𝐼
Mi espalda se mantiene con ese peso, durante todo un asqueroso año.
Por más que me duela sigue preocupándome el absurdo pasado.
¿Qué sentiste por mi?
¿Me amaste o me tenias pena?
¿Las cosas que alguna vez dijiste fueron reales?
¿Sentiste algo por mi o fui un medio para desahogar tu diversión y soledad?
Tu vives bien sin mi y yo sigo pensándote.
Te ves bien con ella. En cambio no te ama como yo lo hice.
No entrega todo lo que te di, porque nadie, nadie te amará como yo lo hago.
Nadie entregará todo de si para demostrarte que te ama.
Nadie caminará en la tormenta como yo.
Nadie te dará el cariño que mi corazón da por ti.
Ni siquiera intentas hablar. No hay nada que arreglar ¿no?
Me aleje como siempre y tienes claro que volveré.
Tuve un bajón en el que quise cerrar un estupido ciclo contigo. Un típico de mi.
¿Por qué no supiste valorarme como yo te valoré?
Te aburriste de mi y me trataste mal.
Fui tu burla. Desahogaste tus traumas y tus problemas en alguien que dio todo por ti.
Alguien que espero años por recibir una migaja de tu amor.
Ni siquiera te importa.
Sigues pensando que volveré.
Y yo también lo pienso.
Porque cuando tenga un nuevo bajón estaré ahí, tratando conseguir algo de tu atención, porque mi cerebro se creyó que tu eras mi hogar, mi corazón creyó que tu eras mi paz.
Cuando lo único que hiciste fue jugar.
Pero yo seré la que esté mal ¿no?
Yo soy la infantil que se retira cuando le da un poco de tristeza.
Tristeza que provocas con tus palabras dulces.
Me quiero convencer que estoy bien y que ya no ocupas mi mente.
Pero recuerdo cada palabra de tu boca, cada detalle conmigo, recuerdo una costumbre tuya.
Recuerdo ese beso que me diste y te extraño.
¿Me estas sintiendo?
¿Sientes esa tristeza que se instala en mi pecho con un simple recuerdo tuyo?
No lo sientes, nunca lo hiciste.