UNICA PARTE
Louis observa la invitación que le dieron a su mejor amigo con cierta curiosidad y dolor en su corazón. Su amigo lo observa con algo de pena mientras hace una señal para guardarla y este niega con la cabeza mientras acaricia el nombre de él con delicadeza al lado del nombre de una señorita rubia.
Louis conocía a su prometida, era una joven rubia, alta y de una linda sonrisa que te causaba ternura con solo mirarla. Ella era muy educada y divertida a su modo, sabía que habían estado juntos desde hace varios meses, lo suficientes para saber que se podía notar el amor desde lejos. Sabía desde que le contó Niall que se habían comprometido en un bonito paseo al parque principal dónde había flores de distintos colores y dónde lo conoció. Fue coincidencia que ellos se conocieron en el mismo lugar, una lamentable coincidencia que sería el mismo lugar que se iban a casar.
Él siempre amo las afueras y no había duda que ella también. Eran el uno para el otro, no había dudas sobre ello. Louis lo sabía, los había visto juntos varias veces al salir de la empresa que quedaba cerca a su casa cuando iba a hacer las compras, podía observar la sonrisa junto a sus bonitos hoyuelos, adornar su rostro, de la mano del amor de su vida, mientras él se quedaba observandolos más tiempo del debido esperando que el joven rizado volteara a mirarlo al menos una vez.
El de ojos azules recordaba la primera vez que lo vio saliendo de la empresa con ella. Al parecer era una nueva trabajadora, Niall le dictaba todo lo que podía. Él decidió salir de la empresa unos meses desde que rompieron, porque no podía soportar que le sonríera, pues ahora no lo hacía sonreír de vuelta, lo hacía encogerse en su lugar y buscar un lugar en la sala dónde se dedicaba a extrañarlo.
Odiaba extrañarlo.
Extrañarlo lo hacía pensar y luego llorar.
Louis observaba el amor en sus ojos al verla, y solo podía pensar si en algún momento lo miró de la misma manera, pero sobretodo si en algún momento volvería a mirar a alguien de esa manera. No sabía si existía solo un amor en la vida, si el primer amor era el único amor que iba a percibir y sentir alegría al recordar cada momento con esa persona. Esperaba encontrar a alguien que le hiciera sonreír al recordar cada momento junto a ella, porque ahora recordar su vida con esa persona lo hacía temblar las piernas de tanto querer desaparecer.
No le malentiendan. Estaba feliz de que haya encontrado a alguien que le haga feliz, pero él también quería serlo. Habían pasado tantos años juntos y tal vez suene egoísta, pero una pequeña parte de él esperaba que esté no lo olvidará, aunque le duela, esperaba ser un bonito recuerdo que le hiciera sonreír a pesar de todo y esperaba que en algún momento pueda sucederle lo mismo.
Tal vez suene algo alocado, pero al mirar la invitación en sus manos solo puede pensar en una cosa. Necesitaba ir. Sabe que suena completamente estúpido, pero necesitaba acabar con todo esto, necesitaba verlo decirle que sí a alguien que no era él en el altar, para saber que ya no era suyo y que nunca iba a serlo, aunque una pequeña parte suya estaba pensando en que lo miraría a lo lejos e iba a sonreírle para luego dejar todo y correr a su lado tan lejos que nadie podía observar más que dos puntos a la lejanía.
Ridículo.
Demasiado ridículo.
Pero una pequeña parte suya le decía que así iba a hacer.
-Voy a ir, pero solo para la parte buena- dice Louis sonriendo con tristeza. -Necesito verlo casarse para poder terminar todo. Necesito hacerlo. Tal vez sufra, llore y me destruya por completo, pero al menos sabré que es verdadero- dice Louis mientras Niall asiente con la cabeza agarrando la invitación para guardarla, se despide de Louis y sale por la puerta.
Pasan los días y cada vez faltaba un poco menos. Se sentía tan nervioso, sentía que sus ojeras eran más grandes y las lágrimas caían hasta dormido, pero necesitaba vivirlo. Necesitaba que lo destrozara por completo para intentar salir adelante, porque sabía percectamente que iba a suceder. Ella le brindaba más sonrisas y menos llantos. Ella le brindaba más risas y menos enojo. Ella le brindaba más calma y menos ansiedad. Ella era todo lo que él no era, porque ella era el amor de su vida y él solo estuvo de paso.
Solo esperaba convertirse en un bonito recuerdo.
Cuando el día de la boda llega, Louis se levanta con las manos temblorosas y se restriga las lágrimas de su rostro para levantarse e ir a arreglarse. Tal vez se comenzó a tomar más tiempo del necesario en cambiarse, pero no porque quería verse bonito, sino porque no quería ver lo que estaba por suceder, porque al verlo, la pequeña gota de esperanza se iba a esparcir en el suelo sin ser vista de nuevo.
Esa gota era lo único que lo mantenía de pie, que era todo una novela de televisión dónde esté iba a venir corriendo a sus brazos de nuevo. Lamentablemente, el de ojos azules termina de alistarse, sale por la puerta hasta llegar a su auto, lo enciende y sin una invitación en la mano se dirige hasta el lugar en dónde se vieron por primera vez.
Un lugar que ya no era su lugar, porque era un lugar que compartía con alguien más.
Un lugar dónde no sería la vez que el de ojos azules tropezó con sus pies y derramó en el suelo el café de la mañana que se encontraba en una banca, donde aparece un joven de cabello rizado que lo miraba enojado y le reclamaba por derramar su mejor parte del día. No. Ya no iba a ser ese lugar.
Louis observa a lo lejos una gran cantidad de personas bien vestidas y aprieta fuertemente el timón de su auto, se acomoda el flequillo, cierra sus ojos y sale con rapidez por la puerta sin desear ser visto. El de ojos azules comienza a caminar un poco más cerca y se coloca atrás de un árbol que tenía las hojas tan marchitas que suelta una pequeña risa al pensar que se parecía a él. Observa las espaldas de todos los invitados y rueda los ojos para pararse de puntas, rápidamente traga saliva y se esconde detrás del árbol soltando un gran suspiro al verlo con un traje puesto y una gran sonrisa de emoción sin dejar de observar el pasadizo por el que iba a pasar el amor de su vida.
Escucha el sonido de la música y sin pensarlo mucho vuelve su mirada al joven rizado con un bonito traje que aprieta los labios al observar a la joven rubia caminar por el pasillo con un hermoso vestido blanco diseñado perfectamente a su medida. Todo se vuelve extraño desde ese momento, no sabe si la música esta más baja o si el mundo comenzó a dar vueltas, pero en un momento todo se detiene cuando el padre dice si se aceptaban el uno al otro. No. No es por las palabras. Es porque puede observar esos ojos que siempre lo hiptonizaban mirarlo con una sonrisa después de mucho tiempo. No era una sonrisa de venganza o de miedo, era una verdadera sonrisa, como si le dijera que todo iba a estar bien y no puede evitar recordar. Recuerda como si fuera ayer las veces que rieron juntos por cada tontería que mencionaban juntos. Recuerda las veces que se gritaban dramáticamente por las calles de la ciudad para luego estallar a carcajadas. Recuerda tantas cosas que lo hacia llorar, pero ahora al verlo sonreír de la forma más alegre que recordaba le sonríe de vuelta y observa como este sin dejar de sonreír observa a su prometida para decir el sí que se notaba a kilómetros por esos ojos brillantes gracias a ella.
Todos aplauden cuando ambos se besaban a la luz de la luna y Louis no es la excepción, pues aplaude con emoción y esperanza, no la esperanza de que el joven rizado vuelva a sus brazos, si no la esperanza de encontrar a alguien que le enseñe como era que te brillen los ojos de nuevo.
Louis sonríe con dulzura al ver como ella le colcoaba su velo encima y reían a carcajadas. Decide dar un paso atrás y con cuidado caminar hasta su auto sin ser detenido por nadie, decide mirar una última vez y verlo sonreír para luego arrancar su auto y dirigirse a su hogar.
No sabía si en algún momento iba a encontrar alguien más. Solo sabe que luego de varios meses decide salir a caminar por la calle con unas bolsas en las manos por las compras que había hecho, pensaba que no era mucho y no necesitaba llevar su auto, pero al parecer sentía que sus brazos se iban a caer, tenía algo de razón al caminar y sentir un empujón de un joven que salía por una puerta. Lo emupuja al suelo y las bolsas se caen, esparciendo algunas cosas por el suelo.
-¿Quieres ver por dónde vas?- dice Louis enojado mientras el joven lo ayudaba a colocar sus cosas en las bolsas.
-Disculpa, en serio, discúlpame. Soy muy torpe a veces y este celular siempre para sonando, a veces no lo soporto. Todo el día es lo mismo, deseo lanzarlo por la ventana para nunca más escuchar ese sonido por las mañanas. ¡Siempre me llaman en las madrugadas!
-¿Siempre hablas tanto?-dice Louis confundido mirando al joven que se encoge de hombros.
-Solo cuando estoy nervioso.- dice soltando un gran suspiro. -Si deseas te puedo ayudar con las bolsas- dice con nerviosismo.
-Solo porque me la debes, podría hacerlo solo- dice Louis mientras observa al joven sonreír mostrando unos lindos hoyuelos.
-Soy Styles, digo Harry. Mi nombre es Harry, no Styles. Siempre me confundo. El trabajo es una cosa y hablar afuera es otra- dice el de ojos verdes tomando una de las bolsas del joven de ojos azules.
Louis suelta una risa, mientras comienza a caminar con el que pronto sería....
El amor de su vida.
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Espero que les haya gustado <3
Un pequeño one shot para alegrar su día.
Este one shot no tiene 2 parte ni nada, así se queda 😔✌️
Que la vida te sonría,
Dani :3