Única parte
El sol es mí noche,
la luna mí día,
a quien no reproche,
quien mí luz guía.
Que sea quien le importe
que deje que me guíe,
que no sirva de soporte
que sea alguien que aporte.
Mis labios han de ser ganados,
no pedidos ni rozados,
tus ojos que sean azules,
que miren y alumbren.
Que sea amable
y rencor no guarde,
que sea educado
y quepa en recuadro.
Cariñoso y tierno,
que no guarde secreto,
constante y dedicado,
que no sea solo a rato.