Capítulo 1
Capítulo 1
Xavier
Me merecía este descanso, luego de asociarnos con la empresa Arqueltec, más los problemas que se me han venido encima. Lo peor de todo es que en 15 días necesito una contadora.
Salgo del hotel para ir directo a la playa, me vestí con una pantaloneta color marrón oscuro, en mi cuello, llevó mi rosario de plata que me dio mi madre a los 10 años, soy una persona católica, cuando me case debe ser en el momento indicado.
Xavier Carrera ingreso al mar, y no se percato que la playa estaba con bandera amarilla.
Los salvavidas recomiendan en esos casos no ingresar al mar.
Flashback
—¡Primo ayúdame! —trata de decirme al salir de la superficie—¡Auxilio!
Estoy sentado en la orilla y me quede perdido con el movimiento de las olas….
De pequeño me gustaba nadar… una ola se acerca con velocidad, lo único que hago es cerrar los ojos, fue una mala idea.
—¡Primo, ayúdame! —trata de decirme al salir de la superficie—¡Auxilio!
Todo se puso negro de una forma tan repentina…
Por otro lado Micaela y Paola están conversando.
"La gente salió de la playa, así que no hay problemas"
—Y para que la cita termine mal, resulto que está divorciado
—Así que de la escala del 1 al 10, nuestro querido Jeremy Mchunter cruzo la roja
Cruzo la roja: Micaela (mi amiga del trabajo) no volverá a salir con el
Nuestra mirada cae en el intercomunicador que está dando una señal
¡3435 una persona con calambre, repito 3435!
—La charla queda para después, voy a cumplir la misión
La forma más rápida que tengo para llegar es nadar libre, en este caso no son 100 metros, la persona se encuentra más adentro así que necesito resistir.
Al llegar trato de moverlo para que responda, mala acción mía ya que no contesta, salgo a la superficie para darle primeros auxilios
—No sabía que los ángeles estaban en la tierra— menciona el caballero —¿Qué sucedió?
—Mi nombre es Paola Sarmiento, ya nos estamos comunicando con un hospital cercano para que le puedan atender, usted hasta el momento solo tiene baja de presión y debilidad a nivel general.
—Ya no tienen por qué preocuparse, del resto me encargo yo
La chica no sabe si dejarme o no a lo cual yo le doy una mirada pacifica, si mi médico me viera en estos momentos creo que cosas lindas no me diría.
Al salir se cae un papel, lo mejor hubiera sido no leer, pero bien dicen la curiosidad, mato al gato.
Abro el papel y me propongo a leer
No te preocupes, ya no pasa nada, porque hoy tus besos son deseos y tus fantasías serán cumplidas sin miedo a cometer pecados.
Nunca olvidaré las veces que decías mi nombre esa noche de navidad, ahí me di cuenta de que me deseabas con todo tu ser.
El calor de tus manos
El color de tus ojos
Eres mi perfecta rosa
Y ante mis ojos la más hermosa.
Atentamente:
R. G
— A sí que mi dulce salvadora, tiene un pretendiente, que curiosidad