Dos Palabras
Esas dos palabras que no se dicen lo suficiente.
No, miento.
Esas dos palabras que, se dicen tanto, que quedan vacías de significado.
Ojalá, cuando las dijésemos, fuese porque lo sentimos de verdad.
No porque <<es lo que toca>>.
No porque se haya convertido en un hábito.
Como ese beso de despedida cada mañana antes de ir a trabajar.
Beso en el que los labios apenas se rozan un segundo.
Un beso que es solo un trámite.
Unas palabras que no significan nada.
Un amor que vive, o sobrevive, enterrado bajo todo ello.
Desentiérralo.
Revívelo.
Ama de verdad.