Guacolda
Mari mari lamien, mari mari Guacolda
...y tus diez en mis días.
En el misterioso lenguaje de las palabras, tu recuerdo es un presagio, un desafío a la física y a la naturaleza de las cosas.
En aquél rincón de lo imposible, mágicas sensaciones recorren mi espíritu, allí cada mujer que he tocado es la misma mujer.
Guacolda, que vives en el rincón de toda mujer, son tus ojos los que me habla con ternura divina, abnegada.
Dando pie a mis lágrimas coloradas de rabia y de amor se llenan de nudos y, contagiados por la voluntad de tus pueblos éstas desafían la historia.
De pronto es una lágrima rebelde, dorada y de maíz, la que vuelve a mi ojo, sellando en el acto mi destino y su cauce.
ya nada será lo que fue,
ya nada será lo que no fue
ahora, es todo lo que se es
y tú Guacolda
eres el rincón de la libertad
que como el viento
se mueve
y como la mujer se alza.
Guacolda guerrera de arauco
Tu sueño es sangre dorada.
A través de tus ojos mi alma responde a ese otro color, obscuro pero visible. Recorre nuestras venas, como los ríos alimentan la tierra.
Y es tu sangre Guacolda, la que llenan mi memoria de un color victoria atestado de lo imposible.
Mari mari lamien
Mari mari guacolda.