*¿SUMISO?*
-¿Có-cómo?- parpadeó Terry al oír su respuesta.
Egon mostró una tenue sonrisa.
-Es muy posible que seas el que de verdad me sirva- refirió.
-¿Que...que le sirva para qué?- preguntó Terry.
Egon se retrepó hacia atrás haciendo descansar su espalda en el respaldo del sofá.
-Para que seas mi sumiso- contestó.
Terry pestañeó un par de veces.
-¿Su-sumiso?-
-¿Sabes o tienes una ligera idea de lo que es ser "sumiso"?- preguntó Egon.
Terry tragó duro.
-Ummm, no lo he oído antes pero...me suena a...ser una persona suave- contestó.
Se movió un poco en la butaca.
Notaba la humedad que apenas un rato antes le fue provocada con solo oír la voz del hombre junto con sus sutiles caricias.
Egon se dio cuenta de cómo se removía en el sitio.
-¿Incómodo?- se interesó.
-Ehmm, es...la-la ropa- respondió Terry.
-Te mojaste como una perra- rezongó mordaz Egon.
A Terry casi se le salen los ojos de las órbitas al oírle decir tal ordinariez.
-¿Cómo se...atreve a hablarme así?- encaró.
El hombre rió con más notoriedad e inmediatamente se echó hacia delante, clavando sus marrones ojos en él.
-No te desagradó y lo sabes- apuntó.
Terry no pensaba responder.
Era cierto que en cuanto dijo aquella ordinariez, no entendió bien porqué pero su sexo palpitó.
-Puedo dejar que vayas a limpiarte por si así te encuentras más cómodo- observó Egon.
-Sería...sería lo mejor...- asintió Terry evitando sus ojos.
Egon se puso en pie para pedirle amablemente:
-Ven, sígueme-
El joven, ésta vez de lo más obediente, se levantó y le siguió de cerca.
Ambos caminaron el uno detrás del otro hasta que Egon se detuvo junto a una puerta oscura.
La empujó y mostró que era un baño.
-No tengas prisa- dijo mirándole al cruzar ante él.
Terry mantenía la cabeza medio gacha.
Una vez dentro del baño, Egon cerró dándole intimidad.
Pero se quedó allí, junto a la puerta, esperando.
Tras unos diez minutos, Terry salió del baño.
Algo más calmado y sin su ropa interior puesta, regresó con el hombre a la sala.
Egon le señaló hacia la butaca donde antes hubiera estado sentado mientras él tomaba asiento frente al joven en el mismo sofá.
-¿Alguna vez has oído "BDSM"?- cuestionó.
Terry casi da un grito.
-Eso...eso es...lo de la película esa de ese...Christian Grey ¿N-no?- tartamudeó.
-Olvidate de ese traumado- dijo Egon -Ese personaje es un enfermo con problemas desde la infancia. Odiaba a su madre, por ser débil o más bien porque su padre la maltrababa. Esa es la razón de que usara a la mujeres como lo hacía. Aparte de que previamente él fue un sumiso domesticado por una mala Ama que digamos estaba encoñada en él y por eso no le gustó la chica. Pero no me interesa hablar de un enfermo, acosador, abusador y machista como ese C-h-r-i-s-t-i-a-n G-r-e-y- escupio una por una las letras de ese nombre -La realidad es totalmente diferente a lo que esa...película mostró-
Terry le miraba atentamente.
-Para empezar, yo no voy a ir detrás de ti si en algún caso me dices que no. El respeto es lo primero y primordial y si uno no quiere, el otro no puede ni tiene derecho a obligarle- prosiguió diciendo Egon.
Terry, mudo ante sus palabras, ni parpadeaba.
-Por eso mismo pido que se cumplan esas tres condiciones; educación, respeto y obediencia- enumeró nuevamente los tres puntos a cumplir.
Terry tragó saliva.
-¿Entonces...qué...qué es realmente eso de..."sumiso"?- quiso saber.
Egon achicó los ojos mientras procuraba no dejar de mirarle.
-Es digamos una condición humana- dijo -Hay personas dominantes y personas sumisas. Las primeras buscan del tipo de las segundas y éstas necesitan del tipo de las primeras-
Terry trataba de entender lo que quería decirle más no lograba comprender bien lo que era eso de "sumiso" o "dominante".
-Lo...lo siento pero estoy confuso y perdido y...-
-Es normal si no has tenido nunca nada que ver con ésto- entendió perfectamente Egon -Y no te preocupes si decides irte. No voy a obligarte a nada-
-Yo no he dicho que...que quiera irme- respondió contrariado Terry.
Egon mostró una sonrisa de lo más perversa haciendo al mismo tiempo que sus ojos brillaran de interés.
-¿Quieres probar?- preguntó el hombre casi a modo retador.
Terry tragó saliva.
3000 dólares era dinero y le hacían mucha falta.
-Yo...necesito el dinero y...-
-¿Problemas?- se interesó Egon.
Terry le miró tímidamente y asintió con la cabeza -¿Qué clase de problemas?- quiso saber Egon.
Terry dudó de si debía contárselo.
Ni siquiera lo conocía como para eso.
-Deudas- dijo.
Egon solo hizo una mueca de descontento.
-Si no eres más explícito...-
-No te conozco como para confiarte mis problemas- repuso Terry.
-Jumm- dejó oír Egon -Primera norma; la confianza es la base de esto. Así que si no confías en mí creo que es mi deber y responsabilidad decirte que ha sido un placer conocerte-
Terry abrió los ojos como platos.
-¿Me...me estás echando?- se sorprendió.
-La base de una relación entre Amo-sumiso es la confianza. Si uno no confía en el otro no tienen nada que hacer-
-¡No se confía en la gente así como así!- se exasperó Terry.
-Es posible pero también sé que si no se dan motivos para desconfiar se puede confiar- refirió Egon -¿Yo te he dado algún motivo para que no creas que puedes confiar en mí?- escudriñó al joven fijando sus ojos en los suyos.
Terry tragó duro -No me has dicho que eres transexual y no por enterarme por mí mismo me he burlado o incluso humillado-
Las mejillas de Terry se tornaron rojas.
E inmediatamente bajó los ojos.
-No...no soy...no es...realmente el nombre es...intersexual y...pero no es la intersexualidad más común...-
-Eso no me importa- declaró Egon haciendo que volviera a mirarle -Y ya me has confiado algo personal- sonrió tenuemente.
Cierto.
No hablaba con cualquiera de su "diferencia".
-Dime de qué problema hablamos y hasta es posible que yo pueda ayudarte- empujó a hablar Egon.
Terry se paseó la lengua por los labios denotando nervios.
-Yo...fui un idiota y...avalé a mi ex con mi apartamento y mis ganancias y...ahora he de pagar una de las cuotas en tres semanas o...estoy seguro que me embargarán el apartamento y me quedaré en la calle- explicó.
Egon ladeó la cabeza levemente hacia un lado.
-No te veo siendo tan idiota- repuso.
-El amor y que creí que él me quería...- se excusó Terry.
-El amor es una mentira- refirió el hombre.
El joven le miró fijamente.
-No creo eso- dijo.
Egon mantenía su vista en él.
-Está idealizado, super valorado, por eso te pasó lo que te pasó. Viste a ese novio tuyo como lo que tú querías que fuera y él solo fue listo y con la idea de hacerte creer que te "quería" para conseguir lo que él de verdad quería- explicó Egon -Y no eras ni tú ni tu cuerpo, sino tu dinero-
Terry, quedándose sin palabras, vio cómo el hombre se inclinó un poco más hacia él.
-Yo busco un cuerpo y una persona que me dé el poder sobre ambos y me confíe plenamente su cuerpo para hacer con él lo que yo vea necesario y considere que es de su gusto además de usarlo en mi propio beneficio-
Terry no pudo evitar dejar oír un jadeo.
Desde luego lo que ocurrió un rato antes lo había dejado algo tocado.
La prueba era que no llevaba los calzoncillos y podía sentir el tacto de los pantalones sobre su sexo desnudo.
-Respondiste a mi voz. Me dejaste entrar más allá de solo tu mente- siguió diciendo Egon -A lo mejor no sería difícil que lo fueras-
Terry enrojeció de nuevo.
-Tal vez hasta te gustara serlo- rezumó burlón Egon.
Tragando saliva, el joven respondió de manera interrogante:
-¿Un...sumiso?- Egon asintió con la cabeza -No sé. Tal vez...puede ser-
-No tiene que ser de por vida sino hasta que tú quieras- repuso el hombre -El tiempo necesario que tú escojas y así pueda mandar a redactar el contrato-
Terry alzó las cejas mostrando atonicidad.
Egon se reclinó hacia atrás y sonrió mordazmente.
-¿Un...un contrato?- inquirió Terry.