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Toxic.

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Summary

JiMin no sabe en qué momento entró en esa relación, sólo sabe que es adicto a ella y se siente incapaz de dejarla. Jeon Jungkook es su maldición, pero es suyo. KookMin Os.

Genre:
Horror / Romance
Author:
Hee♡
Status:
Complete
Chapters:
1
Rating:
n/a
Age Rating:
16+

Parte Única.

Respiro profundo tratando de controlar el temblor de sus manos mientras observaba aquella escena sintiendo el corazón en la garganta. Era su culpa, él lo tenía claro; había estado tan jodidamente molesto y celoso que no midió sus acciones y ahora estaba sucediendo todo aquello justo frente a sus ojos.

—Kook, por favor para —susurró, su voz rota e inestable, el áspero silencio del sitio le dejaba en claro que podía escucharlo —. Sólo detente, ¿quieres?

—¿Por qué debería? —respondió después de unos minutos en silencio observando fijamente el cuerpo en el suelo —. ¿Acaso te importa, Park?

Sintió su corazón estrujarse ante el sonido de su apellido en su voz, no debería dolerle tanto que lo llame de esa forma, no debería dolerle tampoco la manera en la que lo mira; el amor está justo allí pero también el dolor, él lo ha herido con su actuar y ahora alguien lo está pagando; si, aquel sujeto que se encuentra en el suelo a los pies de Jungkook quejándose.

JiMin sacudió la cabeza de forma negativa, tratando de pasar saliva para que las palabras fluyeran mejor a través de su garganta.

—Por supuesto que no me importa —gruñó observando por unos instantes hacía el cuerpo cuándo le vio moverse, Jungkook lo pateó con aún más fuerza al notar aquello sacándole otro gemido de dolor al chico del suelo, JiMin levantó la mirada inmediatamente notando aquellos ojos tornarse oscuros —. No quiero perderte, Jungkook, por favor.

—¿No quieres perderme, mi amor? —preguntó casi con sorna, mientras se alejaba unos pasos para mirar hacía el cuerpo, sonrió sarcástico, su sonrisa casi cínica y llena de odio —. ¿Entonces qué hacías con Taehyung cuándo te dije que no me gustaba verlo cerca de ti?

—Fue sólo una estupidez —JiMin gimoteó sintiéndose estúpido pasando sus manos con desesperación por su rubio cabello —. Te vi hablando con Namjoon —confesó sintiendo su corazón latir con rabia ante el recuerdo —. Tan contento mientras conversaban —siseó con veneno mirando hacía otro lado cuándo notó la sonrisa de Jungkook ampliarse —. No te atrevas a burlarte.

—¿Hiciste esto por celos, amor? —Jungkook soltó una carcajada completamente fascinado ante ello —. ¿Acaso no pensaste que mataría a Kim?

—No realmente, te dije que no me importa —se encogió de hombros con indiferencia, ambos ignorando los sollozos del chico en el suelo —. Sin embargo, quería que te revolcaras de celos al verme.

—Oh, créeme, lograste más que eso Park —el tono de voz de Jungkook envió un escalofrío por su cuerpo directo a su pene, el pelinegro sonrió divertido ante eso —. Te conozco tan bien, dulzura, que sé lo mucho que disfrutarás cuándo te castigue por este jueguito tuyo.

JiMin levantó el mentón desafiante ignorando la nueva patada que se dirigió al pobre cuerpo magullado en el suelo, suspiró, meses atrás ni siquiera se hubiese imaginado en una situación tan irreal cómo en la que estaba en ese momento; ahora ¿en ese instante? No le importaba la muerte de su compañero, le importaba la reacción de Jungkook, sus enfermizos celos, su maldita posesividad sobre él, su completa atención.

En algún punto había tachado a Jungkook de psicópata, pero, ¿qué tan lejos estaba él de ser igual de enfermo que Jungkook?

—Para que sepas —comenzó a hablar Jungkook después de unos minutos en dónde permanecieron callados escuchando las patadas ir y venir más los quejidos de dolor del hombre en el suelo; se detuvo para mirarle —. Namjoon se me acercó porque su profesor de tesis le recomendó un libro que yo había retirado de la biblioteca, nada más por eso.

JiMin abrió la boca antes de volver a cerrarla viendo la sonrisa sarcástica de Jungkook ampliarse, sus ojos se dirigieron a Taehyung; parecía todavía consciente mientras escupía sangre y se arrastraba—o lo intentaba—lejos de Jungkook quién por ahora lo estaba dejando ser, estudiando con atención las facciones de su precioso novio celoso.

¿Cómo es que terminaron en algo así?

Jungkook siempre había sido un hombre desinteresado y alejado de todos y todo. Le gustaba leer, le gustaba ejercitarse, incluso bailar, no tenía grandes vicios, bebía de vez en cuándo y era sumamente inteligente, era observador y calculador; gustaba de estudiar a la gente de su alrededor sin acercarse a nadie en específico. Odiaba las multitudes, el ruido indiscriminado y el desorden; era alguien tosco y frívolo, narcisista, egocéntrico e incluso lo tachaban de insensible y poco empatico.

A Jungkook no le importaba que lo tacharan de tal modo, la gente tenía sus razones para creer ello. Sin embargo, cuándo por accidente chocó en el pasillo con Park JiMin, sintió absolutamente todo su ser removerse debido a ese pequeño individuo.

JiMin le gritó desde el suelo, completamente irritado y adolorido después de haber tenido un día de mierda en aquel primer día en su nueva universidad; ni siquiera había levantado la mirada para ver quién demonios lo había chocado, incluso pudo haber sido un profesor y al no recibir respuesta después de una sarta de insultos, asustado había levantado la mirada rápidamente encontrándose con un par de ojos oscuros que le observaban con un brillo de curiosidad en su mirar, la cabeza ladeada cómo si lo estuviera examinando.

Había quedado paralizado, el chico traía una gorra puesta por lo que sus facciones estaban relativamente cubiertas por la sombra que este elemento le hacía al rostro, sin embargo, sus ojos eran profundos y sumamente escalofriantes. Retiró la mirada completamente avergonzado e intimidado y aquello pareció divertir al chico escuchándolo tararear una pequeña risa antes de rodear su cuerpo y seguir su camino.

Su compañero de clase que había visto la escena a unos pasos de él se había acercado inmediatamente para ayudarle a ponerse de pie. Aquel chico no giró en ningún momento hacía atrás y podía notar como la gente rehuía de su camino, apartando la mirada de él cómo si le temieran.

—Joder, por un momento sentí que habría un asesinato —murmuró su compañero todavía sosteniéndolo del brazo, su mirada dejó la espalda de aquel chico para observar a su compañero —. Jeon es aterrador.

—¿Quién?

—Con quién chocaste —soltó un suspiro dejando de ver al chico cuándo éste finalmente desapareció del pasillo, su mirada se encontró con la del rubio dándole una sonrisa cuadrada —. Cuando comenzaste a insultarlo creo que todos temimos por ti.

—¿Por qué? ¿Quién es? —preguntó con curiosidad, algunos le observaban cómo si tuviera dos cabezas y aquello comenzaba a incomodarlo —. ¿Por qué me miran así? —susurró.

Su compañero le dio una mirada incrédula antes de comenzar a arrastrarlo lejos de allí, JiMin se dejó hacer confundido mirando una última vez la dirección en la que aquel chico se había ido.

—Es Jeon Jungkook va en tercer año de leyes, también está estudiando al mismo tiempo mercadeo; todos dicen que es un maldito psicópata, sociopata, no lo sé —se encogió de hombros con un escalofrío evidente —. Tuve que hablarle una vez por recomendación de un maestro y fue jodidamente escalofriante.

—Sigo sin entender el porqué.

—JiMin —el chico le miró con irritación antes de empujarlos hacía los baños, revisando que no hubiese nadie en ningún cubículo, cerró la puerta y se recostó sobre ella con un suspiro —. Hay rumores bastante fuertes sobre Jeon.

—¿Cómo cuáles?

—Bueno, no por nada lo tildan de psicópata, parece que es alguien bastante retraído, siempre está en sus asuntos, no se relaciona con nadie y en las peleas en las que se le ha visto involucrado fuera de la universidad y dentro de ella han sido grotescas.

—¿No ha sido expulsado?

El chico resopló.

—Olvidé que eres transferido —negó con la cabeza —. Su familia es dueña de Seúl, es más —chasqueó la lengua separándose de la puerta para dirigirse a los espejos peinando sus cabellos azules —. Sus padres son dueños de esta universidad, pero no por ello creas que Jeon no es inteligente, tiene sus méritos el tipo es un jodido genio, de ello nadie duda, pero su conducta —volvió a resoplar girando sobre sus pies para recostarse en los lavabos —. Es de un maldito loco.

JiMin mordió su labio recordando la mirada del tipo, tan fría, tan vacía, tan oscura, y con aquella pizca de curiosidad mientras lo estudiaba.

—¿Es así de peligroso?

—No lo sé, cómo te dije hablé una vez con él por una recomendación de un maestro y fue sumamente aterrador —el chico se abrazó a sí mismo cómo si estuviese recordando —. Su voz parece sistemática, cómo si fuera robótica, sin vida; su actitud es déspota y es muy fácil que se enoje y tenga algún arrebato si lo sacas de quicio. Esa vez me estaba dando una pequeña tutoría sobre algo, lo interrumpí en media explicación porque no entendí un punto y su reacción fue apretar los puños con fuerza sobre el escritorio, me miró como si quisiera asesinarme.

JiMin abrió la boca sorprendido.— ¿Te hizo algo?

—No —negó con la cabeza —. En ese momento se levantó de la mesa bruscamente y me gruñó que compraría un café, se demoró como veinte minutos mientras yo simplemente repasaba sus apuntes, cuándo regresó parecía más calmado y apestaba a cigarrillo; luego me advirtió que no lo volviera a interrumpir, y que las dudas iban hasta el final, yo simplemente le hice caso por miedo a que me golpeara si lo hacía de nuevo.

JiMin suspiró, no estaba seguro de cómo tomarse aquello. Había insultado al famoso psicópata de la universidad y el chico aparentemente sólo se había reído antes de ignorarlo y seguir con su vida.

—Pero no hizo ni dijo nada —JiMin frunció el ceño confundido —. ¿Crees que sea raro, Taehyung?

—No estoy seguro —el chico mordió su labio con preocupación—. Jeon es impredecible, JiMin, debes tener mucho cuidado de no atravesarte en su camino; es la primera vez que veo una reacción pasiva de él pero no es fiable tampoco.

Después de aquella conversación había sido cuidadoso, nunca antes había visto a Jeon Jungkook hasta aquel accidente, aún así después de eso no se volvieron a encontrar; pensó que la advertencia de Taehyung había sido ridícula, pensó que todos exageraban con respecto al psicópata de la universidad, pensó incluso que hasta el chico debió haber olvidado lo sucedido, así que se relajó, después de mes y medio todo parecía ir normal.

Fue entonces cuándo una noche saliendo de unos créditos extras vio a un tipo reclinado en la oscuridad sobre uno de los muros del edificio de la universidad. JiMin había sido el último en salir al haberse quedado conversando sus dudas con el maestro, ahora se arrepentía de ello porque aquella figura se veía tétrica.

—Pensé por un momento que tendría que entrar a buscarte —aquella ronca voz le hizo sobresaltarse en su sitio, JiMin sintió su corazón acelerarse —. Ya terminaste, ¿no es así? Vamos, te llevaré a comer.

—¿Quién eres? —murmuró considerando regresar sus pasos dentro del edificio.

La figura se movió de su sitio permitiendo que la luz del farol de la calle universitaria le iluminara el cuerpo, JiMin contuvo un jadeo al notar de quién se trataba.

—Ya sabes quién soy, JiMin —fue su respuesta plantando una sonrisa divertida en sus facciones —. Vamos, tengo hambre.

El chico giró sobre sus pies comenzando a alejarse de allí. JiMin pensó que era estúpido, ¿quién le dijo a Jeon Jungkook qué iría tras de él? Sin embargo, se sorprendió a sí mismo corriendo para alcanzar sus pasos; maldijo en su mente al hombre, estaba curioso y sólo por eso estaba siguiéndolo, por nada más.

—¿Cómo sabes mi nombre? —murmuró después de unos minutos de silencio en el que sólo caminaban uno al lado del otro —. Estoy seguro de no habernos encontrado después del incidente hasta hoy.

—¿De verdad? —respondió rebosando de sarcasmo. Pensó en las palabras de Taehyung cuándo le dijo que la voz de Jungkook se escuchaba casi robótica, en ese momento no era así —. Sé todo sobre ti, JiMin.

Fue su respuesta mientras se encogía de hombros, aquello hizo que el aire en sus pulmones fuera difícil de procesar, su cerebro pareció quedarse en shock mientras su corazón se aceleraba bruscamente. Ni siquiera detuvo su andar pero su mirada se clavó en el perfil del pelinegro quién parecía no inmutarse después de haber dicho semejante cosa turbia.

Aunque a JiMin no le provocó los escalofríos que debería haberle provocado tal declaración.

—Puedes tomarme una foto, aunque ya tienes varias —murmuró Jungkook girando a verlo un poco, JiMin abrió la boca sorprendido —. ¿Te sorprende que lo haya notado?

—Taehyung me advirtió que eras un bastardo bastante inteligente, un genio —siseó con molestia dirigiendo su mirada hacía el frente —. Debí suponerlo.

—No me gusta ese idiota —Jungkook lo empujó contra una de las paredes de la calle por dónde caminaban, un suave quejido salió de sus labios ante el repentino acto, su mirada se encontró con la de Jungkook quién lo tenía apresado contra la pared, sus rostros cerca —. Se nota que le gustas al maldito imbécil.

—¿Qué me dices de tu amigo Namjoon? —respondió sin querer JiMin recibiendo una sonrisa divertida del pelinegro —. No te atrevas a burlarte, Jungkook.

—No me burlo, amor —su sonrisa burlona se amplió —. Namjoon es mi compañero en casi todas mis asignaturas es el segundo mejor de mi clase, me sirve.

—¿Dices que Taehyung no me sirve? —gruñó mirando hacía otro lado cuándo la mano del chico le acarició el cuello —. No hagas eso.

Por supuesto que en la universidad no se habían encontrado, pero eso no quería decir que no hubiesen acosado al otro por información. JiMin había quedado bastante picado sobre el pelinegro, y Jungkook ni se diga; el hombre había utilizado las influencias de sus padres para saber todo sobre la vida de Park JiMin.

Entre los dos Jungkook era el psicópata obsesivo, sin embargo, JiMin no estaba actuando de manera cuerda tampoco, era más descuidado que Jungkook a la hora de vigilarlo, pero a Jungkook no le molestaba, él lo veía porque Jungkook era un genio, el resto de gente promedio no notarían la pequeña obsesión del nuevo por el psicópata de la universidad.

Después de haberlo vigilado por tanto tiempo, de haberse aprendido su rutina y de haber verificado toda su información finalmente Jungkook decidió hacer su movimiento y acercarse a su precioso rubio, porque desde que chocaron y sus ojos se fijaron en él Jungkook lo sintió como suyo.

El rubio lo había mirado a los ojos, lo había insultado y se había quedado ensimismado mirándolo. Fue suficiente para que Jungkook se sintiera curioso por él y más que ello para que se obsesionara; estaba seguro de que al principio JiMin no sabía quién era pero después del accidente que tuvieron aquel rubio había comenzado a seguirlo con la mirada además de buscar información de él; su obsesión aumento.

—Ambos sabemos que no —gruñó sujetando ahora su rostro para que lo mirara a los ojos —. Aléjate de Taehyung, JiMin, te juro que lo mataré si no.

—Estás demente, Jungkook —JiMin no pudo evitar sonreír.

Aquello no debería gustarle, ¿qué mierda le pasaba en la cabeza? Eso era jodidamente aterrador, estaba amenazando de muerte a alguien.

—Lo estoy —respondió inclinando su rostro más cerca, rozando sus labios —. Pero así te gusto, Park.

JiMin frunció el ceño.

—No me digas así —sus manos se escabulleron sobre la chaqueta del pelinegro, sus ojos se encontraron recibiendo una sonrisa torcida de su parte, JiMin gruñó —. Dime cómo me dijiste antes.

—¿Cómo? —sacó la punta de su lengua lamiendo suavemente el labio inferior del rubio, éste soltó un suspiro tembloroso —. ¿Amor?

—Si, no me digas Park —haló la chaqueta del pelinegro inclinándolo aún más sobre él —. ¿Vamos a comer?

—Oh, yo ya tengo lo que me quiero comer —sonriendo ampliamente unió sus labios con los de JiMin en un beso brusco y necesitado, ambos gimieron de satisfacción ante ello —. Aléjate de Taehyung —susurró entre besos mientras sus manos se dirigían a la cintura del rubio —. Eres mío, JiMin, sólo mío.

—Dios Kook, entonces aléjate de Namjoon, eres jodidamente inteligente, no lo necesitas mierda —mordió el labio del pelinegro sintiendo la guerra de lenguas en su boca derritiéndose contra el pecho del pelinegro —. No puedo pertenecer a quién no me pertenece.

—Te pertenezco tanto como tú a mi.

Después de aquella noche entraron en una extraña relación tóxica, la gente en la universidad comenzó a verlos juntos pues Jungkook seguido llevaba y recogía de sus clases a JiMin.

Cómo se prometieron ambos se alejaron de aquellos dos compañeros quiénes estaban confundidos por las actitudes de los dos chicos; Taehyung llegó a pensar que tenía una oportunidad con JiMin, sin embargo, cuándo escuchó el rumor de que JiMin estaba saliendo con Jeon Jungkook definitivamente no podía creerlo.

Hasta que sus propios ojos lo vieron; Jungkook estaba fuera del salón de ellos, JiMin ya no le hablaba desde hace varios meses atrás y parecía distante de todo el mundo, incluso era el único estudiante que trabajaba solo en los proyectos aunque aquello no parecía afectar en nada su promedio. Cuándo JiMin pasó por su lado a toda velocidad para tirarse a los brazos del chico quién le sonrió de una manera torcida Taehyung se sentía incrédulo.

Sus pasos se dirigieron a ellos sin si quiera pensarlo.

—¿Es por él que dejaste de hablarme, JiMin? —el rubio se tensó en brazos del pelinegro quién giró su cabeza en dirección a él, un escalofrío le recorrió la espina dorsal cuándo los ojos de Jungkook se estrecharon al verlo —. No me digas que te tiene amenazado para salir con él.

La gente comenzó a amontonarse a su alrededor mientras Jungkook le daba una sonrisa diferente, una llena de maldad y resentimiento. JiMin soltó un suspiro girando entre los brazos del pelinegro para mirarlo, algo en la dulce mirada del rubio había cambiado. No parecía el mismo chico de cinco meses atrás.

—Por supuesto que no, Kook no haría algo como eso —rodó los ojos cruzándose de brazos sobre su pecho, las manos del pelinegro se habían mantenido instaladas en la cintura del rubio —. Mi relación con él no es de tu incumbencia, Taehyung.

—Éramos amigos, incluso pensé que podríamos ser algo más y de la nada te alejaste —. La tristeza se filtraba en su voz pero eso no le importaba, a él realmente le había gustado JiMin.

El pelinegro seguía con su mirada fija sobre él, Taehyung intentaba ignorarlo a pesar de que todo su ser hormigueaba con ganas de salir huyendo; Jungkook se inclinó al oído de JiMin susurrándole algo, para después darle una suave mordida en su oreja haciendo sonrojar al chico.

JiMin suspiró complacido.

—Nunca te di señales de qué íbamos a tener algo —JiMin se encogió de hombros con indiferencia —. Fuiste un buen compañero guía para mi primer tiempo en la carrera, pero eso fue todo Taehyung; si me disculpas, tenemos cosas qué hacer.

—Dime la verdad, por favor —Taehyung no quería rendirse, él creía fielmente en que Jungkook lo estaba manipulando —. ¿Jeon te tiene amenazado?

—Sigue hablando Kim, y te diré quién es el que va estar amenazado —la voz grave de Jungkook hizo un sonido sordo en el pasillo, JiMin se recostó sobre el pecho del pelinegro soltando un suspiro de aburrimiento, le miró de soslayo —. No creo que quieras dejar a tus hermanitos solos con papá ¿o si?

Taehyung se tensó en su lugar abriendo la boca con sorpresa ante el comentario de Jungkook. ¿Cómo sabía Jeon sobre su familia?

—Eres... eres un maldito psicópata —murmuró temblando de miedo ante aquello —. ¿Cómo puedes estar con alguien así, JiMin?

—Yo nunca he dicho que no lo sea —inclinó la cabeza con indiferencia, los de alrededor murmuraban asustados —. Mi amor está conmigo porque quiere, ¿no es así, bonito?

JiMin se sonrojó nuevamente sonriendo de aquella manera adorable que alguna vez le vio al rubio cuándo aún hablaban. Ahora esa sonrisa era dedicada exclusivamente al chico.

—Jungkook no es un psicópata —respondió JiMin después de unos segundos cuándo sus miradas se encontraron, todo rastro del dulce Park se había esfumado, éste ser que lo miraba no sabía quién era —. Estoy con él porque quiero, y no te metas en mis malditos asuntos, encárgate de tus mierdas mejor.

Tomando la mano de Jungkook al separarse de su cuerpo le dio la espalda a Taehyung comenzando a alejarse de allí. Ninguno de los dos miró a nadie más, sumidos en una plática casual entre ellos cómo si aquella situación no hubiese sucedido nunca.

Después de aquello Taehyung desistió de hablar con Park JiMin, y así fue hasta que un par de meses después JiMin se dejó caer bruscamente sobre su mesa en la cafetería. Taehyung dejó su hamburguesa de lado mirando sorprendido a JiMin.

—¿Estás ocupado? —fue directo sin embargo su voz era suave y sus mejillas estaban levemente sonrosadas —. Quería hablar contigo.

—¿Ahora? —Taehyung miró por la cafetería, nadie les prestaba atención, pero no era ello lo que buscaba, sino un alguien muy particular.

—No te preocupes por él —su mirada regresó a JiMin quién le sonrió con sutileza —. En la última hora te esperaré al lado del salón de arte, ¿de acuerdo?

Pero antes de poderse negar o decir algo JiMin se levantó yéndose tan rápido como vino. Y aunque Taehyung quiso decirse mil veces que no debía ir, que era una estupidez y que debía dejarlo plantado no lo hizo.

Justo después de la última hora sus pasos se dirigieron hacía aquel salón viendo a JiMin recostado en el muro con su teléfono en mano, parecía mirar algo enfocado sin embargo levantó la mirada de golpe tal vez al sentir sus pasos sonriéndole nuevamente de esa forma sugerente. Taehyung se sentía nervioso, algo en su cabeza le decía que diera media vuelta y huyera de allí, más ignoró aquello y terminó por acercarse.

—Entremos y esperemos —JiMin giró entre sus dedos unas llaves, abriendo la puerta le permitió a Taehyung ingresar para después hacerlo él cerrando la puerta tras de sí y sentándose sobre el escritorio del maestro —. ¿Cómo haz estado?

—¿Bien? —respondió dudoso secando el sudor de sus palmas sobre sus jeans —. No entiendo qué está sucediendo, JiMin.

—Oh, no debes entenderlo no te preocupes —JiMin lo analizaba con la mirada, sus ojos parecían tener una oscuridad que antes no existía o que tal vez no había notado —. ¿Qué tal tus hermanos?

—Están con mamá —Taehyung se movió en su sitio con incomodidad —. Después de la amenaza de Jeon decidí tomar cartas en el asunto y enviarlos lejos.

—Ya veo, así que Kook terminó ayudando en tu lamentable situación —murmuró con aparente diversión aunque había un toque de amargura en su tono de voz —. No es un psicópata realmente.

—No puedo creer que lo sigas defendiendo, ¿sabes qué mandó al hospital a Lee Jaehyun por ti? —Taehyung se acercó a él inclinándose sobre sus piernas cerradas para acercar sus rostros —. ¿Qué demonios sucedió contigo?

—¿De qué hablas? Jaehyun me acosaba —le aclaró con indiferencia mirándolo con el mentón erguido —. Jungkook ya le había advertido que me dejara en paz, él no hizo caso y recibió su merecido —se encogió de hombros —. Sigo siendo el mismo, Taehyung, que no lo hayas notado no es mi culpa.

Antes de responder el timbre de la universidad sonó, una sonrisa diferente se plantó en los labios de JiMin quién le guiñó un ojo con diversión.

—Es hora del show —murmuró.

Taehyung confundido quiso preguntar a qué se refería con ello, no pudo, la puerta del salón de arte fue abierta de golpe cuándo ingresó por ella Jeon Jungkook. El pelinegro quedó paralizado en su sitio unos segundos y fue entonces cuándo Taehyung se dio cuenta de la situación; él estaba reclinado sobre el cuerpo de JiMin quién estaba sentado sobre el escritorio del maestro.

Inmediatamente se alejó sintiendo su corazón palpitar con prisa sobre su pecho, un sonido sordo se instaló en sus oídos ante el temor que le embargó en el cuerpo. JiMin lo había utilizado para algún plan macabro ¿estaba intentando darle celos a Jungkook?

—¿Qué diablos haces, Park? —la voz de Jungkook retumbó en el salón mientras cerraba la puerta tras de él —. ¿De verdad haz hecho esto?

—¿Hacer qué? —preguntó con un ligero puchero mientras cruzaba sus brazos sobre su pecho —. No entiendo porqué me hablas así.

—Park —los dientes de Jungkook parecieron rechinar ante la fuerte presión que tenía en su mandíbula, su oscura mirada se dirigió a Taehyung quién se sobresaltó —. ¿Qué carajos hacías entre las piernas de mi novio?

—¡Nada! —casi que gritó alzando los brazos tratando de demostrar inocencia —. Fue un accidente, no quería.

—¿No querías estar entre las piernas de mi novio? —murmuró con voz tensa estrechando sus ojos mientras ladeaba la cabeza.

—Sólo estábamos hablando, Kook.

—Tú cállate —le gruñó mirándolo dolido, JiMin pareció parpadear igual de dolido —. ¿Qué demonios te pasa provocándome, eh?

—Puedo irme —Taehyung hizo ademán de caminar hacía la salida sin embargo Jungkook se adelantó golpeando con fuerza su abdomen —. Joder.

Sollozó cayendo de rodillas ante el fuerte golpe, le había sacado el aire, aunque no se notaba Jungkook era de peso pesado, sus puños también. Taehyung recordó entonces que el tipo era cinta negra en artes marciales mixtas y que además boxeaba.

—Jungkook —gimoteó JiMin —. Mírame.

—No —gruñó dándole ahora una patada —. Mira lo que haz hecho Park, le haz halado la cola al diablo ¿no es así?

—¡Claro que no!

Y mientras ellos discutían Jungkook se había encargado de golpear una y otra vez el cuerpo de Taehyung llevándolo al inicio de esta historia.

—Si lo matas estaremos en problemas, me vieron hablando con él en la cafetería —JiMin dio dos pasos hacía su novio quién se mantenía estudiándolo —. Por favor Kook, no quiero que te lleven lejos de mi.

—Nadie nos va a separar, JiMin —Jungkook suspiró mirando el cuerpo de Taehyung revolcándose en el suelo, gruñó —. Es que lo veo y lo recuerdo tan cerca de ti ¡maldición!

Volvió a patearlo, Taehyung sólo podía llorar adolorido y aterrorizado mientras escuchaba aquella maldita conversación de lunáticos.

—No paso nada, te lo aseguro —JiMin caminó más cerca —. Estábamos hablando de ti cuándo entraste, por favor Kook, ya fue suficiente con lo de Jaehyun.

—Ese imbécil merecía morir.

Taehyung lloró más fuerte ante aquello. Había escuchado el rumor de que había quedado en coma y su familia pensaba desconectarlo, tal vez era más un empuje de dinero para que lo desconectaran.

—No dije lo contrario, al igual que la perra de Sujin merecía lo que le hice, sin embargo, tu papá ya encubrió dos muertes Jungkook, no quiero que te investiguen —Taehyung se sintió mareado al escuchar aquello —. Te amo, no soportaría que te alejaran de mi.

—Yo también te amo mi amor, pero incluso si no quisiera tengo que matarlo —Jungkook le pisó la espalda sacándole un grito —. Ha escuchado demasiado.

—Kookie —JiMin finalmente se acercó por completo al cuerpo de Jungkook tomándolo del rostro para besarlo con fuerza, Jungkook se alejó del cuerpo de Taehyung alzando en brazos a JiMin para sentarlo nuevamente sobre el escritorio —. Te amo tanto, Jungkookie.

—Te amo más precioso, te voy a castigar mal JiMin —gruñó dándole una nalgada al rubio quién soltó un gemido —. Cuándo lleguemos a casa no vas a poder caminar en días, mi amor.

—Sólo deja a Taehyung ahí, él no va a hablar ¿verdad Kim?

Taehyung había intentado moverse sin embargo, su cuerpo estaba lo suficientemente destruido para ocasionarle sueño, estaba a punto de desmayarse pero sabía lo que se le estaba ofreciendo. Si no aceptaba las condiciones de ellos, Jungkook lo mataría y no dudaba de que era muy capaz de hacerlo.

—Si —logró susurrar entre lágrimas.

—Tienes suerte de que mi novio sea tan indulgente —Jungkook caminó hasta él arrodillándose frente a su ensangrentado rostro —. Te dejaré en tu maldita casa, espero que tu padre termine contigo, Kim.

—Si llega a decir algo puedes matarlo, ha sido mi culpa después de todo —JiMin se encogió de hombros restándole importancia —. Ahora sólo quiero que me castigues, Kook.

Jungkook le miró unos cortos segundos antes de patearle el rostro con fuerza dejándolo finalmente inconsciente, se giró sobre su cuerpo para ver a su novio quién sonreía divertido.

—Eres mucho más sádico que yo, Minnie —murmuró caminando hasta él para colarse entre sus piernas —. No sabes lo mucho que me excita eso.

—¿Estuve mejor esta vez? —mordió su labio divertido inclinando el cuello para darle mejor acceso a Jungkook quién le estaba dejando mordidas y marcas —. Creo que fue más fácil con él.

—Por supuesto que lo fue, está enamorado de ti —gruñó con molestia mordiendo con más fuerza sacándole un sonoro gemido a su novio —. Es una lástima por Kim, su padre caerá en la cárcel por su muerte.

JiMin soltó una risita divertido.

—Amo que seas así amor —JiMin lo besó bruscamente —. El próximo será Kim Namjoon.

—Lo que quieras mi amor, todo lo que quieras —susurró devolviéndole el beso —. Ahora déjame desnudarte que quiero amarte antes de castigarte.

Se sonrieron con complicidad retirando sus ropas ignorando el cuerpo del chico desmayado. Era un juego tóxico entre ellos, darse celos para luego terminar matando a aquellos que se atrevían a caer en su vil juego. JiMin era sumamente celoso posesivo, Jungkook era el psicópata obsesivo y de esa manera complementaban su locura.

JiMin se había transferido de universidad desde Busan cuándo lo intentaron inculpar de un homicidio, sin ninguna prueba en su contra lo dejaron en libertad, sin embargo, intentaron hacerle la vida imposible. Había "asesinado" a la novia de uno de sus compañeros de universidad, el chico terminó suicidándose y JiMin yéndose de la ciudad.

Por supuesto que Jungkook se enteró de esto y supo que había encontrado a su mitad perfecta, JiMin era igual o peor de retorcido que él y aún así sabía que se amaban con locura.

—Te amo Jungkookie, eres sólo mío.

—Sólo tuyo amor, y tú eres sólo mío —otra mordida le hizo gemir —. Me encantas así todo retorcido.

—Y tú me encantas así de loco, sigue amor, dame más —volvió a gemir al sentir las estocadas con fuerza en su punto p.

Eran dos chicos con un amor tóxico, desquiciado, pero se amaban y eso era lo que les importaba.





Hola!

¿Cómo están?

Según las votaciones en mi perfil ganó la temática de psicopatía así que les traigo este OS KookMin del tema. Espero les guste y lo apoyen.

Gracias por su apoyo.


Eso es todo, ¡gracias por leerme!

Hee

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