1. SIETE DÍAS
Desde que Park Jimin apareció en la vida de Jeon Jungkook, la vida de éste había dado un maravilloso giro. Pasó de ser el niño tímido y solitario para empezar a convivir con su nuevo amigo de ojitos alegres y rostro de ángel (cómo Jungkook siempre lo describía).
Pero algo que Jungkook nunca pudo dejar a un lado fue su gran timidez para poder expresar sus sentimientos y más cuando se trataban de Jimin.
Porque desde el primer momento en que el pequeño niño castaño de escasos seis años atravesó corriendo el jardín para ir a saludar a aquel niño que le miraba con unos enormes ojos marrones y Jimin se presentó con una gran sonrisa entregándole al niño de cabello color chocolate su pollito de peluche, algo en el interior de Jungkook había hecho una especie de click de manera inmediata.
Los padres de ambos niños se habían convertido a su vez en buenos amigos no sólo por ser vecinos, sino porque la química que había entre sus hijos hacían que de la convivencia diaria se convirtieran en una especie de familia gigantesca, y miraban más que felices la relación que sus hijos habían forjado, al grado que podían jurar que no había una relación cómo la que ellos tenían.
El único problema que había entre la amistad de los menores, es que Jeon Jungkook estaba más que enamorado de su mejor amigo desde el día uno y durante todo éste tiempo no había encontrado el valor, ni la manera de hacerle saber a Jimin de sus verdaderos sentimientos.
Desde el primer momento en que se conocieron, éstos dos pasaban juntos el ochenta por ciento del día y el veinte restante se separaban cuándo cada uno dormía en su casa, pero a veces ni eso... Ya que en ocasiones no faltaba que uno de los dos se escapara para ir a dormir a la casa contraria.
Entre más pasaba el tiempo, Jungkook se enamoraba más y más de Jimin sin poderlo evitar, tal vez era por su gran sentido del humor, o su noble corazón, su fuerte personalidad o el que siempre Jimin estuviera ahi para él o la gran belleza que el castaño poseía, o tal vez era una mezcla de todo en conjunto.
Pero cómo siempre pasaba que cuándo intentaba hablar sobre sus sentimientos, el pelinegro terminaba diciendo cosas sin sentido.
Con el paso de los años, Jeon empezó a tener uno que otro noviazgo, nada en serio y nada formal. Todo con la única finalidad de despistar un poco su gran enamoramiento por su mejor amigo.
A su vez, Jimin salía con uno que otro chico y aquella situación no era para nada del agrado de Jeon, quién durante el tiempo en el que Jimin tenía novio evitaba verlo lo menos posible, ya que no soportaba como éste le sonreía a alguien más que no fuera él.
Eso ponía muy triste a Jimin y por lo general sus relaciones nunca duraban más de una semana, ¿El motivo...? no soportaba estar mucho tiempo alejado de Jungkook.
Con el paso del tiempo, las situaciones fueron cambiando. Al igual que ellos, ahora que estaban en la preparatoria, el director había decidido ponerlos en salones separados, ya que pensó que esto les iba a servir para que los jóvenes hacieran nuevas amistades.
La noticia no fue del agrado de ninguno de los dos, y por más que Jungkook intentó estar en el mismo salón que Jimin, el colegio nunca quiso que estuvieran juntos. Así que durante los tres años en el colegio fueron una completa tortura para ambos, ya que sólo podían convivir durante el receso y de regreso a sus casas.
En el último año del colegio, todo cambió...
La llegada de un nuevo alumno de intercambio de nombre Jackson Wang, vino a darle un giro inesperado a la amistad entre Jimin y Jungkook.
El joven Jackson venía de intercambio de China, y no conocía a nadie, así que cuando fue asignado al salón de Jimin, para el asombro del menor, Jackson y él habían simpatizado a la perfección.
La amistad entre ellos se dio de manera inmediata empezando pasar más tiempo juntos dentro y fuera del colegio y a las pocas semanas tras ver que tenían tantas cosas en común, Jimin y Jackson decidieron iniciar una relación. Aquello tomó por sorpresa a Jungkook, quién jamás imaginó ver a su Jimin tan feliz en un noviazgo cómo el que ahora tenía.
Pero en ésta ocasión Jimin no quería estar lejos de Jungkook, ya que para el castaño su nuevo novio y su mejor amigo eran dos personas muy importantes en su vida y los quería a ambos a su lado.
Y aunque suene ilógico...
Jackson nunca se oponía, se encelaba, o se enojaba. Al contrario... Siempre alentaba a Jimin para que invitara a Jungkook para que los acompañara en las salidas que daban. Eso ponía feliz al menor llegando a pensar que no podía tener un novio mejor.
Wang se sentía feliz de ver a Jimin sonreir de una manera tan especial cada vez que el mejor amigo de éste los acompañaba, hasta llegar al punto de también considerar a Jungkook como su buen amigo.
Aunque la relación pudiera sonar algo extraña ya que siempre andaban los tres juntos, Jackson de inmediato sintió una conexión especial con el menor y llegó a la conclusión de que Jimin era el chico ideal para él, y bien valía la pena poner todo de su parte para ver a su novio sonreír de la manera en que siempre lo hacía cada vez que Jeon decía o hacía una de sus ocurrencias.
Cuando por alguna extraña razón Jungkook no estaba con ellos, la pareja hablaba sobre sus proyectos a futuro, como a cuál universidad deseaban ir, que querían estudiar y vaya que se llevaron una gran sorpresa al descubrir que existía una gran posibilidad de Jimin eligiera estudiar en la universidad de Seúl, ya que era justo donde Wang iba asistir, por lo que a Jackson tuvo la grandiosa idea que tal vez podrían irse a estudiar juntos en Seúl y así vivir juntos en lugar de compartir un cuarto con desconocidos. De esa forma, ambos podían compartir departamento y con ello dividir los gastos.
La propuesta sorprendió a Jimin, ya que llevaban muy poco saliendo como para pensar en vivir juntos. Es más, ni siquiera se habían podido dar un primer beso, ya que sólo se tomaban de la mano por momentos, porque ninguno de los dos querían hacer sentir incómodo a Jungkook.
Pero a pesar de la premura, y de lo alocado que sonara la propuesta de Jackson, Jimin en el fondo estuvo de acuerdo con la idea de su novio, ya que en tan poco tiempo éste se había ganado el cariño del menor y la idea de estudiar juntos en una nueva ciudad sin conocer a nadie le aterraba un poco.
Lo único que Jimin lamentaba de todo ésto, es que ya no vería más a su Jungkook, sólo lo haría durante las vacaciones y la sola idea le hacía sentir por demás triste, porque desde que eran niños ambos habían planeado asistir juntos a la universidad de Busan, ya que siempre habían estado acostumbrados a estar siempre juntos.
Pero Jimin entendía que tal vez las cosas pueden cambiar, ahora él tenía un novio y probablemente Jungkook también deseaba iniciar una relación y él sólo sería un obstáculo.
La sola idea le ponía triste. Es más, ni siquiera se iba y ya tenía ganas de llorar con sólo pensar cuánto iba a extrañar a Jungkook, y otra cosa que le preocupaba mucho al castaño es que no quería ni imaginar en cómo Jeon iba a reaccionar cuando se enterara de su cambio de decisión.
Ahora que Jackson había decidido de que aprovecharía las vacaciones para irse a Seúl por una semana, con la única finalidad de empezar a buscar el departamento correcto para que Jimin sólo llegue con sus pertenencias antes del inicio de clases.
Aquella premura desconcertó un poco a Jimin, pero en el fondo estuvo de acuerdo con la idea de Jackson, así que el joven castaño debía de aprovechar que estaría libre una semana para encontrar el momento idóneo para hablar con Jungkook y decirle sus planes a futuro.
Así que a Jimin se le ocurrió organizar una pequeña reunión en su casa para desearle a Jackson un buen viaje, por lo que aprovecharía dicha reunión para informarle a sus padres y mejor amigo sobre su cambio de decisión.
Cuándo por fin había llegado el día de la cena, el primero en llegar con una enorme sonrisa fue Jungkook al saber que Jackson finalmente se iría a otra ciudad.
En cambio Jimin pensó que ese era el momento perfecto para que Jungkook se enterara por él, así que lo llevó de inmediato hasta su habitación aprovechando que no estaba Jackson.
—¿Porqué tanto misterio? - cuestionó el más alto
—Pues... Bueno... Porque yo quería decirte que Jackson se va porque, bueno... Ya sabes que estamos por terminar el colegio y es hora de decidir que es lo que vamos a estudiar y en dónde...-
—¿Que es lo que quieres decir, Jim?
—Koo... Lo que quiero decir es... -
—Jimin, hijo ya llegó tu novio - se escucho la voz de la señora Park y el nombrado no podía salir de la habitación sin decirle la verdad a Jeon.
Pero cuando iba a empezar a hablar de nuevo la puerta fue abierta por un joven y sonriente rubio y aquello hizo enfadar a Jungkook.
—¿Jacki...? Porqué no me esperaste abajo.
Jungkook de nuevo viró los ojos ante el cariñoso apodo con que Jimin le llamaba al sonriente tipo, y pensó... ¿Qué acaso nunca se cansa de estar sonriendo?
—Bueno bonito, pero si ya me voy mañana que mejor que pasar el tiempo con mi lindo novio... ¿No lo crees Jungkook? - de nuevo Jeon dio un gran suspiro afirmando con las manos dentro de los bolsillos del pantalón. — ¿a poco tú no harías lo mismo si tuvieras un novio como Jimin?
Jimin y Jungkook se voltearon a ver y el primero en desviar un poco la vista ante la intensa mirada marrón fue Jimin. A esas alturas estaba bastante sonrojado y ni siquiera sabía ni el porqué.
—Tienes razón... Si yo tuviera un novio como Jimin, te juro que sólo quisiera estar con él y no lo dejaría ir por nada del mundo - el castaño trago en seco ante las palabras de Jungkook quién seguía sin quitarle la mirada de encima y por un instante el menor no supo que decir, ni cómo reaccionar. Sólo sentía cómo su rostro se ponía de mil colores.
—Ojalá que pronto encuentres a un chico como Jimin, aunque la verdad dudo que encuentres a alguien tan perfecto como él, - expresó el rubio besando la mejilla de Park, y fue el momento para que Jungkook desviara la mirada.
Jungkook sabía que Jackson tenía toda la razón. No había nadie en el mundo tan hermoso y tan perfecto no sólo por fuera si no también por dentro cómo lo era su Jimin. Lo supo desde el momento en que lo conoció y de eso ya hablan pasado casi doce años.
—Por cierto.. ¿Ya te dijo que nos vamos a ir a estudiar juntos a Seúl? - soltó Wang y Jungkook de inmediato volteó a ver a un estupefacto castaño quien al ver la reacción de su mejor amigo sentía que el alma se le había ido del cuerpo.
—Pues buena suerte en su nueva etapa. - dijo Jungkook antes de salir a toda prisa de la habitación. Necesitaba salir de ahí antes de que la gran tristeza que sentía en ese momento hiciera de las suyas.
Jimin no dijo nada, tenía la mirada cristalina, ni siquiera pudo detener a Jungkook mientras veía como éste salía con el rostro abatido por haberse enterado por alguien más de lo que pensaba hacer.
Cuando Jimin escuchó como azotaban la puerta principal de su casa fue entonces que salió de su trance, para hacerle frente a la persona no tan agradable que tenía en frente.
—¿Porqué lo hiciste... ? ¿Porqué le dijiste eso? - cuestionó molesto Park.
— Pues... porque se tenía que enterar tarde o temprano... ¿No lo crees? - dijo tranquilamente el rubio y aquellas palabras y la despreocupada actitud del rubio le habían hecho enfurecer por completo.
—Nos veremos en una semana, ya que regreses Jacki. Necesito ir a hablar con Koo...
—¿Es una broma Jimin?
—¿Acaso ves que me estoy riendo? - el rubio suspiró sin dar crédito por la reacción de su novio y con mirada incrédula vio como Jimin salía de la habitación.
En cuanto Jackson salió de la habitación ya no había rastro de Jimin por ningún lado, sus padres habían omitido en donde se encontraría su hijo. Ya que tras ver salir a Jungkook y después a Jimin sabían que ese par tenía una situación que arreglar.
En un segundo la cena, la despedida y todo lo demás había pasado al último nivel, lo único que le importaba en ese momento a Jimin, era buscar a Jungkook para hablar con él.
En esta ocasión en lugar de entrar directamente a la habitación a través de la enredadera cómo a veces lo hacía, lo hizo llamando a la puerta principal siendo recibido por la mamá de Jungkook quien le recibió con una cálida sonrisa.
—No sé qué fue lo que pasó entre ustedes... Pero sé que lo resolverán como siempre cariño, pasa está en su habitación - dijo amablemente la señora al tocarle una mejilla
—Gracias, - respondió tímidamente el castaño para subir corriendo por las escaleras.
Al llegar al cuarto de Kook, Jimin dio un gran suspiro y empezó a tocar en varias ocasiones la puerta, tras unos minutos se escucharon unos pasos y el castaño escucho cómo le quitaban el pestillo a la puerta.
—Pensé que estarías cenando con tu novio - dijo con gran tristeza el mayor y Jimin negó con la cabeza.
—¿Puedo quedarme a dormir esta noche contigo? - la mirada de Jimin de nuevo se había vuelto cristalina, tras un pausado suspiro Jungkook no resistió más y le sonrió al castaño.
—Sólo si prometes no roncar como siempre lo haces, - el menor se le dejo ir encima en un fuerte abrazo, mismo que respondió Jungkook con gran calidez.
Ambos amigos caminaron hasta donde estaba la cama individual y tomaron asiento, los dos tenían el semblante triste que difícilmente podían ocultar.
—¿Porque nunca me lo dijiste? - cuestionó Jungkook cabizbajo.
—Por tonto...
—Así que te iras a estudiar a otra ciudad con él... - las palabras pesaban y quedaban atoradas en la garganta.
—Si, pero también puedes venir a estudiar con nosotros así seguiríamos juntos y... - Jeon negó con la cabeza.
—Lo que quiero estudiar está aquí en Busan y lo sabes.
—Koo... No quiero que estés triste.
—¿Qué quieres que te diga?, me acábo de enterar que mi mejor amigo se va y no me lo había dicho.
Jimin se le dejó ir encima y no pudo contener sus lágrimas que habían amenazado con salir desde el momento que Jungkook había salido de su casa. El castaño se había aferrado cómo nunca al cuerpo de Jeon sin dejar de llorar contagiando al mayor que lloraba en silencio.
A pesar de su gran tristeza, a Jeon le dolía ver en ese estado a Jimin, quién no había dejado de llorar hasta que se quedó dormido entre sus brazos.
Jungkook miró a Jimin y recordó las palabras dichas por el novio idiota de éste, así como las palabras dichas por él y había llegado a la conclusión de que debía dejar atrás sus miedos, si no deseaba perder al amor de su vida.
Tener así a Jimin durmiendo entre sus brazos era todo lo que necesitaba para ser feliz, siempre lo había sabido y por miedo nunca había podido expresar sus sentimientos.
Había llegado a la conclusión de que tenía que dejar a un lado sus miedos y empezar a actuar a la brevedad, y es justo lo que haría a partir de mañana.
Tras dar un largo suspiro, beso la frente de Jimin al mismo tiempo que le acariciaba el sedoso cabello, tenía que pensar muy bien que es lo que debía hacer ahora que tenía el camino libre por una semana.
Ahora más que nunca, Jeon Jungkook tomó la decisión que había llegado el momento de dejar atrás sus miedos e inseguridades y por fin se iba a armar de valor para que estos siete días en los que tendria a Jimin única y exclusivamente para él, le haría saber que no sólo era su mejor amigo, si no el chico perfecto para él.
Y así cómo Jungkook le dijo a Wang, si lograba conquistar y convencer a su Jimin de que nadie en el mundo lo iba a amar cómo lo hacía él, nunca en la vida ni en mil años lo iba a dejar ir.