Capitulo 1: El sueño de una hermosa Dama
Las gotas de agua caen a través de la venta del cuarto de la joven Yuriko, una dama rebosante de belleza, cabellos dorado como el mismísimo oro, ojos azules, más brillantes que cualquier perla preciosa, y un cuerpo esbelto, sueño de cualquier hombre y envidia de toda mujer.
—Sera que algún día, ¿se acabará este infierno?- Susurra la joven mientras una lágrima comienza a recorrer su hermoso rostro.
Un amor verdadero, suele ser el sueño de muchas jovencitas, pero para Yuriko, era solo eso, un sueño, algo que jamás alcanzaría debido a un padecimiento de los más extraño en su piel, su tacto, es como el toque de espinas cortantes, capaz de causar enorme daño a quien haga contacto con ella, interponiendose en su sueño de encontrar el verdadero amor
Yuriko se pone de pie, dirigiéndose al baño, procede a darse una ducha de agua caliente, mientras tanto, Nanashi, su amiga de infancia y sirvienta asignada a su cuidado prepara su vestido y zapatillas.
—Yuriko, ya está listo tu vestido, iré a servir el desayuno.
—Muchas gracias Nanashi - Procede a salir del baño, secando su suave y hermosa piel con delicadeza.
Tomando el desayuno con Nanashi, ambas incian una conversación habitual, ¿Alguna carta de sus padres?, ¿Que abra en el almuerzo?, ¿Llegaron algunos libros?, Todo de lo más habitual y rutinario.
De pronto, dos toques a la puerta llaman la atención de ambas jóvenes, ¿Quién será?.
—Vuelvo en un segundo, iré a revisar - Menciona Nanashi poniéndose de pie.
La curiosidad invade la mente de Yuriko, las cartas llegan siempre a las 7:00 a.m, cuando sus padres las envían claro, y a esa hora nunca llega nada, a menos que se trate de alguna novedad importante.
Nanashi abre la puerta, para toparse con una inexistente precencia, pero desviando su mirada al suelo, una carta con el sello de la familia Futanabe llama la atención de la joven, quién la toma rápidamente para hacer lectura de ella, lo que contiene, llena de emoción a Nanashi, quién sale corriendo donde Yuriko.
—¡Yuriko, Yuriko, Yuriko¡-
—Nanashi, ¿Todo bien?- Pregunta con una mirada preocupante pero llena de curiosidad a la vez.
—Yuriko, Dalton Morrison, llegó a pedir tu mano a tu padre ayer en la tarde- Exclama Nanashi con una sonrisa llena de emoción.
—¿Hablas...encerio?- Pregunta Yuriko con lágrimas en sus ojos.
Dalton Morrison, fue el mejor amigo de Yuriko en su infancia, y el único que no se alejo de ella tras descubrir lo de su mal, cuando Yuriko fue enviada a vivir sola a la mansión a los 12 años, Dalton juro ir por ella, jurandole amor eterno frente a ambas familias.
Ahora ambos tienen 18 años, y parece que la promesa de Dalton se mantuvo en pie.
—Yuriko, me retiro, tengo que empezar a limpiar todo aquí, Dalton llega mañana por la mañana, y este lugar debe quedar reluciente - Exclama Nanashi tomando una escoba.
—Nanashi, no es necesario, ya está limpio, por favor, descansa.
—¡Obligameee- Dando vueltas de felicidad por su amiga, Nanashi sale del comedor.
Yuriko ríe, Nanashi es más que una simple sirvienta, es su mejor amiga, y la felicidad puede verse claramente en ella.
Llegadas las 3:00 p.m, Yuriko sale de la mansión, y se adentra en el bosque, caminando por unos minutos, llega a un claro, lleno de hermosas rosas alrededor de una lápida.
—Abuelo, abuela, parece que ese día llegará pronto.
Yuriko pasa el resto de la tarde en la tumba de sus abuelos, quienes en vida amaron y cuidaron de Yuriko mucho más de lo que sus padres lo hicieron con ella.
//Hola a todos, muchas gracias por darle una oportunidad a mi historia, espero puedan disfrutarla, sean bienvenidos a esta nueva aventura.//