucharé.
El señor Kalil levanto su mano, lo coloco en el hombro de Tau y con una sonrisa lo calmo.
Tau: Señor, yo quisiera ser un pupilo suyo, quiero ser parte del ejército del amanecer, solo si usted me acepta.
El señor Kalil con una voz dulce y amable le pregunto a Tau.
Señor Kalil el 2do defensor: ¿Cuál es tu nombre niño?
Tau: Mi nombre es Tau.
Señor Kalil el 2do defensor: Tienes un nombre con un gran significado y admiro tu valor Tau. Si demuestras que eres valiente, como el nombre que posees, te llevaré conmigo y te are mi pupilo, solo si logras demostrar tu valor, durante todo el tiempo que me quede.
¿Entiendes eso Tau?
Tau: Si maestro, entiendo.
Señor Kalil el 2do defensor: Entonces, ahora que dije esto, puedes ir a terminar tu cena.
Tau: Está bien maestro, agradezco la oportunidad que me brinda.
Me retiraré.
Cuando se acercó Tau, estaba muy contento, tanto que nunca lo había visto así.
Lo felicité por el valor que tuvo para hablarle al señor Kalil y esa noche, como tantas, Tau me acompaño en mi lectura nocturna.
Él estaba tan emocionado que no podía concentrarse en nada y de lo único que hablaba era de la oportunidad que tenía.
Tau: Cuando sea príncipe de la corona, ayudaré a todos los que pueda y cuando suba al trono, seré el mejor rey que haya existido.
En medio de la conversación, Tau se quedó callado unos segundos y entonces dijo.
Tau: Nox, ¿Cuándo seamos grandes, seguiremos siendo los mejores amigos o te alejarás de mí?
Cuando te conocí nunca pensé que llegaríamos a ser amigos, ya que siempre te mantuviste alejados de todos, pero todo cambio esa noche cuando te seguí.
Nox: Siempre seremos amigos y si al final te vas del orfanato al ejército del Amanecer, yo, como tu amigo, seré feliz de que cumplas tus sueños.
Esa noche fue la más agradable de todas, donde juramos ser amigos, aunque los destinos nos separaran.
Al narrar esta pequeña parte de mi vida, me hace cuestionarme como termine podrido por dentro.
Esos lasos que tenía con Tau se rompieron, aunque habíamos jurado que eso nunca pasaría.
Llego el amanecer sin saber que iba a ser la última vez que viéramos el amanecer como amigos.
Ese día transcurrió con normalidad, pero en la noche ocurrió los problemas que sería mi sentencia de vida.
Tau como todas las noches decidido acompañarme en mi lectura nocturna, aunque esté cansado, ya que la noche anterior no habíamos dormido nada y yo me encontraba de igual de cansado que Tau, que sin darnos cuenta ambos estábamos durmiendo apoyados en un tronco de un árbol.
En medio del sueño escuché unos pasos que se sentía que se acercaban.
Nox: Tau despierta, ¿escuchas esos pasos igual que yo?
Trate de despertar a Tau sacudiéndolo, pero él se negaba a despertar.
Tau: Nox, déjame dormir.
Nox: ¡DESPIERTA!
Al gritar se despertó asustado.
Tau: ya, ya, desperté, no me grites.
Nox: ¿Escuchas esos pasos?
Tau: Si puedo escucharlos, pero no puedo identificar de dónde vienen.
Nox: Pero de todas formas deberíamos averiguar de donde viene ese sonido.
Tau: Tienes razón, ¿por dónde empezamos a buscar?
Nox: Dividámonos y busquemos los pasos en la cercanía.
Tau: Está bien, yo buscaré por los corrales.
Nox: yo buscaré por el río.
Camine por la cercanía del río y no lograba escuchar nada, solo es escuchaba el sonido del agua que era guiado por la corriente, hasta que de la nada escuche unos pasos acelerados. Me di la vuelta y vi a Tau entrar a la cabaña de las niñas.
Entre en confusión, él siempre fue un chico que respetaba a las niñas.
No tardo mucho para que salga con una niña, ambos se dirigían al corral, pero desde lejos pude ver el semblante de Tau, no se veía como siempre.
Seguí a Tau desde lejos y cuando ya estaban en el corral, entraron.
Sentí una punzada de miedo en mi corazón, pero eso no me detuvo para ir por Tau.
Cuando entré, vi a un putrefacto, enfermo, que era nuestro invitado, tratando de abusar de una niña.
Tau estaba paradoYo, cuando nací, fui entregado a un orfanato, el lugar donde botan a los indeseables.
El orfanato se encontraba en medio de la nada, solo se lograba ver campos enormes, por ese motivo nunca se preocuparon de tener alguna puerta de salida o entrada, ya que los huérfanos que no tienen a nadie en su vida a donde podrían ir. El único sitio aparte de los grandes campos era un pequeño río de donde podíamos sacar agua limpia, también existían unas cabañas donde en una dormían las niñas y en otra los niños. Contaba con algunos corrales para el ganado de donde sacaban algunos alimentos. También contábamos con dos profesoras, una cocinera y una señorita que se encargaba de los más pequeños, como los bebes. Todos ellos se encargan de un aproximado de veinte niños. Ellos nunca llegaron a ser abusivos con nosotros, tal vez porque sabían que solo éramos unos pequeños niños que podíamos cometer errores.
Recuerdo que en ese ambiente tranquilo conocí a un niño que se volvió mi amigo, su nombre era Tau, que significa león, un nombre que va de acuerdo con su comportamiento.
Tau, tenía unos ojos verdes con un cabello castaño, que ante la luz del día su cabello brillaba, tenía una piel blanca que, con todas esas características, podía ser confundido con el hijo de un noble.
Él era muy animado desde pequeño y siempre destacaba por ser un tanto inquieto, pero yo lo admiraba por lo valiente que lograba ser.
Por mi parte yo era tranquilo, con el sueño de ser un gran escritor y poder tener una vida tranquila, lamentablemente obtuve todo lo contrario.
Siempre destaque por caminar en los grandes campos con un libro en mano, ya que me gustaba hundirme en las aventuras de los personajes de estas historias. Según yo la mejor hora para poder leer, era en la noche donde todos descansaban, puesto que no había nadie que perturbe mi lectura ni mi paz mental, hasta que una noche se acercó Tau, con su curiosidad de saber de porque salía de la cabaña hacia la noche. Él solo se sentaba y observaba como leía y leía. Con el pasar de las noches de repetir la misma secuencia, logró que su presencia no me incomodara y se convirtiera en mi amigo nocturno, donde empezamos a entablar conversaciones de nuestros sueños y lo que queríamos ser de grandes.
Recuerdo que él, con una sonrisa, un día me dijo que quería ser rey de la corona imperial del "Amanecer", aunque resultara algo loco, no era algo imposible, pero para lograr eso tenía que superar muchos obstáculos. Cuando me pregunto qué pensaba de sus sueños, yo le dije que podía lograrlo, que solo tenía que llegar al ejército imperial para dar el gran paso.
Esa misma noche, mientras hablábamos él me pregunto de porque no tenía un nombre, yo le dije que, porque nadie me dio uno, pero el motivo era que no quería uno.
Se sabe de regla que el nombre es algo importante en este imperio y nombrarte siendo un bebé no tenía sentido. En este imperio te nombran dependiendo de tus cualidades o aptitudes que demuestres mediante tu crecimiento como persona. Las únicas personas capaces de ponerte un nombre eran las personas mayores.
Tau, rompía esa regla, ya que su nombre no lo tenía por sus aptitudes o cualidades ni porque alguien se lo había colocado, sino porque él se lo coloco por un cuento que nos contó nuestra profesora, pero yo hasta esa noche no tenía ningún nombre.
Esa noche, en medio de la conversación, él me dijo que me colocaría un nombre, al principio me negué, pero al final con toda su insistencia acepté. El nombre que me coloco fue "Nox" que significaba "noche", pero a veces lo que mas queremos es lo que terminamos perdiendo.
Un día Tau estaba imitaba a un héroe como el de mis libros que tanto leía, pero algo nos detuvo.
Desde lo lejos se veía como un caballo se acercaba a gran velocidad. Cuando estuvo cerca, pude ver que era un noble por la ropa que portaba. Pensé en el momento que pasaría de largo, pero se detuvo en el orfanato.
La señorita Eusenia, la más dulce de todas las cuidadoras, recibió al extraño.
Señorita Eusenia: Buenas tardes, señor, ¿Qué se le ofrece?
Señor Kalil el 2do defensor: Buenas tardes, mi nombre es Kalil y vengo a dejar alimentos, ropa y algunas cosas más, a este hermoso orfanato.
En ese instante la señorita se arrodilló ante el noble y le dijo con una voz dulce.
Señorita Eusenia: ¡Oh! ¡No, esperábamos una visita de tan gran magnitud!, perdóneme por mi insolencia, segundo defensor de nuestro reino.
Señor Kalil el 2do defensor: Por favor levántese amable señorita, no es necesario tanta formalidad.
Solo escuchar la palabra "Defensor" hizo que entendiera todo. Los defensores son los más cercanos al trono, son los protectores de la corona y del reino.
Existen nueve defensores, cada uno es enumerado por el poder que posee y el que se encuentra en primera posición es el heredero al trono. El extraño era Kalil, el defensor de la poción dos y el segundo al trono, pero es imposible ascender a la primera posición, al menos que muera el sucesor de la corona, cosa que nunca sucederá, porque se sabe que son inmortales hasta cierto punto.
Tau, sabía de esta información y era la oportunidad de entrar al ejército y poder alcanzar su sueño.
El señor Kalil se presentó ante todos como un ser amable y dulce.
Ese día todos se alegraron y trataron al invitado como un rey. Cuando llego la noche, Tau aprovecho la cena para acercarse a nuestro invitado y pedirle si podía cumplir su sueño.
Tau: buenas noches... defensor, no, digo, eee... Este, yo...
Se acercó con tanto miedo, que con solo esas palabras provoco que temblara tanto, que no podía parar de tartamudear.
Tau me miro con sus ojos llenos de miedo y yo con una sonrisa lo impulse a que terminara su frase.
El invitado, lo miraba algo confundido, ya que tenía un niño tembloroso a su lado y decidió tomar las riendas de la pequeña conversación.
Señor Kalil el 2do defensor: Niño, yo no muerdo, si tienes algo que decir dilo sin miedo, yo te escucharé.
El señor Kalil levanto su mano, lo coloco en el hombro de Tau y con una sonrisa lo calmo.
Tau: Señor, yo quisiera ser un pupilo suyo, quiero ser parte del ejército del amanecer, solo si usted me acepta.
El señor Kalil con una voz dulce y amable le pregunto a Tau.
Señor Kalil el 2do defensor: ¿Cuál es tu nombre niño?
Tau: Mi nombre es Tau.
Señor Kalil el 2do defensor: Tienes un nombre con un gran significado y admiro tu valor Tau. Si demuestras que eres valiente, como el nombre que posees, te llevaré conmigo y te are mi pupilo, solo si logras demostrar tu valor, durante todo el tiempo que me quede.
¿Entiendes eso Tau?
Tau: Si maestro, entiendo.
Señor Kalil el 2do defensor: Entonces, ahora que dije esto, puedes ir a terminar tu cena.
Tau: Está bien maestro, agradezco la oportunidad que me brinda.
Me retiraré.
Cuando se acercó Tau, estaba muy contento, tanto que nunca lo había visto así.
Lo felicité por el valor que tuvo para hablarle al señor Kalil y esa noche, como tantas, Tau me acompaño en mi lectura nocturna.
Él estaba tan emocionado que no podía concentrarse en nada y de lo único que hablaba era de la oportunidad que tenía.
Tau: Cuando sea príncipe de la corona, ayudaré a todos los que pueda y cuando suba al trono, seré el mejor rey que haya existido.
En medio de la conversación, Tau se quedó callado unos segundos y entonces dijo.
Tau: Nox, ¿Cuándo seamos grandes, seguiremos siendo los mejores amigos o te alejarás de mí?
Cuando te conocí nunca pensé que llegaríamos a ser amigos, ya que siempre te mantuviste alejados de todos, pero todo cambio esa noche cuando te seguí.
Nox: Siempre seremos amigos y si al final te vas del orfanato al ejército del Amanecer, yo, como tu amigo, seré feliz de que cumplas tus sueños.
Esa noche fue la más agradable de todas, donde juramos ser amigos, aunque los destinos nos separaran.
Al narrar esta pequeña parte de mi vida, me hace cuestionarme como termine podrido por dentro.
Esos lasos que tenía con Tau se rompieron, aunque habíamos jurado que eso nunca pasaría.
Llego el amanecer sin saber que iba a ser la última vez que viéramos el amanecer como amigos.
Ese día transcurrió con normalidad, pero en la noche ocurrió los problemas que sería mi sentencia de vida.
Tau como todas las noches decidido acompañarme en mi lectura nocturna, aunque esté cansado, ya que la noche anterior no habíamos dormido nada y yo me encontraba de igual de cansado que Tau, que sin darnos cuenta ambos estábamos durmiendo apoyados en un tronco de un árbol.
En medio del sueño escuché unos pasos que se sentía que se acercaban.
Nox: Tau despierta, ¿escuchas esos pasos igual que yo?
Trate de despertar a Tau sacudiéndolo, pero él se negaba a despertar.
Tau: Nox, déjame dormir.
Nox: ¡DESPIERTA!
Al gritar se despertó asustado.
Tau: ya, ya, desperté, no me grites.
Nox: ¿Escuchas esos pasos?
Tau: Si puedo escucharlos, pero no puedo identificar de dónde vienen.
Nox: Pero de todas formas deberíamos averiguar de donde viene ese sonido.
Tau: Tienes razón, ¿por dónde empezamos a buscar?
Nox: Dividámonos y busquemos los pasos en la cercanía.
Tau: Está bien, yo buscaré por los corrales.
Nox: yo buscaré por el río.
Camine por la cercanía del río y no lograba escuchar nada, solo es escuchaba el sonido del agua que era guiado por la corriente, hasta que de la nada escuche unos pasos acelerados. Me di la vuelta y vi a Tau entrar a la cabaña de las niñas.
Entre en confusión, él siempre fue un chico que respetaba a las niñas.
No tardo mucho para que salga con una niña, ambos se dirigían al corral, pero desde lejos pude ver el semblante de Tau, no se veía como siempre.
Seguí a Tau desde lejos y cuando ya estaban en el corral, entraron.
Sentí una punzada de miedo en mi corazón, pero eso no me detuvo para ir por Tau.
Cuando entré, vi a un putrefacto, enfermo, que era nuestro invitado, tratando de abusar de una niña.
Tau estaba parado a un costado, mientras observaba como el señor Kalil empezaba a toquetear de la niña, que no tenía la fuerza de ese desgraciado para defenderse.
No dude en enfrentarme al señor Kalil.
Nox: ¡Usted!, ¡que está haciendo con esa niña!
Tau, me miro con una cara de asustado y el señor Kalil, se dio la vuelta al escucharme gritar.
Pude ver una sonrisa en su rostro.
Señor Kalil el 2do defensor: Niño, si te quedas callado, te compensaré con lo que quieres, solo necesito tu silencio para eso.
Tau: Nox por favor solo vete y no digas nada... De... De esto... Depende mi futuro.
Nox: Tau, tú no eres así, de esto no depende tu futuro.
Se me acerco el señor Kalil de una forma amenazante.
Señor Kalil el 2do defensor: CÁLLATE ESCORIA DE LA SOCIEDAD... ACASO NO TE DAS CUENTA A QUIEN LE HABLAS.
Nox: Este es mi hogar y lo defenderé... No permitiré que corrompas a mi único amigo para tus planes asquerosos.
Señor Kalil el 2do defensor: Veremos si Tau es más listo que tú, y tu niña si dices algo, te arrepentirás.
La niña, que solo era una simple espectadora asustadiza, termino uniéndose al conflicto con solo asentir la cabeza firmemente.
Señor Kalil el 2do defensor: Muy bien, ahora que saben que deben hacer no me fallen.
Al principio no entendía a lo que se refería, pero cuando el señor Kalil empezó a gritar, todo tomo sentido. Su misión era inculparme a mí.
Señor Kalil el 2do defensor: ¡¡¡CUIDADORAS!!!
En ese instante se escuchó un retumbar en todo el orfanato. En poco tiempo estábamos rodeados del personal del orfanato y los huérfanos.
La Profesora Adara fue la primera en aparecer y preguntar qué pasaba.
Señor Kalil el 2do defensor: Encontré a este niño impuro, tratando de abusar de su compañera.
El señor Kalil me señaló con un dedo y todos me miraron horrorizados.
La profesora Adara era la cuidadora de mi grupo de aproximadamente ocho niños y conocía mi actitud.
Profesora Adara: Creo que se está equivocando. Él es mi alumno, él es un buen chico... Nunca aria eso.
Señor Kalil el 2do defensor: Si no me cree, puede preguntar a los involucrados.
Aquí tenemos a la niña afectada y su amigo de este niño.
Profesora Adara: Perdone, pero Nox solo tiene 12 años, no creo que haya hecho eso.
Mientras mi profesora trataba de defenderme, Tau hablo.
Tau: Yo lo vi... Él me pidió que traiga a nuestra compañera porque me dijo que le gustaba y que quería confesarle su amor, pero no esperaba lo que iba a hacer.
Justo el señor Kalil llego, le confesé lo que pasaba y se acercó para proteger a la niña.
Profesora Adara: Niña, ¿Es cierto lo que dice Tau?
Niña: Sí, dice la verdad.
La profesora Adara, ante estas acusaciones, no pudo decir nada más, además que la niña al acusarme se puso a llorar y con solo eso fue suficiente